Ladybug et Chat Noir

LeCN 1-Chat Noir

La noche estaba oscura. Los ojos verdes de aquel chico, debido al insomnio, ya se sentían acostumbrados a aquella falta de iluminación durante mucho tiempo, tanto que sus pupilas dilatadas absorbían ahora la poca y titilante luz de la vela con voracidad.

Estaba ahora sentado en su lujosa cama, pensando en su mala suerte; su madre había muerto unos meses atrás, y su padre se había vuelto un hombre frío y distante con él y con todos los demás.

Luego del fallecimiento de la señora Agreste, Lord Gabriel Agreste había sido elegido Alcalde de París, transformándose en un hombre muy poderoso, más de lo que antes era. Pero esto también lo convirtió en una persona avara y cruel. Ya no tenía tiempo para su hijo, y si lo tenía, lo dedicaba haciendo sufrir a los ciudadanos de París, imponiendo reglas, encarcelando inocentes y cobrando más impuestos.

Luego de haber pensado mucho en lo que estaba por hacer, Adrien se decidió. Iba a escapar. No soportaba ser testigo de todo lo que su padre hacía, y menos ser pariente suyo. Así que tomó una capa negra, se vistió con las ropas de un campesino amigo suyo, Nino, quien lo ayudaría con todo lo que fuera necesario, y salió a la calle, en plena noche, así disfrazado de aldeano, con un antifaz negro para que nadie lo reconociera, un morral con unas pocas nueces, y manzanas, para poder alimentarse los siguientes días, y una daga y un bastón de hierro para defenderse.

Caminó durante horas, y cuando ya había amanecido, algo le llamó la atención: Unos hombres en un carro, que iban muy borrachos y conduciendo el caballo con poca prudencia, estaban a punto de atropellar a un anciano que intentaba cruzar la calle. Sin pensarlo, Adrien tomó al viejo del brazo, y saltó a un costado todavía con el hombre agarrado, para evitar que el carro los matase a ambos. El caballo, que iba ahora desbocado, había pasado por al lado de ellos, muy cerca de donde estaban.

El hombre, muy asustado, le agradeció a Adrien, sin haberlo reconocido, y le dio como ofrenda un anillo con un talismán en forma de gato. El anillo era plateado, y el gato, negro. Adrien pensó, cuando el hombre ya se había ido, que la joya parecía hecha a medida, ya que al ponérselo calzó perfecto en su dedo anular derecho, y además, que se adecuaba a su situación de mala suerte al tener un gato negro.

En el momento en el que Adrien se puso el anillo, una pequeña llama de luz verde salió del mismo, dejando ver a un gato negro pequeño como la palma de la mano del chico, que se mantuvo levitando en el aire. La criatura abrió los ojos, que eran verdes y gigantes, y miró a Adrien con curiosidad.

-Supongo que eres el nuevo portador del anillo. No estás nada mal.

Adrien al principio se sorprendió, luego sintió miedo, y por último, curiosidad. Por lo que preguntó:

-¿Portador?- y luego- ¿Quién eres tu?

-Yo soy tu kwami, una criatura mágica que le otorga poderes al portador del Miraculous del anillo de gato. Ese eres tú.

-¿Soy tu amo?- Adrien estaba confundido.

-Sí, y has sido elegido para luchar contra el mal, para ser un héroe. Deberás transformarte en Chat Noir, y nadie deberá saber tu identidad.

-¿Chat Noir?

-Será tu nombre como justiciero- la criaturita se puso seria- Desde ahora, Adrien Agreste, serás un héroe encubierto, conocido como Chat Noir, y tienes como misión salvar París de la ruina y la desesperación. Está decidido. Así como está pactado también que yo seré tu Mentor, te enseñaré todo acerca de ser un justiciero, y lo que necesites saber. Estaré para ti hasta que el mal vea su fin.

Adrien quedó sorprendido por las palabras del kwami, y lo único que atinó a hacer fue asentir con la cabeza.

-Bien- dijo momentos después. Y repitió-. Bien.

-Perfecto.- dijo el kwami- me llamo Plagg.

-Y yo creo que ya sabes mi nombre.

-Si, lo sé.

-Y...¿Cómo hago para transformarme?

-Palabras mágicas. Debes decir "Plagg, transforme moi"

-¡Plagg, transforme moi!