Historias Atemporales

Perdida - Lunática

Jamás pensé que la vida podría destrozar a un ser humano de una manera tan cruel e insoportable.
Mi nombre se redujo al eco de gritos ahogados en sangre e historias dignas de ser llamadas pesadillas. Yo solo fui espectadora en mis 17 años de vida. Pero el pecado de mi familia siempre recorrerá mis delgadas venas.

Fui hija de uno de los hombres con más poder en el norte de un país de cuyo nombre no quiero acordarme. Por mi corta edad no sabía lo que realmente pasaba en el mundo exterior, viví encerrada siempre en las distintas casas de mi padre, como princesa de un cuento absurdo y cursi, por lo que nunca fui a la escuela. Y lo que más me molestaba era que mis únicos amigos eran los hijos de los amigos de mi padre.

De mi infancia no puedo quejarme, pareciese haber sido escrita por un cuentista amante de las historias felices, mientras que mi adolescencia por el contrario fue escrita por un enfermo del drama y novelas negras. En donde el dolor consume todo hasta dejar una borrosa fantasía pegada a las pupilas del espectador. Siempre hubo personas que querían quitar a mi padre de su lugar, pero nunca creí que alguien lo consiguiera. Hasta aquella noche cálida de verano, en la cual un comboy armado derribo las puertas de mi castillo y acribillo a todos y cada uno de los miembros de mi familia.

Esa noche mi madre fue hasta mi cuarto y me llevo corriendo a uno de los pasadizos ocultos. Adormilada mi mente, no alcanzaba a comprender del todo que estaba pasando, ni los gritos desgarradores que se escuchaban del otro lado de la pared, ni los sonidos de ráfagas me daban la suficiente información, solo la mirada de miedo de mi madre me indicaba lo que estaba por ocurrir.

Corrimos entre pasadizos por una hora, hasta que mi mamá me detuvo, puso su mirada en mis ojos y me dijo

+ ... En este mundo hay hombres malos y hombres buenos, la diferencia entre uno y otro es tan delgada que podría volvernos locos. Pero tú eres una buena niña, corre, sigue directo y jamás te detengas. Recuerdas la cabaña en el bosque de papi, cuando salgas de este túnel, la encontrarás. Escondete ahí, amigos de papi irán por tí.

- ...

+ Mami te alcanzará en cuanto pueda, ¿si?

- tengo miedo...

+ no lo tienes, eres fuerte y buena. Anda yo tengo que regresar ha hacer una llamada. Te amo.

Mamá se alejó y desde ese momento no la volvi a ver...

Al llegar a la cabaña me quedé en la oscuridad esperando que mamá saliera del bosque, pero jamás lo hizo. Por el contrario salieron varios hombres encapuchados con armas en brazos y lámparas. Cada vez se acercaban más y más a la cabaña, yo me sentía sin fuerza para moverme, quería que todo terminará, que se fueran esos hombres y regresarán mis padres, pero antes de que me diera cuenta ya estaban en la puerta de la cabaña.

Escuché un portazo y yo solo cerré los ojos esperando lo peor. Deseando que aquellos hombres no me pudieran hacer daño, implorando a algún dios sin nombre que me diera la fuerza para salir de esa situación. Rogando no morir ese día.

Después de unos segundos abrí mis ojos. La puerta se encontraba abierta y las luces de las lámparas proyectaban luz dentro de la cabaña, pero nadie entraba. Todo parecía inmóvil y un silencio total cubría mis oídos. Cuando por fin me acerque a la puerta, observé a las personas inmóviles. Destape sus rostros y vi en ellos una mirada inhumana que aterró mi corazón. El padre tiempo me había bendecido con un don, y no habría de desaprovecharlo. Tomé un arma del armario de papá y procedí a tomar venganza... lo siento mamá no soy de los buenos.

Pase en esa cabaña dos meses esperando a que alguien fuese a mi rescate. Pero solo llegó el... con una invitación que no pude desaprovechar.