Capitulo 1

859 59 0
                                    






Afuera no había ni un alma, Yesung caminaba en total soledad por la acera mojada que brillaba bajo la luz amarillenta de los focos, hacia aproximadamente una hora que había parado de llover, pero aun asi llevaba un paraguas en su mano, aunque seguramente si se lanzaba a llover no abriría, no le importaba mojarse, no le importaba nada.

Una brisa fría se colaba entre las hojas secas de los arboles haciendo un sonido como el del papel al ser arrugado, sus pasos apenas hacían ruido sobre la acera embaldosada, todo a su alrededor irradiaba paz...pero su corazón no estaba en paz, desde hacía mucho tiempo ya no estaba en paz. De un momento a otro frías gotas de lluvia comenzaron a caer a su alrededor, sin embargo continuo caminando como si nada, en menos de 5 minutos su chaqueta estaba totalmente mojada y su cabello negro comenzó a gotear sobre su rostro, pero aun así, continuo su camino. La lluvia no le permitía ver bien, estaba a 3 manzanas de su casa, en parte no quería llegar, allí solo lo esperaba el silencio de una casa vacía, continuo avanzando con la mirada puesta en el suelo, las gotas de lluvia caían en los pequeños charcos dibujando círculos que se expandían lentamente de forma concéntrica, las primeras hojas secas comenzaban a caer lentamente, siendo arrastradas por la suave brisa en una danza solitaria hasta que tocaban tierra y continuaban su camino flotando por la calle que comenzaba a llenarse de agua a los lados. En la esquina torció a la derecha, solo dos manzanas más y estaría en su casa, comenzaba a sentir escalofríos, toda la paz se vio interrumpida por un estornudo, seguramente pescaría un resfriado. Ya estaba cerca, a lo lejos podía ver la parada de autobuses que se encontraba en su manzana, y algo más, una persona refugiada debajo de la misma. Ya no volvió a bajar la mirada, continuo caminando hasta estar a pocos metros de la silueta que ahora cobraba forma, forma de una chica. La muchacha llevaba puesta una chaqueta gris no muy adecuada para un clima lluvioso, el cabello castaño y húmedo le llegaba a los hombros, parecía que estaba tiritando o algo por el estilo. Yesung se detuvo en seco, miro hacia su casa que ya aparecía a la vista, luego devolvió la mirada a la joven, no lo dudo y se acercó a ella.

-disculpa, si estas esperando algún autobús, permíteme decirte que a esta hora ya no pasan.

La muchacha se dio vuelta algo asustada, más que entendible si estás atrapada en una lluvia torrencial en medio de la noche y un hombre desconocido aparece de la nada hablando a tus espaldas.

-no, solo estaba esperando a que la lluvia cesara.

-oh, está bien –estaba a punto de marcharse cuando miro su mano, volvió a mirar a la joven y le extendió el paraguas- toma, tú lo necesitas más que yo.

La muchacha lo miro con desconfianza.

-no, estoy bien, muchas gracias.

Pero Yesung no se dejaría vencer tan fácil, no podía dejarla así sin más, y menos ahora que parecía que iba a desatarse una tormenta.

-tómalo, de verdad, yo vivo allí- señalo una casa blanca que se encontraba a pocos metros de distancia- no sé dónde vives tú, pero si te estas refugiando aquí, es más que seguro que lo necesitas más que yo.

La muchacha se detuvo a pensar un segundo, su mirada paso del muchacho al paraguas, del paraguas a la casa y de la casa de nuevo al chico.

-está bien- lo tomo esbozando media sonrisa- pero te lo devolveré.

Lo abrió y salió a la lluvia. El muchacho la miraba en silencio sonriendo levemente.

-te prometo que te lo devolveré, muchas gracias.

-espera- gritó haciendo que la chica detuviera su marcha- como te llamas?

-Choi Sunjin, te aconsejo no olvidarlo.

Dicho eso la joven le regaló una tierna sonrisa y se marchó a paso rápido en dirección opuesta a la casa del joven que aún no era capaz de pronunciar una sola palabra.

-no lo olvidaré.

Susurro para sí mismo antes de salir nuevamente a la lluvia para recorrer los pocos metros que lo separaban de su casa.

One more chance [yesung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora