Capítulo 1

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Frío
Aquel escalofrío que me recorre aunque tenga mi suéter favorito conmigo, el día a iniciado normal ya que para estás fechas la temperatura baja, en el aula solo se encuentran mis compañeros sin supervisión, como siempre, una aberración, a lado mío está Abril misma que no para de titubear sobre el nuevo libro que comenzamos a leer, noto repentinamente cuando un silencio se expande en el salón, mi falta de atención no me ayudo en el momento que entró el profesor el cual explica la próxima actividad y yo no entendía nada de nada.

Todos empezaban a  2 formar filas mixtas, es decir, me colé en la segunda donde se encontraba German y en frente de este se encuentra situado y a lado mío, Cárter, el profesor empezó a parlotear y nos dio a todos vasos desechables.

Entonces todos comenzaron a pasarse un vaso con una bolita de plástico que flotaba, tenían que soplar y se pasaban la bolita y luego el agua.
Y mi cerebro se enciende, Carter a mi y yo a Germán, ¡rayos! ¡Carter a mi!.

Empiezo a sudar, tengo un tremendo calor a pesar de qué hay fresco, siento el estómago como un enjambre de abejas, oigo mi corazón en los oídos. No sé si Germán lo notó por qué me mira de forma divertida, yo no sé que pensar, Carter se voltea a mi y yo me convierto lentamente en una piedra, solo puedo pensar en él frente a mí, e inmediatamente pienso en mi cara en este momento, seguramente tengo cara de tonta porque me hierve el rostro y una escurridiza gota de sudor que cae desde mi cabello a mi sien.

No puedo dar ni una buena impresión a mi crush. Me observa de forma curiosa, el tiempo pasa lento como si estuviéramos en una burbuja.Él se inclina juntamos vasos, el sopla y su aliento me choca en el rostro,ahogo un suspiro y lo suelto lentamente por la nariz. Pasa el agua y se voltea sin inmutarse por mi.

Se lo pasó a German de la manera más rápida posible. ¿Por que él es tan serio?. ¿Porqué?.

Amo su seriedad, el hecho de que no se deja controlar por sus emociones, pero también lo hace más difícil acercarse a él. Y es de una forma que te dan ganas de tirártele encima y darle pescozones hasta que no respire.
Es sumamente frustrante.

—Atenta— el susurro me causa un estrépito espanto, de por sí soy muy fácil de asustar, por lo que doy un pequeño brinco.
Volteo y Germán ya está dándose la vuelta para que le pasen la bolita y el agua. Siento mi corazón parar por un microsegundo, pues de un momento a otro yo tendré que pasársela a Carter, otra vez, juntos, de nuevo.

Puedo ser un poco exagerada, aunque a fin de cuenta a él le he puesto mi ojo de halcón encima. Es tan perfecto que incluso cuando hay calor en la estación veraniega no suelta ni una gota de sudor, o cuando estamos en pleno examen de matemáticas, es tan acertado en todo, es más, si le preguntan de qué color es la tinta del lapicero y él dice que es verde, todos creen que es verde aunque sea azul, sencillamente perfecto.

German da la vuelta con una sonrisa satisfecha en el rostro mirando fijamente a la pequeña bola flotando en el vaso, se acerca a ella mientras juntamos vasos, al soplarle, cae directamente en el mío dándome la gran dicha de saber lo que sucederá, tal vez no sobreviva para contarlo.

Con los nervios de punta a más no poder, doy la vuelta tiesamente encontrándome con esos ojos ambarinos tal expectantes en cuando se refiere a la gran parte del tiempo. En cuanto juntamos vasos creo que posiblemente desmayare y resbalaré para morir ridículamente frente a mi crush.

Al soplar a la pequeña bola, esta de va de lado cayendo al suelo, y eso no es lo peor a pesar de las quejas gritadas con un par de insultos del resto de los chicos, si no que los ojos de Cárter son de dicha diversión, recibe la pelota y la coloca de nuevo en mi vaso, pacientemente, soplo nuevamente pensando en que si me hubiera lavado los dientes en la mañana, y se vuelve a caer la maldita bola, los chicos vuelven a gritan y me pongo nerviosa, ni siquiera sabía que éramos un equipo y que gracia a mi perdimos olímpicamente.

Al salir de la clase me siéntelo completamente ridícula, Abril se me acerca justo en la Estrada de otro salón.

—¿Que te paso?. Estas completamente roja— dice mientras examina por completo mi rostro.

Otro punto importante que debo resaltar, mi padre me compro una mascarilla de carbón activo por elección mía, lo que descubrí, es que tengo la piel sensible y me colora la cara impresionantemente exagerado, así que es otra de las cosas en las que analizo de mi posible ridiculez.
—No es nada, seguramente es por el calor— y mientras me encojo de hombros entro a otra clase

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⏰ Última actualización: Apr 03, 2020 ⏰

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