CAPÍTULO 5

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Cap. 5

Era viernes, Allison se preparó para salir con su amigo Parker; vestía un pantalón negro de lino y zapatos no muy altos, llevaba una camisa roja de tirantes y una chaqueta negra y el abrigo de paño; Parker le había dicho que irían a un bar frecuentado por gente de negocios, eso no representaba para ella ningún inconveniente.

Unos minutos antes de las 9, estaba en el lugar indicado por su amigo; este la esperaba en una mesa algo apartada y ella solo debió seguir sus indicaciones para llegar hasta él.

- luces bien; pero hubiera sido mejor si llevaras un corto y sexi vestido que no ocultara tu silueta

- ¿Qué te ocurre Parker? – el muchacho se puso un tanto nervioso, nunca antes le había sugerido algo como eso a su aparente mejor amiga – unos pocos días en la ciudad y empiezas a tratarme como a una...

- olvídalo Alli, fue un desliz, no tienes que decir nada – le sonrió con una velada disculpa en sus ojos – ¿Qué quieres tomar? ¿Qué tal un Martini?

- no, prefiero un Dama Blanca, por favor – el hombre pidió lo que la chica dijo y luego le dijo

- háblame de tu trabajo aquí, y a propósito ¿Dónde estás viviendo? – Allison por un momento dudó, era su mejor amigo pero no quería adelantar la información de la investigación sobre su familia con nadie, optó por mentir

- por ahora vivo con una buena mujer de nombre Celine – la mujer le había contado que su hermana había compartido su casa y quiso usar esa información para salir del paso, ya después cuando todo se aclarara se disculparía con Parker – y trabajo en una firma de abogados, precediendo un proyecto de bienestar laboral; pero no hablemos de mi trabajo, he tenido demasiado de eso esta semana y aun parte de la anterior; mejor cuéntame ¿Qué pasó con esa chica morena con la que estabas saliendo cuando me fui de Altoona?

- lo de siempre, ya sabes; un par de citas y se dejan hacer lo que uno quiera; después de eso pierdo el interés – Allison conocía este proceder de su amigo, pero aunque no lo compartía, tampoco era que fuera a dejar de hablarle por hacer esas cosas, después de todo, no era el único hombre que actuaba de manera similar; aunque si era el único al que se lo decía sin que ella saliera corriendo; además de que era su amigo

- no te cansas de hacer eso ¿Por qué no te buscas una chica decente y estableces una relación basada en algo más que el sexo?

- ¿te estás ofreciendo? – dijo sonriente

- te lo digo en serio, no eres un niño; deberías dejar de usar a las mujeres de esa manera

- cariño, yo no las obligo a nada, ellas tampoco buscan un compromiso serio, solo diversión ¿y quién soy yo para negársela?

Un par de horas más tarde, Allison recibió una llamada de su madre y se alejó de la mesa para responder; solo intercambió un par de frases con ella ya que por el ruido no podía hablar mucho, quedó de llamarla en la mañana y regresó a la mesa pero Parker no estaba allí; entonces decidió ir al servicio; solo que al llegar descubrió que habían varias mujeres haciendo fila para ingresar; de manera disimulada se fue acercando al servicio de los hombres con una sonrisa maliciosa; se imaginaba contándole a Parker su hazaña, cuando volviera a la mesa; el reiría recordando otra ocasión cuando ella había hecho algo similar.

Una vez dentro buscó un cubículo limpio y entró sin ser descubierta, pero cuando ponía su bolsa en un gancho escuchó la voz de su amigo Parker que hablaba con alguien por móvil sobre una transacción que harían al salir de ese bar

-tan pronto salgamos de aquí tendrás tu mercancía, limpia, fresca y sin estrenar – dejó salir una sonora risotada, esperó tal vez la respuesta y continuó – sí, está conmigo en la mesa junto a la ventana; es tal como te dije, absolutamente hermosa; su nombre es Allison, es de provincia, solo tiene a su madre que no tiene ni dinero ni tiempo, ni habilidades para buscarla... - volvió a esperar para escuchar mientras las emociones se mezclaban en la mente de Allison ¡no podía ser! ¡¿Qué rayos estaba ocurriendo?! De pronto escuchó a su amigo continuar – quiero los quinientos mil billetes al salir, los necesito; sabes que lo vale, vas a tener a una virgencita tal como me pediste, y no una cualquiera, es estudiada, inteligente y refinada, además de su belleza – otra pausa – bien, en 15 minutos saldré con ella, me alejaré de la entrada del bar hacia la derecha y tú la meterás a tu auto sin pérdida de tiempo; nadie te seguirá, me quedaré para ver de que nadie se interese, eso si te ven...

DE TU PIEL A MI PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora