Capítulo III

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"Son más de las 12 de la noche y sigo sin poder dormir correctamente, el vuelo llego bien y no tuve mayor problema con llegar a la casa de Louis.

Creo que debo ser sincera ¿no es así? La verdad es que tengo miedo y ese miedo comienza más que todo por mi misma. Los recuerdos que no se detienen, no ayudan a quitar esta culpa irracional que surge del fondo de mi corazón, la cual se genero hace unos meses. Una culpa que sé que no tiene mucho fundamento, pero que mi cabeza no deja de darle vueltas cada minuto que puede; junto con el recuerdo de su rostro.

No diré que no lo extraño porque creo que mentirme a mi misma sería el colmo . Hay un gran vació en mi interior y por alguna razón hay un recuerdo en especial que me ha estado atormentando hoy... Quizás luego escriba de cual hablo, pero eso tendrá que esperar; alguien llama a la puerta y si descubren mis monólogos de mala muerte, me declararán como una loca. 

Adiós."

-¡Adelante!- una cabeza se asomó por la pequeña abertura de la puerta.- Louis, eres tu. Me asustaste.

-Supuse que ya estarías dormida, pero vi la luz encendida y pensé pasar a ver si se te ofrecía algo. Además quería aprovechar para disculparme por no haber ido por ti al aeropuerto, pero estuve ocupado en la tarde y se me hizo imposible.

-No te preocupes por eso, yo sabía que hoy era la reunión con Nath y Gemma ¿Cómo salió todo al final?-Louis se sentó en el borde de la cama, se notaba cansado.

-Bien, hay algunos problemas con el evento de invierno; algunos de los proveedores no tuvieron las cosas listas a tiempo y Gemma está al borde de un colapso nervioso. Entre Ade, Sean y yo estamos tratando de ver como sacamos adelante el desfile, pero me temo que ocuparemos que Melody nos ayude. Pero bueno, basta de negocios; no viniste hasta acá para hacer las mismas cosas que harías en tu casa. Dann ya se encargará de eso.

-Eso no lo dudo, mi hermano siempre ha podido con toda la empresa por él solo. Por lo que veo Louis, sigues cargando con los problemas de todos; debes poner la empresa y tu salud primero.

Para ahorrarles una historia sumamente aburrida y larga, trataré de resumirlo. A lo largo del continente hay 8 grandes empresas que manejan la mayor parte de la economía entre estos países, nos encargamos de la importación de productos y marcas que se vendan desde precios accesibles, hasta productos de alta calidad. De ahí nos encontramos 10 herederos que manejamos las diferentes empresas; con la cualidad de que todos parecemos hijos de Louis, porque es el que se encarga de todos los problemas que surgen. En pocas palabras era un metido, pero gracias a él las cosas lograban salir adelante.

-Siempre que nos vemos me das el mismo regaño Thea. Estoy muy consiente de mis deberes y mi cargo no se verá descuidado debido a esto; pero sabes muy bien que tengo que ayudar a los gemelos o Nath matará a Gemma por tanto berrinche.- Eso era cierto, la paciencia de Nath era limitada y mucho más con su hermana mayor.- Pero no nos desviemos del tema principal ¿Qué haces despierta a estas horas?

-Ah, eso. Escribía-dije mostrandole el cuaderno de cuero y la pluma que se encontraban entre mis piernas.-Según mi psicóloga, como es una actividad que realizo normalmente y que me gusta, puede que me ayude a liberar el estrés y así puedo observar además, parte de mi comportamiento a partir de cómo transmito mis emociones. Algo así fue lo que dijo.

-Ya veo... ¿Funciona?-preguntó Louis con cara dudosa ante mi elaborada explicación, a lo que yo negué con la cabeza.- Conociendote, es probable que solo te funcione para pensar de más.

Ese era mi problema con Louis; él podía saber como me sentía o como actuaba sin necesidad de decirle nada. Tal vez por eso me había negado en un principio a venir con él porque algo de mí sabía que no podía ocultar tan fácilmente lo que estaba pasando. Aunque supongo que esa era parte de la meta de mi hermano, no dejarme forma de escapar de todo lo que estaba pasando y enfrentarlo inevitablemente.

Algo real y efímero (2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora