5.

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-¿No estás muy cansado para conducir? Aún es muy temprano.

-No es la primera vez que hago algo así, no te alteres.

Aún estaba oscuro y los vecinos de Pete seguían durmiendo. Quizá eran las 5:30 de la mañana, hacia un frío espantoso y tenían ensayo a las 7 en la escuela. Tenían que pasar a casa de Tweek para que él pudiera bañarse y cambiar su ropa por algo que lo abrigará más.
La noche habia sido tranquila, y aunque habían sido pocas las horas que habían dormido no era molesto, de igual forma ninguno de los dos solia dormir las 8 horas completas.

El auto comenzó a avanzar, y Tweek trataba de prestar atención a el camino para poder memorizarlo, quizá volvería en poco tiempo. Las manos de ambos estaban heladas, pero aún así sus dedos se tocaban de vez en cuando.
Esperaba que el padre de Stan no le hubiera contado a sus padres que lo había visto deambular en la noche, hacia cosas extrañas cuando estaba ebrio.
Craig le había enviado mensajes mientras dormía. Nada bueno, probablemente había bebido o algo así, algunos eran agresivos, confusos, o insultos a el gótico.

-Puedes esperar en la sala, o en mi cuarto. Quizá mis padres no se hayan despertado aún -Dijo Tweek.

-No gracias, si no soporto a mis padres menos a los de los demás -Estaba apunto de llegar a casa de los Tweak, estacionó el auto enfrente de la casa -Aunque, estoy dispuesto a hacerlo algun día.

Un gran sonrojo inundó la cara de Tweek, sabía que se refería a una relación más formal para ambos, fue lindo de cierta forma para él.
Se inclinó para besar a Pete como agradecimiento por todo lo que había hecho por él.
Fue algo corto y lo que más duro fue un abrazo, las ventanas de auto estaban abiertas y le pedía a Dios que nadie los viera.

-Te espero en el auto.

-¡Trataré de no tardar! -Dijo antes de salir -¡Si el padre de Stan está ebrio cierra las puertas y las ventanas! -Siendo su vecino había aprendido una cosa o dos sobre esa clase de seguridad.

Predio un cigarrillo, era mejor mantener la ventana abierta para que el humo no se quedará en el auto.
Al revisar la cajetilla se dió cuenta de que faltaban muchos, y esa semana no había fumado tanto.
Probablemente el fantasma de Édgar Allan Poe había estado revisando sus cosas otra vez.

Maldecia el hecho de haberlo invocado, porque después de eso no había regresado a el lugar en donde se supone que debería estar.
Usualmente estaba en su casa, al haber sido el una de las personas que lo había invocado. Otras veces estaba en en casa de Mike, de Firkle, o alguna de las otra persona que había estado presente en la invocación.
Seguía disfrutando lo que en vida había escrito, pero como persona era hasta más irritante que el.

-¡Holaaa!

Una voz lo hizo salir de sus pensamientos y casi saltar por la interrupción. Había un hombre adulto que lo están viendo desde afuera del auto. Tenía el cabello castaño y un poco risado, y por su aspecto parecia haberse levantado hace un rato.

-¡Maldición ¿Qué es lo que quiere?!

A pesar de la grosera pregunta y tono de voz el hombre estaba sonriendo como idiota. Lo miraba atentamente, y el otro solo quería que dejara de hacerlo.

-¡Nada realmente!, Hablar contigo -su voz tenía un tono relajado y feliz- ¡Te Vi desde la ventana abrazando a mi hijo y me pareció grosero no saludarte!

-Oh Dios -Cubrio su cara con una de sus manos -Eh, los siento, no sabía que era el padre de Tweek.

-¡No hay problema!, ¡Yo tampoco te conocía! -No era una persona para nada reservada - ¿Estan en la misma escuela?, ¿La misma clase?

C O S S •Creek•Petweek•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora