capitulo 3

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-claro que no lo olvide.

Una sonrisa se formó en los labios de Yesung a pesar de la confusión, no entendía que hacia Sunjin en casa de su amigo, y menos aun entendía porque su corazón latía de tal forma que parecía que iba a salirse de su pecho. Donghae miraba la escena sonriendo con la boca entreabierta.

-que emocionante, no entiendo nada pero que emocionante.

-Sunjin? Eres tú?

La voz de Minpyo llego desde el interior de la casa, seguido de sus pasos acercándose.

-somos nosotros corazón- dijo Donghae entrando a la casa, dejando a su amigo y su nueva acompañante allí de pie. Se encontró con su novia y deposito un tierno beso en sus labios, la bajita miro la escena que se desataba en la puerta de su casa sin comprender que sucedía.

-que está pasando?

-no lo sé pero es como una película de los 80'

-Sunjin, invita a Yesung a pasar, quieres? Donghae y yo iremos a preparar un café.

La muchacha lo arrastro a la cocina mientras el chico se quejaba diciendo que quería ver qué pasaba. Pero no existían protestas cuando Choi Minpyo se ponía firme. En cuanto la pareja desapareció al otro lado de la sala, la joven del cabello castaño miro al alto con una sonrisa divertida.

-así que...Yesung? Quieres pasar?

El mayor contesto la sonrisa con una suave risita.

-si Sunjin, sería un placer.

Pero ninguno de los dos se movió, permanecieron allí, de pie, mirándose a los ojos sin dejar de sonreír, ninguno entendía que estaba ocurriendo, pero tampoco querían entenderlo. De repente frías gotas de lluvia comenzaron a caer mojando lentamente al chico que se encontraba de pie en la puerta. Sin dudarlo la bajita abrió el paraguas y lo puso sobre la cabeza del otro protegiéndolo de la lluvia.

-es más que seguro que lo necesitas más que yo- susurro retomando las palabras del joven.

Aun sin quitarle los ojos de encima, Yesung llevo su mano al paraguas para tomarlo, pero al hacerlo rozo accidentalmente los dedos de la joven recibiendo un escalofrió que lo recorrió de pies a cabeza. De repente la situación se volvió incomoda ya que ambos desviaron la mirada permaneciendo en silencio. No sabían que decir o hacer, el contacto piel con piel, los había llevado a otro extremo, ese incomprensible escalofrío los había hecho sentir de tal forma que no sabían como reaccionar.

-creo que deberíamos entrar- dijo ella al ver que cada vez llovía más fuerte.

Yesung solo asintió, cerro el paraguas y entro cerrando la puerta tras de sí. Dejo el paraguas mojado junto a la puerta y camino siguiendo a la joven a la sala donde ya estaban los dueños de casa con el café sobre la pequeña mesa que se hallaba frente a la estufa.

-Yesung, veo que ya conoces a mi hermana, Sunjin.

-hermanas? Wow... no sabía que tenías una hermana.

-media hermana menor- corrigió la chica mientras se sentaba en un extremo del sofá.

Menor? Que tan menor?

Se preguntaba Yesung inconscientemente, camino hasta el sofá y se sentó en el extremo opuesto, aun en silencio tomo una taza de café y bebió un sorbo. Donghae se acomodó en el sillón que estaba junto a su amigo, apoyo los codos sobre el posa brazos y recostó el mentón en sus manos unidas, tal y como hacían sus jóvenes estudiantes intentando atraer su atención mientras mostraban con descaro el escote.

-y como es que ustedes se conocen?

-es el dueño del paraguas- soltó Sunjin con la boca llena lo cual hizo que recibiera una mirada asesina por parte de su hermana.

-nos encontramos en medio de la tormenta y como ya estaba cerca de mi casa le ofrecí mi paraguas.- dijo Yesung con tranquilidad.

Minpyo contuvo una sonrisa y asintió lentamente evitando mirar a los demás, todos permanecieron en silencio un momento hasta que Donghae soltó algo que los hizo reír a todos.

-MinMin, puedes encender las luces, está muy oscuro.

-amor...-la chica se puso de pie y se acercó al confundido Donghae que no entendía porque todos se estaban riendo de él, hasta que Minpyo le quito suavemente los lentes de sol- mejor?

-ohhhh- el muchacho sonrió al ver que la sala estaba perfectamente iluminada.

Y así transcurrió la noche, entre bromas y charlas la lluvia ceso y las estrellas comenzaron a iluminar el cielo. Yesung miro la hora en su reloj antes de ponerse de pie.

-creo que es hora de que me marche.

-no te quedas a cenar?- pregunto su amigo algo decepcionado.

-no, tengo muchos exámenes para corregir, pero gracias.

-Sunjin, acompáñalo a la puerta por favor- las palabras provenían de una sonriente Minpyo.

Ninguno de los dos se negó. Yesung se despidió de sus amigos y se encamino a la puerta siguiendo a la joven muchacha que al llegar giro el pomo y salió fuera de la casa no sin antes tomar el paraguas negro en sus manos.

-creo que eso es mío.

Una sonrisa iluminaba el rostro del chico, su labio inferior temblaba un poco, en parte por el frio, en parte por los brillantes ojos de la joven que lo miraban con una fijeza inmutable. La chica le extendió el paraguas para que lo tomara, en el momento de hacerlo sus manos se rozaron, un escalofrió los recorrió a ambos, pero esta vez no hubo incomodidad alguna, solo tímidas sonrisas y mejillas sonrojadas.

-te veré mañana?

Yesung no podía creer que esas palabras hubieran salido de sus labios, estuvieron rondando su mente durante toda la noche, pero nunca pensó decirlas. En cambio, ellas surgieron antes de que pudiera detenerlas, y no se arrepentía de ello.

-viviré aquí durante un tiempo, así que creo que nos veremos a menudo- se encogió de hombros un poco tímida.

-hablo de vernos, tu y yo, para cenar si quieres...

-como una cita?

Parecía repentinamente emocionada, como una niña pequeña, lo cual la hacía ver aún más tierna ante los ojos del muchacho. Sin dudarlo, siguiendo sus impulsos dio un paso al frente quedando a pocos centímetros de la joven, apoyo su mano derecha en la mejilla de ella de forma delicada, pudo sentir como ella temblaba, sus ojos estaban tan brillantes como las estrellas, su hermosa sonrisa se desvaneció y fue remplazada por un expresión tranquila, con los labios apenas separados, a esa distancia Yesung podía oír su respiración resbalar entre sus labios. La sonrisa del chico se volvió más pequeña, casi imperceptible, pero seguía allí, sus ojos se fijaron en los de ella, el contacto visual hizo que el también comenzara a temblar, por un segundo su mirada se desvió a los labios rosados de la más bajita, pero inmediatamente volvió a sus ojos, estaba como hipnotizado, tanto que su voz se convirtió en un susurro.

-es una cita.

Sus palabras salieron tan suavemente que por un segundo creyó que no las había pronunciado, a pesar de eso no se atrevió a repetirlas, simplemente deposito un beso en la frente de Sunjin, rápidamente se separó de la chica que aun permanecía quieta y en silencio, alejo su mano del rostro ajeno dejando un tierna caricia, antes de marcharse sin mirar atrás.

One more chance [yesung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora