CAPÍTULO 7

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Cap. 7

Parker Jacobs, adicto al juego, a la meta y a las mujeres; quien por más de 5 años había vivido una doble vida; por un lado el amigo de Allison Harper, atento, generoso, cariñoso y dispuesto a ayudarla en lo que pudiera; pero por el otro lado, su lado oscuro, su verdadero ser, era un traficante de poca monta, y a la vez un proxeneta sin escrúpulos; cuando supo que Allison viajó a Filadelfia, encontró el perfecto motivo para hacer lo que siempre había deseado con ella desde que lo rechazara años atrás, explotarla sexualmente; creía que en la joven tenía una mina de oro y no la desaprovecharía; por esta causa, en cuanto dejó sus negocios en manos de un socio, viajó y una vez en la ciudad, buscó los contactos adecuados que lo llevaron al cliente perfecto a quien le vendería a la joven; no le costó convencer al sujeto, dada la fama que este tenía.

Tuvo que comprobar de primera mano que Ronald Cahill, era un tipo de cuidado, los golpes en su cara y un par de costillas rotas lo atestiguaban; cuando no encontró a Allison la noche anterior, se desesperó terriblemente, luego cuando Ronald pasó a recoger la mercancía prometida, tuvo que explicarle que había desaparecido, pero el hombre demostró que con él no se jugaba, lo subieron al auto y lo llevaron fuera de la ciudad donde los golpes fueron todo un coctel.

Con una sonrisa cínica, y muchos deseos de venganza, marcó el número por medio del cual conectaba con Ronald, pidió una cita con el hombre ante las burlas de los secuaces de aquel que lo creían muy estúpido por atreverse a llamar nuevamente.

- ¿Qué quieres Parker? – Dijo Cahill al teléfono – al parecer no te quedó clara la lección, no sigas jugando conmigo

- tiene que entenderme señor Cahill, estos golpes los tengo que desquitar de alguna forma; encontré a la chica; fue un mal entendido; no sabe ni sospecha nada; la llamaron del trabajo y tuvo que irse, no me encontró en la mesa y por eso no supe que partía; está en Seattle por trabajo, regresa el martes en horas de la tarde y ha prometido verse conmigo para compensarme

- está bien; voy a darte otra oportunidad; si la mujer me gusta, te duplicaré lo que acordamos antes; solo no falles de nuevo porque no vivirás para contarlo. Ven a verme y tráeme un buen regalo, te tomas un trago conmigo y esperamos hasta el martes a la chica que te va a introducir a mi mundo

Parker colgó, sonrió con perversión y luego se puso manos a la obra; debía conseguir un par de chicas cualquiera para llevárselas a Ronald, sabía que ese era el regalo que le había pedido.

...

Entre tanto, Madison y Allison mantenían una larga conversación llena de emotividad, después de que se contaran lo que sabía cada una de ellas de lo que fue su familia, su propia vida con todos sus altibajos, procedieron a hablar de las cartas, mientras Madison las leía

- fueron escritas por mi madre cuando yo tenía 2 años; durante diez años las estuvo enviando, dos por año; hay 3 cosas que se esclarecen a través de ellas, una, que tú también eres hija de Julia Harper, dos, que papá jamás quiso abrirlas, y por último, mamá nunca me menciona en las cartas; se deduce que mi padre no supo que ella estaba embarazada al irse y por ende, jamás supo de mi existencia

- es todo tan confuso y a la vez tan claro; somos hermanas por completo, papá y mamá se amaban pero tenían diferencias irreconciliables que los obligaron a separarse; papá se quedó conmigo y prohibió a mamá acercarse a mi considerándola una mala influencia en mi vida; mamá se fue embarazada de ti y te mantuvo en secreto al parecer por temor, según la historia entre ellos, a que la separaran de ti también – concluyó Madison después de leer algunas misivas

- eso es lo que también yo he pensado, aunque te confieso que al comienzo pensé que mamá realmente no me quería y que por esta causa no me mencionaba en las cartas

DE TU PIEL A MI PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora