Olvidalo y Amame (Segunda Temporada) (GTOP) (YAOI)

Capítulo 18

           

Lo más difícil de esta situación era ver a SeungHyun en el estado en que se encontraba en estos momentos, a mi lado, tendido en la cama de la habitación que Seungri nos facilitó. Verle sufrir, saber que era por mi culpa me hacía sentir la persona más insensible y cruel, se que en el pasado SeungHyun se equivocó tanto como yo, pero él ha estado solo todos estos años, sin el apoyo de nadie, en cambio yo tuve a Edward, a Chaerin y luego a Jennie cuando nació, pero él siempre ha estado, y hasta podría decir que en nuestro pasado, él estuvo solo, creo que siempre lo ha estado. ¿Siempre tuvo esa cara al dormir? Pocas veces pude apreciar su angelical rostro al dormir, y esas pocas veces son las que he tratado de mantener como mi tesoro más grande, pero admito que con los años, los pocos recuerdos de verle dormir se esfumaron, pero ahora podía verle una vez más y es lo más maravilloso en esta vida. Jennie es mi persona importante, una personita que adoro con mi vida, pero SeungHyun... este chico, más bien, este hombre es alguien a quien no pude, ni puedo y seguro jamás podre olvidarle, esta tan dentro de mí que me aterra tener que alejarme, creo que ya no podré irme, no dejando le aquí, solo, no una vez más.

-¿Porque tienes que hacer tantas estupideces SeungHyun? -lleve mi zurda a su rostro, acariciándole con mucho cuidado- ¿sabes cuánto me asuste al no encontrarte? Casi... casi muero del susto, tonto -deje un momento mi zurda sobre su mejilla- Esto solo podre decirlo ahora porque estas durmiendo, pero, me siento nervioso y a la vez contento, recuerdo la primera vez que estuvimos solos en una habitación, fue en la casa de YoungBae, tuve que meterme en tu habitación porque él y Seungri se pusieron calentones en el primer piso, ese día realmente me sentí muy nervioso de tenerte tan cerca y a la vez tan lejos... a pesar de que te había confesado mis sentimientos, sabía que tu seguías amando a... DaeSung y mis esperanzas de que me amaras desaparecían cada día, pero de pronto cambiaste y tu actitud hacia mi fue totalmente diferente, a pesar de que sabía solo me buscabas para tener sexo, yo ya era inmensamente feliz -lleve mi mano a su cabello, comenzando acariciarle, dejándome llevar por mis recuerdos- ¿Recuerdas cuando tuve que hacer de tu tutor? al principio creí que era para fastidiarme o para darle celos a ya sabes quién, pero luego supe que era para tener sexo conmigo, y aunque muchas veces me sentí tu juguete sexual, prefería eso a no tenerte aunque sea en la cama, por cierto, muchas veces interrumpías nuestros estudios para terminar teniendo un glorioso sexo, porque si, el sexo contigo era glorioso, maravilloso, algo inolvidable -por suerte este estaba durmiendo, porque si no, jamás podría confesar algo así, que vergonzoso- por cierto, cuando eras posesivo en el sexo reconozco que me volvía loco, era como... si otro JiYong apareciera, pero definitivamente era lo mejor, aunque a decir verdad, nuestra relación solo se basaba en sexo, hubiera deseado que fuera algo más... bonito -destape a SeungHyun, me saque los zapatos y me acosté a su lado, volví a taparle, pero esta vez conmigo a su lado- Muchas veces quise compartir una cama contigo, sin tener que terminar desnudos y solo disfrutar de tu compañía y cercanía, solo así, mirarnos al estar acostados uno al lado del otro, platicar hasta que nos diera sueño y después que me abrazaras y me hicieras sentir que al día siguiente todo sería mejor que el día anterior.

-Perdóname...mocoso -me sobresalte al escucharle hablar, seguro fingió dormir y escucho todo, le mire atentamente para darme cuenta que si estaba durmiendo y que quizás en reiteradas ocasiones me pidió perdón en sueños.

-Te perdono SeungHyun -acerque mi rostro lentamente y bese sus labios. Esos labios que tanto he anhelado besar desde siempre- Perdóname tu a mi por abandonarte tantos años y por dejarte solo cuando más me has necesitado -una lagrima, que no vi venir, termino salpicando el rostro de SeungHyun, seque aquel liquido lleno de arrepentimiento, acomodándome a su lado, envolviéndome en sus brazos, porque si, ya no soltaría estos brazos, ya no dejaría estas manos solas nunca más, ya no iba a dejar a esta persona que amo más que a nada ni nadie.