Al finalizar la fiesta me vine de inmediato a la casa de los Biebers, 6:00 am y punto, ni un minuto mas ni uno menos, subi a mi habitacion y luego pase a ver a Justin. Se veia hermoso durmiendo, todavia sentia culpa por lo de anoche, no podria dormir si no le pedia disculpas, asi que me aserque a el, lo mire fijo, trate de que no sientiera mi mano pasar por su delicada mejilla, se veia perfecto durmiendo, me acerque mas a su rostro.
-Lamento lo de anoche, espero me puedas perdonar.-le susurre, pero estaba completamente dormido.
Le di un delicado beso en su hermosa y suave mejilla, me despedi y fui a dormir. No me sentia tan bien porque no obtuve palabra de el, pero en fin, al menos mate mi orgullo y me disculpe.
No dormi casi nada, toda la noche estube pensando en el, en el beso que me dio, esta bien, confesare que me gusto, me encanto, ame ese beso, me beso tan hermoso que no creo que pueda olvidarlo, lo admito, me fasino y jamas podre olvidar ese beso, era unico, ese momento fue muy especial. Me beso como nadie lo habia hecho nunca, me gusto tanto que hasta me encantaria volver a repitirlo, pero sera mejor que no vuelva a pasar algo como eso. No quiero perder mi confianza con sus padres o los mios, si llegan a enterarse no volvere a trabajar de niñera.
Ya era de dia, hora de despertar. 8:00 y punto de la mañana, no dormi nada, esta noche fue la mas larga y la mas rara de mi vida, me levante, me di una ducha que duro casi media hora, no daba mas, estaba cansadisima, pero me relaje un poco con la esquisita ducha que me di, termine de secarme, me cambie y baje a prepararme el desayuno. Justo cuando salia de mi habitacion, Justin salia de la suya. Se veia tan perfecto, su cuerpo marcado a la perfeccion que se veia mejor sin remera, era tan exitante verlo asi, con su sedoso pelo castaño todo despinado y rebelde, su cara perfecta con su ojos un poco achinados-Carajo, deja de pensar esas cosa chica, el es tu responsabilidad, sera mejor que olvides lo de anoche, haslo ya o no volveras a ser niñera de nadie-esa voz me interrumpio mis pensamientos, tenia razon, Justin ahora era mi responsabilidad no debia pensar asi de el, nos cruzamos en las escaleras pero el bajo primero que yo, sin decirme una palabra.
-Buenos dias Justin.-trate de ser hamable, pero este me ignoro por completo, se preparo el desayuno y ni me registro, me sentia una inutil. Pero decidi seguirle la corriente.-Ok, no me hablaras?-
Aunque no podia resistirme en hablarle, tenia que hacerlo, eramos el y yo en una enorme casa, supongo que era el momento en el que tendria que volver a matar mi orguyo y aclarar las cosas otra vez. No queria que me odiara, tendria que disculparme sino no tendria su confianza otra vez.
-Emm, esta bien, creo que no lo haras! Pero, podrias escucharme?Porfavor.-
Justin a penas levanto su mirada, trago lo que habia masticado y se decidio a hablarme.
-Te escuche anoche cuando llegaste y entraste a mi habitacion.-solo me habia dicho eso y nada mas.
Cuando me dijo eso, mi corazon se paro, mi respiracion empezo a acelerase, mis ojos se abrieron tan grandes que no podia pestañar, pero trate de controlarme, pestañe, respire profundo y le hable.