Haciendo cosplay
Alguien...
Quien sea...
Podía decirle a Akabane Karma...
¿Por qué estaba vestido de ese modo?
—¡Wah!, ¡Karma-kun, luces asombroso!—Clamo una joven de anteojos.
Si, allí la respuesta a la anterior pregunta.
—G-Gracias...—Karma apenas podía hablar.—Pero, Okuda-san, tu luces aún mejor que yo.—Halago, lo único bueno del lugar donde se encontraban era el atuendo de Okuda.
—¿E-Eh?—La de gafas sonrió apenada.—S-Supongo que... El atuendo es lindo.
Karma asintió. El atuendo estaba apegado al cuerpo de Okuda, dejando ver las curvas que no se sabían que existían.
—Pero, Okuda-san, ¿De que son estos disfraces?—Cuestiono al fin.
Porque si.
Akabane Karma y Okuda Manami, estaban haciendo cosplay.
¿Por qué?, ¿Cómo?
Es fácil de explicar.
—¿Eh?, ¿Salir?—Karma mostró sorpresa ante la vergüenza de Okuda, quien solo movia la cabeza.—¿Juntos...?, ¿Tú y yo?, ¿Solos?
—S-Si... P-Pero entenderé sino quieres, después de todo es un-...—Okuda se vio interrumpida.
—Encantado te acompañaré, Okuda-san.
—¿E-Eh?, ¡¿De verdad?!—La sonrisa no se pudo ocultar, y Karma no evitó sentirse bendecido.
—Claro.
—¡Genial!, ¡Entonces te daré tu disfraz!—Clamo Okuda, buscando entre su mochila.
Allí fue cuando Akabane Karma conoció el verdadero miedo...
Luego de eso, el pelirrojo ya no podía rechazarla, o rompería el corazón esperanzado de Okuda.
Y allí estaban ahora. En medio de un raro evento donde habían muchas personas disfrazadas.
—¡Somos Uraraka Ochako y Bakugou Katsuki!—Clamo Manami.—Ten Karma-kun, olvidas la peluca.—Con normalidad, Okuda entrego la peluca rubia.
—Oh... Gracias...—El pelirrojo quería morir. Pero ver a Okuda con ese traje rosa y peluca castaña le daba fuerzas.—¿Y por que estos personajes...?
—Pues... Me gustan.—Okuda jugo con sus dedos.—Son lindos, no pude evitar querer hacer cosplay de ellos, y Kacchan no se vería tan bien en mí como lo hace en ti, Karma-kun.
"¿Kacchan?"
—Entiendo...—Karma respiro profundo.
—Es... ¿Muy raro?—Okuda llamó la atención de Karma.—Yo, jamás compartí este pasatiempo con nadie, y... Me hizo feliz saber que querías venir conmigo... Pero, supongo te parece esto muy extraño, ¿No?—Manami le sonrió.
—Honestamente, me siento en un sueño en este segundo.—Con seriedad y un ligero rubor, Karma hablo, Okuda se sonrojo, para así reír.
—Muchas gracias, Karma-kun.
—No es nada, pero, bueno, quisiera conocer un poco el lugar.—El ahora rubio sonrió.—¿Vamos?
—¡Si!
—♠—
:3
Karma como Kacchan, ¿Qué mejor?
Y sobre porque Manami es Uraraka...
Es porque shippeo el Kacchako. Lo siento para los que no lo shippean, pero yo los adoro juntos.
Bai♥♥♥
