CAPÍTULO 3

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Cap. 3

"querido Samuel

No dejo de pensar en que nuestros problemas hubieran podido solucionarse de alguna manera menos dolorosa; reconozco que ni mi carácter ni mi disposición fueron las mejores. Sin embargo, aquí estoy sin ti, y tu allí, lo más probable es que estés feliz sin mí; pero tienes contigo a mi hija, nuestra hija; el fruto de lo que un día creí que era un amor eterno; me duele no poder hacer nada, me prohibiste verla y me convenciste de que cuidarías de ella; sé que lo haces pero aún me resisto ante tu posición de no dejarme verla; a pesar de todo lo que hice, no soy una mala influencia para ella, nunca te fui infiel a pesar de que mi comportamiento te pudiera obligar a pensar lo contrario.

Me gustaría que tu intransigencia cediera y me dejaras ver a Madison; pero sé que es pedir un imposible; por favor, háblale de mí, dile que la amo; si quieres dile que fue solo mi culpa, pero háblale, no quiero que me olvide.

Tal como te prometí, me establecí lejos de ustedes; vivo en Altoona, si alguna vez quieres visitarme, me encontrarás porque siempre querré volver a verte y estaré feliz de hacerlo.

Tuya

Julia Harper"

Allison leyó dos veces más la primera carta de su madre, causaba más dolor que alivio, su madre no la mencionaba en ella; por más que le pareció extraño logró contenerse y tomó la segunda carta, la abrió con más cuidado mientras miraba a Doug que parecía haberse quedado dormido en el mueble que ocupaba de manera precaria.

La carta estaba fechada 6 meses después y parecía más extensa que la anterior, Allison sacó el papel y lo desplegó para leerlo

"querido Samuel

Si supieras cuánto cuesta el tener que estar sin ti y sin nuestra pequeña Madison; por favor, nunca olvides decirle que la amo, por más que tu enojo hacia mi persista, háblale de mí.

No sé si te importe, pero quiero decirte que ha sido difícil, olvidarte es difícil, vivir sin ti es difícil; no puedo hacerme a la idea; los recuerdos me asaltan sin tregua, las noches son muy largas y llenas de soledad y de mucha nostalgia; si pudiera cambiar mi presente situación...

He lamentado tantas veces tener la personalidad que tengo; solo yo tengo la culpa de lo ocurrido, si hubiera pensado más en ti y en nuestra hija, fruto de nuestro amor; pero no, tenía que salir noche tras noche a divertirme, poniendo en peligro la vida de mi bebé en tantas ocasiones, que solo puedo agradecerte por haberme tenido tanta paciencia, y a Dios por haber salvado a mi hija de mis excesos...

Hubiera querido ser capaz de hacer las cosas bien desde el comienzo, pero sé que es muy tarde para intentar resolverlo, me diste un buen tiempo para enderezarme y como aun después de que naciera Madison, seguía en lo mismo, te viste obligado a hacer lo que hiciste; te comprendo aunque me duela, porque me duele, y no puedes imaginarte cuánto.

Nunca respondiste mi anterior carta, espero que de esta me des alguna contestación; quiero saber de ti y de nuestra hija; por favor, hasta la peor persona tiene ese derecho y yo no soy tan mala, solo tengo un gusto excesivo por el baile y la vida nocturna

Por siempre tuya

Julia Harper"

Allison lloraba en silencio, al parecer su madre no veía alguna razón para mencionarla en sus cartas a su padre; todo giraba en torno a la pareja y su hija mayor, Madison; no quería sacar conclusiones, se esforzaría por ir hasta el final y luego le daría la oportunidad a su madre de explicarse.

Tomó la siguiente carta fechada 20 años atrás, la abrió procurando no hacer ruido y se dispuso a leerla

"señor

DE TU PIEL A MI PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora