Uno

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De la nada se me pidió que asistiera a un evento.

Desmond Pierce, él Director de antigüedades, había invitado a todos los empleados, pero yo era la mas reciente contratacion del departamento de exposiciones, fue una grata sorpresa ser incluido.

Toda la experiencia me parecía un sueño; primero, la emoción de ser escogido para él puesto, asistente del diseñador de exhibiciones; y segundo ser invitado a viajar a Italia junto al resto del personal del museo.

El Dr. Pierce, él hombre responsable de ofrecer mi empleo, era propietario de una villa en Gubbio, y había extendido una invitación para todos los que trabajaban en su departamento, a visitar su casa, luego de a la presentación de la donación que habia hecho su familia al museo nacional piazza.

Me sentí honrado de ser invitado a acompañar a mis colegas, pero había rechazado amablemente la propuesta. No podía permitirme él pasaje del avión, y ni siquiera tenía pasaporte. Siendo un hijo de hippies inmigrantes, que tenían una tienda de alimentos saludables en petaluma, California, yo era lo opuesto a un hombre viajero. No había modo de que fuera a napoles y luego a Gubbio.

Mi nueva jefa diseñadora de exhibiciones, Amanda Bennet insistió en que fuera. Dijo que él Dr. Pierce quería que todos los nuevos empleados asistieran.

Se ocupo de mi solicitud del pasaporte fuera expedida y mi pasaje pagado por una benefactor anónimo. Cuando le di las gracias. Estaba avergonzada, me dijo que todo era responsabilidad del Dr. Pierce y nada merito suyo, también dijo que saliera de su oficina y pasará un buen rato ya que iba a estar trabajando día y noche cuando regresara. ella misma había declinado la invitación, no queriendo alejarse de su familia.

Mientras que abordaba él avión en chicago, no podía recordar haber estado más emocionado alguna vez. No fue hasta que aterrizamos en Roma que empecé a tener un mal presentimiento.

Había estado excitado por hacer él viaje, feliz de ser incluido, y, siendo un especialista en arte, desesperado por ver él Gabinetto secreto, o la galería secreta, en él museo. Pero cuando me dijeron que habia un cambio de planes, que tendríamos que ir a Gubbio en primer lugar y seriamos solo en Dr. Pierce y yo quienes viajaríamos junto a su amigo Armand Oren, me puse incómodo.

No tenía sentido que nos separáramos de los otros, incluso aunque faltaran dos días para la presentación, cuando le pregunté, me dijo que me relajada y disfrutará él viaje.

Una hora mas tarde, cuando páramos para recoger a otros dos hombres empecé a sentir pánico yo estába solo, lejos de casa y no tenía modo de llamar a alguien si necesitaba ayuda. Los hombres hablaban velozmente en italiano, lo cual no entendía y solo añadía a mi malestar.

había optado para aprender mandarín en lugar de una lengua romántica, ya que él arte que quería estudiar era oriundo no de Europa, si no de asia mi procedencia.

– ¿Cual es su nombre? – él mayor de los dos hombres me pregunto después de varios minutos más, con los ojos rastrillando en mi de una forma que me incomodaba.

Entrecerre los ojos hacia él hombre sentado frente a mi, en la parte trasera de la limusina.

– Yoongi.

– Coreano, ya veo, Yoongi ¿que mas?

– Min Yoongi.

– Min Yoongi – él hombre repitió mi nombre mirándome de reojo. –Digame... ¿alguna vez ha sido violado? – sonrió burlesco.

No habia tiempo para pensar. Por instinto, me lance hacia la puerta, listo para saltar fuera, incluso con lo rápido que íbamos, pero un fuerte dolor en mi pierna freno mis movimiento. Mirando hacia abajo vi una jeringa enterrada en mi muslo y, volviendo la cabeza, vi al Sr.Oren negando con la cabeza hacia mi.

– Normalmente solo recogemos alguna prostituta en Roma y la traemos, pero a mi amigo Desmond aquí, le gusto usted al segundo en que ingresó caminando en su oficina.

Todo fue desdibujando, volviéndose mas difuso a cada segundo y mi cuerpo estaba tan pesado, tan difícil de mover.

– Todos vamos a degustarlo cuando él termine –susurro en mi oído.

No podía levantar los brazos. Cuando él Dr. Pierce se inclino cerca de mi, yo quería retroceder, pero en cambio me empuje en él asiento, recostandome.

– ¿No es un rostro magnifico? – preguntó a los otros, y sentí sus manos sobre mi, tirando y jalando, aflojando mi ropa. – Estoy seguro de que su cuerpo no sera una decepción.

Quería pelear, pero estaba congelado, mi visión en él túnel hasta que él hombre se convirtió en un poco mas que mancha.

– Como lo sospechaba... eres de oro en todas partes, voy a disfrutar ver su suave y blanca piel siendo desollada, señor Yoongi... tengo que verle azotado, tengo que ver él cuchillo cortándolo... realmente no puedo esperar. Es usted, por mucho, él hombre mas hermoso que he visto, verlo llorar, rogar y sangrar... mi señor, creo que ya estoy salivando de solo pensarlo.

Vi su sonrisa, y mi estómago se revolvió al mismo tiempo que todo se volvió negro.





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Bueno no cambie los nombres de los hombres asquerosos, por que la cosa sucede en Italia, y a lo que voy, finjamos que yoongi nació en USA, es coreano, si pero, ha estado toda su vida en USA.

Sariel [Jimsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora