Día 3

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Jugando, o viendo una película

La clase E temblaba.

Akabane Karma. El descendiente de lucifer...

Estaba de buen humor.

No, mejor dicho, estaba de MUY buen humor.

Nagisa estaba preocupado. Nakamura decía que el apocalipsis llegaría. Terasaka apoyaba la idea de Nakamura y Koro-sensei disfrutaba el tranquilo ambiente–quitando la preocupación–Que el pelirrojo entregaba.

—Esto... Karma...—Nagisa, al tiempo en que el receso llegó, llamo al pelirrojo, quien sonrió.

—¿Qué pasa?, Pareces asustado, o preocupado.

—Si... Sobre eso... Yo... Bueno, nosotros...—Nagisa apunto a toda la clase detrás de él.—Nos preguntábamos porque estas tan... Feliz.

Karma mostró ligera sorpresa. Una mueca, similar a una sonrisa se vio reflejada segundos después.

—No les diré.—Soltó, divertido del enojo de la mayoría.

—¡Suéltalo, Akabane!—Nakamura hablo.

—¿Por qué debería?, No les concierne, no tiene que ver con Koro-sensei al fin y al cabo.—Soltó con arrogancia.

Nakamura gruño, varios suspiros demostraron rendición, seguido de alejarse del pelirrojo. Nagisa se quedó, tenía curiosidad.

—¿No podrías decirmelo a mi, Karma?—Cuestionó Nagisa, nervioso de si el pelirrojo confiaría en él.

—Oh, no lo sé...—Karma río ante la mirada suplicante de Nagisa.

—¡Por favor!—No es que fuera metiche. Solo le interesaba muy ligeramente la alegría de su buen amigo, por no mencionar que literalmente, Nagisa casi le cuenta todo a Karma.

—Bien, bien.—Karma suspiro, y miro en varias direcciones, nadie le ponía atención, ni nada parecido, así que sonrió.—Mañana iré al cine con Okuda-san.

Y así Nagisa se congelo.

El delincuente escarlata... ¡¿Con la dulce y tierna Okuda Manami?!

—K-Karma... No es alguna broma ni nada, ¿Cierto...?

—¿No crees que pueda salir con ella?—Karma mostró ofensa, aunque no enserio.

—¡N-No me refiero a eso!—Nagisa se mostró nervioso.—Lo que digo es que... Okuda-san es... Bastante... Diferente a tí, por eso... Me extrañó, pero si está bien para ti y ella, yo los apoyo.—Sonrío nerviosamente.

Karma río.

—Aprecio eso, Nagisa.

Y luego de eso, el tema se perdió.

Y ahora. Sábado, 5:30 p.m

Akabane Karma esperaba ansiosamente a la chica de gafas y trenzas.

—¡Karma-kun, lo lamento, me perdí por un segundo!—La dulce voz hizo a Karma sonreír.

—No hay problema, acabo de...—La frase cliché se perdió al ver a la azabache.

—Ah... ¿K-Karma-kun?

—¿Okuda-san?—Karma proceso la imagen que el mundo, el jodido hermoso mundo, le entregaba.

Okuda vestía una blusa turquesa sin hombros y una falda definitivamente mucho más corta que la de la escuela color rosa pastel. Sin mencionar como su cabello siempre trenzado estaba peinado en un tomate a un lado de su cabeza. Sus labios brillaban ligeramente, ¿Acaso usaba maquillaje?

—...ma-kun, ¡Karma-kun!—La chica lo saco de su dulce análisis.—¿Estás bien?, ¿Luzco muy rara?

—Ah... B-Bueno...—Karma aclaro su garganta, decir que no sería una mentira.—No luces rara.—Soltó, después de todo el siempre mentía.—Pero puedo decir que enserio estás muy linda~.

—G-Gracias, y-yo... L-Le pedí ayuda a Kayano-chan y... B-Bueno... Supongo salió bien, ¿No?—Con una tímida sonrisa, Karma se sintió acompañado de un ángel.

—Mejor vamos al cine, o moriré antes de ver la película.—Bromeo, aunque Okuda no comprendió el porque, solo asintió.

—¿Y qué película veremos, Karma-kun?—Cuestionó Okuda.

—Oh... Pues... Es una película bastante interesante, ya lo verás.—Karma sonrió, Okuda asintió, confiaría en el criterio de Karma.

Vaya error...

—¡Ah!—La azabache apretó el brazo de Karma mientras ocultaba su rostro en él. Karma sonreía complacido.

Películas de terror. ¿Qué mejor?

—¡E-Esto es cruel, Karma-kun!—Clamo sin dejar de abrazarlo, sin siquiera ver la pantalla, Karma río.

—Lo siento, no creí que te asustaran tanto las películas de terror.—Hablo burlón.

—Q-Que cruel...—Murmuro con sus ojos ligeramente húmedos dirigidos a Karma.

—Mira quien lo dice.—Mordió suavemente su labio.—Si me ves de ese modo, las ganas de ver la película se pierden, Okuda-san~.

La chica se sonrojo ante la caricia en su mejilla. Karma sonrió, está apretó los ojos.

—Eres tan linda, Okuda-san~.—Sin más, la beso.

¿Ver una película o besar a Okuda?

Vaya pregunta más fácil.

Fin

—♥—

Holaaaaaaaaa :D

Cómo que me gusta escribir one'shot más cortos de los que usualmente escribo en mi historia de one'shot Karmanami :D

Pero bueno, me retiro.

Adiós~

PD: perdón por tardar de más xD fui de campamento y no podía publicar

10 días de KarmanamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora