capitulo 4

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-Sunjin... puedo preguntarte algo?

Minpyo se hallaba sentada en la alfombra, frente a ella sus bebes jugaban con unos muñecos articulados, sus ojos estaban puestos en su hermana pero sus manos seguían moviendo una cuna de juguete en la que reposaba una muñeca de trapo, la cual se hallaba durmiendo la siesta, según le dijo su pequeña hija, o estaba acostada con gripe, según su hijo, ambos de 2 años de edad.

-dime.

La muchacha se sentó en el sofá, su sobrino se acercó a ella para que lo cargara, cosa que desato que su sobrina también lo hiciera. Así acabo con los gemelos sentados en su falda.

-No has salido con nadie desde... desde lo que paso con Kyuhyun?

-No...-negó lentamente con la cabeza- no me siento preparada para otra relación.

-JinJin... tu amabas a Kyuhyun... porque lo hiciste?

-no lo sé...

-esa no es una respuesta.

-no lo sé, solo lo hice...

La mayor se puso de pie en silencio, hizo que sus hijos se bajaran de la falda de la muchacha que permanecía con la mirada puesta en el suelo, los tomo de la mano y rodeo el sofá con ambos para dirigirse al baño, ya era hora de ducharlos. Pero antes de irse se detuvo con una idea asaltando su mente, aun dándole la espalda a su hermana dijo.

-Sunjin... has de tu vida lo que quieras, pero no lastimes a Yesung como lo hiciste con Kyuhyun... no sé si su corazón pueda resistir otra decepción.

La menor no contesto, así que su hermana se marchó con los niños. Sunjin permaneció allí, sentada inmóvil, las lágrimas amenazaban con salir, pero las contuvo, nunca quiso hacerle daño a Kyuhyun, pero lo hizo... no haría lo mismo con Yesung.

















-así que hoy saldrás con mi mini cuñada escandalosa?

Se encontraban en el patio del colegio, sentados en un viejo banco de madera, los arboles teñían todo de un color naranja, las hojas cubrían el suelo casi en su totalidad por más veces que el jardinero las barriera. Llevaban muchos años trabajando en aquel viejo colegio, pero aun así, les seguía pareciendo extremadamente hermoso. Con sus 3 pisos, sus paredes blancas, sus columnas y escaleras de mármol, las ventanas altas y las puertas de doble hoja, los pasillos tan largos que parecían eternos, los techos tan altos que hacían que el eco retumbara por cada rincón cuando se hacía un silencio total. Pero nada era tan hermoso como el patio, con sus árboles, sus bancas de madera, y la fuente con estatuas exactamente en el medio. Todo transmitía una tranquilidad surrealista.

-eso creo... iremos a cenar al restaurant que está cerca de casa.

Donghae asintió lentamente y se inclinó hacia adelante apoyando sus antebrazos sobre sus rodillas.

-Jongwoon, escucha...

Yesung se paralizo de repente, Donghae nunca lo llamaba por su nombre, cuando lo hacía significaba que algo malo pasaba. No se atrevió a pronunciar palabra, así que permaneció en silencio esperando a que su amigo continuara hablando.

-llevas años sin salir con nadie, llevas años cerrado, ahora por primera vez te estas abriendo a alguien, y me encanta ver que buscas ser feliz nuevamente- hizo una pausa, clavo la mirada en el suelo con un leve suspiro- solo no te enamores, no te entregues en cuerpo y alma, no quiero verte sufrir nunca más.

Yesung no sabía que decir, por un segundo pensó que su amigo estaba llorando, era muy sensible y lloraba todo el tiempo, pero no, estaba en perfecta calma.

One more chance [yesung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora