CAPÍTULO 9

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Cap. 9

Allison estaba en su despacho, no había vuelto a saber de su hermana desde que esta saliera con Spencer después de darle la feliz noticia sobre su embarazo; vio su reloj de pulsera y se dio cuenta que estaba cerca la hora de comer, se levantó para ir a llevarle algunos documentos a su secretaria pero justo en ese momento a su móvil entró una llamada

- hola Allison – ella sonrió ilusionada, en tanto que él no la viera, no tenía que fingir que todo le daba igual – entra al ascensor privado y sube, presiona el botón del ático y pon la clave 23102015 - A

- bien – no quiso preguntar ¿para qué? Ya sabía que era lo que Doug se traía entre manos y eso se ajustaba a sus propios deseos.

Se llevó los documentos y los dejó en el escritorio de su secretaria y sin más demora fue al ascensor; siguió cada indicación al pie de la letra y en poco tiempo estuvo en un apartamento que irradiaba buen gusto y sobriedad; observó detenidamente y con admiración, pero luego la necesidad de ver a Doug la hizo avanzar atravesando la estancia hasta una puerta abierta de la que se oía una suave melodía, entró a una habitación espaciosa finamente decorada; la gran cama resaltaba en el centro y sobre una cómoda, una botella de vino y dos copas esperaban para ser bebidas, pero el dueño de sus pensamientos no se veía por ningún lado. Entonces su móvil vibró y ella lo revisó

-"mientras me reúno contigo, bebe un poco de vino"

Sonriendo hizo lo que se le sugería; pero cuando llevó la copa a los labios, unas manos se ciñeron a su cintura y sin reparos la recorrieron hacia arriba hasta posarse sobre sus pechos, haciendo que casi volteara la copa en la alfombra, emitió un gemido ahogado y arqueó el cuello mientras Doug hundía su cabeza en él

- ¡¿Qué... que haces Doug?! – pero su voz sonó tan dispersa, que pensó en lo inútil que era esa pregunta

- algo que he deseado hacer desde el sábado; necesito estar contigo, ahora; necesito sentir toda tu piel pegada a la mía. Desde que te toque la primera vez, tu piel le ha enviado a mi piel mensajes que me encienden por completo, solo basta tocarte y estoy perdido

Ella no respondió, solo se movió contra él y mientras él gemía por ese contacto, ella se bebió el resto del vino de su copa y luego la regresó a la cómoda, necesitaba las manos libres para poder participar con libertad de esa segunda vez en los brazos de Doug.

Él, por su parte, con manos expertas empezó a desnudarla, sin mucho afán, se había propuesto darle algo que no pudiera olvidar tan fácilmente; mientras su mano apartaba un obstáculo de tela, su boca seguía probando la suave piel que quedaba expuesta.

Allison se daba cuenta que su bien construido control se estaba yendo lejos de ella, su real inexperiencia estaba apareciendo y eso no era lo que ella quería, pero debía reconocer que la destreza de Doug era difícil de superar; decidió que mejor y disfrutaba, él era el maestro y ella sería la obediente alumna.

Doug se tomaba su tiempo para llevarla a cúspides de puro placer; terminó de sacarle la ropa y la levantó en sus brazos para luego depositarla sobre la cama; Allison lo vio por entre las pestañas, con deseo ardiente pero él aún estaba vestido; claro que enseguida empezó a ponerle remedio a eso, una a una, sus prendas fueron a parar a la alfombra y la joven pudo contemplarlo en todo su esplendor.

Allison pensó por obvias razones, que no había un hombre más bello que el que tenía frente a ella; cada segundo se sentía más perdida, desesperada, se pasó las manos por el cuerpo deslizándolas con lentitud, haciendo que Doug gimiera ante la provocadora visión; el hombre no quiso prolongar más el sufrimiento y se unió a ella en el lecho, poniéndose de inmediato entre sus piernas para luego entrar en ella con lenta firmeza iniciando enseguida una muy antigua danza donde sus cuerpos se movían con el suave vaivén de la pasión, que amenazaba con consumirlos, para luego explotar entre gemidos; ella sintiendo que se fragmentaba en tantas partes que tardaría mucho en volver a juntar; él, sintiendo que había caído prisionero sin remedio, víctima del embrujo obrado por esa hermosa mujer en sus sentidos.

DE TU PIEL A MI PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora