Estaba llorando desde hacía horas. Acostada en la misma colcha que había pertenecido a su bisabuela, Marinette recordaba momentos que había pasado con su mamá. ¡Cómo deseaba ahora hasta una discusión con ella! ¡Cómo anhelaba uno de sus abrazos consoladores! Pero nada de eso iba a volver a ocurrir nunca.
De pronto, escuchó unos golpes en su ventana tragaluz. Ella vivía en el piso de arriba de su gran casa, así que quien quiera que fuese, estaría en el techo, donde ella ponía sus macetas durante el día. Como esa tarde era triste y lluviosa, había puesto sus plantitas en un rincón de su habitación.
Los golpes eran cada vez más sonoros, y Marinette estaba ya asustada. Por lo que tomó un bastón de madera que tenía siempre debajo de su cama, y se encaminó a la ventana.
Grande fue su sorpresa al ver a un enmascarado vestido de negro, de hecho tan grande, que antes de que el chico pudiera reaccionar, Marinette le atestó un golpe en el estómago. Cuando el de negro se doblegó para abrazarse la parte dolorida, la chica reconoció las orejitas de gato y la cola falsa colgando de su cintura.
-¡Lo siento! No debí haberte pegado, es que me resultó extraño que alguien tocara aquí arriba, así que pensé que venían a...
El rubio rió, abrazando su estómago todavía, pero al levantar la vista, vio a una Marinette ofuscada y casi marchita, con ojeras, despeinada y los ojos y la nariz rojos, como si hubiera estado llorando. Se puso serio y le preguntó:
-¿Que venían a qué?
Luego de unos segundos, interminables para el chico, Marinette respondió:
-Que venían a matarme a mí también- y se largó a llorar desconsoladamente.
Entre Chat y Marinette, se había formado una sincera y fuerte amistad. Las últimas semanas habían sido difíciles para ambos- Marinette había perdido a su madre y Chat debía entregar a la policía junto a Ladybug más cuerpos muertos de inocentes, lo que equivalía a un gran esfuerzo psicológico para ambos- pero Chat siempre tenía cómo animar a Marinette, y ella siempre sabía cómo consolarlo a él.Por eso, cuando Marinette comenzó a sollozar, Chat le dio un sincero abrazo.
-Sé que se ha vuelto muy peligroso salir a las calles últimamente, pero debes estar tranquila de que nunca dejaré que algo te pase... Jamás en mi vida.- le dijo en un susurro.
-Gracias Chat, siempre sabes hacerme sentir bien.
De pronto se escuchó un ruido sordo de algo de vidrio caer al suelo. El rubio se alarmó.
-¿Qué ha sido eso?
-Mi padre- se escucharon insultos de parte del hombre que se encontraba abajo-. Ya no sé qué hacer para que no beba más. Desde que… desde el asesinato- a Marinette le tembló un poco la voz al decirlo- se ha vuelto un alcohólico; intenta olvidar a mi mamá.
-Eso es horrible- dijo un triste rubio.
-Sí- respondió la chica con una mirada monótona y aburrida, como quien ha llorado ya por ese tema y no quiere recordarlo más-. Sí.
Marinette no se había dado cuenta, pero estaba todavía abrazada a Chat, los dos sentados en un sillón en la habitación de la chica. Cuando reaccionó, miró a Chat de reojo, mientras este entrecerraba los ojos y los volvía a abrir con pesadez. Se estaba durmiendo. Ella corrió los brazos del chico de su cintura y nuca con cuidado, se levantó y fue a buscarle una manta, pero luego se lo replanteó, trayéndole al final una toalla suya que ya no usaba.
Se la apoyó en el regazo, y dirigió una de las manos del chico a la tela, al tiempo que le susurraba "sécate, que te vas a resfriar", ya que desde que el chico había llegado se había quedado mojado, como un verdadero gatito que salió con lluvia.
Chat se secó con la toalla, y luego se sentaron en el suelo a platicar.
-Así que ese Adrien está desaparecido, ¿Eh?
-Sí. Lo extraño mucho. Es mi mejor amigo- Marinette se acomodó los pliegues de su vestido rosa con bordados de flores de cerezo. Chat pensó en la suerte que tenía de tenerla como amiga.
-Y…¿Qué crees que pasará si vuelve?
-No lo sé. Probablemente su padre lo encierre y jamás lo vuelva a ver.
-Exacto. Así que, si le quieres como tu mejor amigo, desea que esté bien, pero no que regrese.
-En realidad…
-¿Qué?
-…lo quiero, pero como algo más.
Chat abrió mucho los ojos y se acercó a Marinette despacio por el suelo de madera.
-¿Eso es verdad?
-¡Pues claro que es verdad!
El chico se quedó un rato callado.
-Sabes dónde está, ¿No es cierto, Chat?
El rubio no tuvo tiempo de inventar nada. Sólo pudo balbucear unas pocas palabras, para acabar respondiendo:
-Sí. Sé dónde está Adrien.
La cara de Marinette comenzó a sonrojarse mucho, y sus gestos no eran para nada amistosos.
-¿¡Cuándo pensabas decírmelo!? ¡Así que sólo te hacías el tonto cuando te lo conté! ¿Cómo te atreves a mentirme así?
-Cálmate por favor- murmuró el héroe.
-¿¿Que me calme??¿Cómo puedes pedir eso?
-¡Por favor! ¿Acaso no entiendes que es algo más delicado de lo que crees? ¡Cállate!
El chico-gato cerró los ojos luego de haber gritado de aquella forma, y se frotó la sien con dos dedos de la mano derecha. Pronto escuchó un llanto ahogado de parte de la chica.
Chat abrió los ojos y se encontró con Marinette muy cerca suyo, a centímetros de su rostro se encontraba el de ella, con lágrimas rodando por sus mejillas, y entonces, ella lo besó en la frente.
-¿A qué vino ese…?
-Te quiero, Chaton- dijo con voz temblorosa.
Chat Noir se sorprendió, ya que sólo Ladybug le decía así. Pronto se puso a pensar en las similitudes físicas que tenía Marinette con Ladybug, pensó en cada vez que iba a visitar a Marinette y ella no estaba, y luego se encontraba a Ladybug en el camino de vuelta a su callejón, donde acostumbraba a pasar la noche. También pensó en la dirección en la que iba Ladybug cuando se estaba por des transformar, era la misma dirección en la que se encontraba la casa de Marinette. El nuevo descubrimiento le golpeó como una piedra, y pronto sintió otra vez el dolor de cabeza.
"Marinette es Ladybug".
Tarde se dio cuenta Marinette de lo que había dicho.
-Ehhh, bueno, creo que ya me siento mucho mejor, gracias por venir, Chat- la chica no sabía qué decir para que el rubio olvidase lo que le dijo anteriormente-. Y si sientes que estás listo para decirme algo acerca de Adrien, no dudes en hacerlo. Por favor ¿Sí?
-Sí- dijo el chico un poco aturdido aún.Y salió por la ventana, pensando en Ladybug ¿O en Marinette? No lo sabía.
Les gusta el Marichat? Yo lo amo, es uno de mis shipps favoritos. Este capítulo va dedicado a él.
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Ladybug et Chat Noir
FanfictionUn chico de la alta sociedad, Adrien, cuyo padre es Lord Gabriel de París, por las noches se cubre su rostro con una oscura máscara y se viste de negro para convertirse en el justiciero francés Chat Noir...pero aparece Ladybug, una nueva guerrera...