Trees [muke]

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La letra en negrita pertenecen a la canción Trees de Twenty One Pilots.

(Este os posee dos puntos de vista: el primero de Michael y luego de Luke.)

Michael

Yo sé en dónde te paras

Lo vi por primera vez en el hospital, ojala supiera que hacía allí o siquiera el sonido de su voz desde cerca, porque a lo lejos parecía bastante bonita.
Lo único que sabía era que su nombre era luke, lo había escuchado hace dos días cuando una mujer que debería ser su madre lo llamo para que cruzará el pasillo y juntos pudieran irse por la puerta principal.
Los primeros días nerviosamente lo busque en mi área, deseando que no estuviera tan mal como yo para estar allí.

Silencioso en los árboles
Y es allí en dónde me encuentro

Cada día pasabas junto a mi y unas repentinas ganas de levantar el brazo y detener tu rápido caminar me envolvía pero jamás llegue a hacerlo, él pasaba muy lejos y mis brazos no lo alcanzarían o muy cerca lo que me daba vergüenza.

Silencioso en los árboles

Algo en él me llevaba a querer hablar, aunque mi garganta dolia por el constante aire acondicionado de la sala de espera en la que escogía una silla y lo esperaba.
Aunque solía regurrir al aérea de maternidad desde hace muchísimo antes, algo en la cara de los padres y los familiares me recordaban lo contrario de la de mi familia aquella noche en que mis pulmones dejaron de funcionar tan bien.

¿Por qué no hablarás
en donde estoy?

Cada día recuerdo tus pasos o la manera en que tus brazos se movían al rededor, tocando tus rulos largos o tocando a otras personas. Estaba nervioso y realmente esperaba que nada sucediera con el pequeño bebé por el que venías todos los días. Cinco días era mucho tiempo para recurrir a aquel enorme lugar tan lleno de malos recuerdos.

Silencioso en los árboles
Parado cobardemente 

En aquello era lo que solía pensar antes de que llegara, los malos recuerdos. Al caminar por diferentes alas acompañado del carro de oxígeno sólo podía ver y pensar en que en algunas de esas salas grupos de personas lloraban la muerte. Por eso solía transitar sólo aquella sala en donde él solia bañar todo de luz, ahí sólo había vida. Vida y unos pocos árboles que dejaban de serlo por un momento.

Puedo sentir tu respiración

Recuerdo a mi madre enojada por aquel pequeño apodo infantil que utilizaba con todas las personas, menos con luke. Ellos eran como árboles, si bien respiran oxígeno y desechan dióxido de carbono sus vidas son una representación de ellos, de los árboles. Piensan que pueden moverse o cambiar el rumbo de las cosas pero no es así, sólo es viento pasando por sus hojas.

Puedo sentir mi muerte

Todo y cada uno de esos árboles poseen un destino largo y tedioso y por eso yo no podía ser uno, mi destino no era largo pero si tedioso. Mis raíces se cortaría a cortar edad, dentro de un par de meses o incluso dentro se unos días. Todos ellos eran árboles y yo era sólo una simple flor que dura una sola temporada. Decirles árboles en realidad para mi no era más que un halago.

Quiero conocerte
Quiero ver
Quiero decir "hola"

Pero jamás podría decirle aquel halago viendo, por lo que se podía ver desde mi distancia, sus ojos azules. Porque yo era un flor y el no un árbol, él era algo muchísimo más vivo, él era un pequeño pajarillo destinado a volar. Él no merecía mi hola o mi simple existencia porque estaba seguro que algo en sus ojos de libertad se apagarla al ver la crueldad de algunas vidas.

Luke

Hola
Hola
Hola

El chico de cabello rubio dejo de presentarse en la sala.
Debería haberle hablado hace unos días pero calum sólo me daba una mala mirada cada vez que lo insinuaba, no entendía su enojo hasta que el segundo día en aquella sala golpeó mis costillas con su huesudo codo y me exclamó que dejará de ver el oxígeno que él chico tenía conectado.

Na na na na na na na na
Na na na na na na na na
Na na na na na na na na
Na na na na na na na na

Pero yo no lo veía por su oxígeno, lo veía por sus ojos que me veían pasar.
Ojala hubiera llegado a tocar mi brazo aquella vez en que lo estiro en mi dirección.

Yo sé en dónde te paras

Pero jamás volvió a mostrar sus ojos tristes o su cabello despeinado por los dos días que duró la semana allí. Deberían irse, la hermanita de calum estaba perfectamente y yo a mis cortos diez años no podía encontrar una excusa para venir a verlo a aquel niño.

Silencioso en los árboles
Y es allí en dónde me encuentro
Silencioso en los árboles

Aunque tal vez estaba equivocado, tal vez no iba allí a verme pasar cada día y verme charlar con calum. Él parecía mucho más maduro, tal vez en sus 14 años yo era demasiado pequeño y un manojo de energía infantil como para merecer su mirada.
Esa tristeza que volvían sus ojos más oscuros y lo sabía ya que en sus fotos de niño aquella oscura capa de realidad aún no se había instalado en su cuerpo.

¿Por qué no hablarás
en donde estoy?

Aquél día en que el doctor sólo miro a mi madre y me diagnosticó sentí mi propia vida cayéndose a mis pies.
Luego de unas horas, al llegar a mi hogar un rostro inexpresivo me devolvió la mirada en el espejo.
Aquello era lo que tenía el chico de cabellos rubios, tal vez no en su sangre pero si en sus pulmones. Cáncer.
Unos meses después los tratamientos me dieron aquella tristeza y madurez de sus ojos perdidos, podía verlo en el reflejo de mi madre que me veía con compasión y me trataba como si fuera una simple gripe.
Comenzamos a frecuentar unas clases de apoyo para madre e hijos o hijas y justo cuando parecía que él recuerdo de tu mirada se borroneaba en mi memoria una foto suya pareció en la manos de una de las mujeres. En todo esos años esperaba que estuviera bien, que sólo se hubiera cansado de verme y de mi cobardía. Pero no, había muerto aquella semana y su madre lo relataba dramáticamente mientras mis lágrimas caían en mis rodillas y las de ellas en su foto. Como si él también llorar a al vernos hacerlo.

Silencioso en los árboles
Parado cobardemente 

Comencé a volverme silencioso. Mi madre hablaba lo suficiente por mi.
Aún no comprendo como es que cada día él se paraba en una de estas habitaciones blancas en que ahora yo tengo mi propia camilla y iba en mi busca. No entiendo como llevaba este dolor en el pecho, un dolor que sólo podía interpretarse como miedo a la muerte inminente.

Puedo sentir tu respiración

Puedo sentirte Michael, o así tu madre te había llamado hace unos meses.
Puedo sentirte mientras mis párpados se vuelven pesados y mi madre llama a gritos a un doctor.

Puedo sentir mi muerte

Estoy muriendo y de alguna rara manera tu mano estirada hacia mi cuerpo me lo decia. Pero no sentía aquello que tanto había temido durante años, una muerte dolorosa y oscura, tal vez por la razón de que mi vida ya había sido suficiente de ambas cosas.
Ahora él tenía 17 y la tristeza con lo que conocí pareció irse al verme, como un relámpago que jamás deberías haber ocupado un lugar en sus ojos.
Deberia sentirme mal por dejar todo aquello atrás pero algo en sus manos y su rostro me reconfortan.

Quiero conocerte

Merecemos conocernos, merecemos tocarmos y conocer nuestras voces, aunque estoy seguro que él ya había conocido la mía.

Quiero ver
Quiero decir "hola"

-hola, luke.- su voz sono como un coro de angeles pero estoy basta seguro de que aquello no tiene relación con que ambos estemos muertos.

Na na na na na na na na
Na na na na na na na na
Hola
Hola
Na na na na na na na na
Na na na na na na na na
Hola
Hola

No me interesaba ver a mi alrededor y conocer de lo que muchísimas gente especulaba. Mi cielo esta frente a mi y acabo de conocerlo.

songs/ OSs mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora