Olvidalo y Amame (Segunda Temporada) (GTOP) (YAOI)

Capítulo 17

JiYong POV.

Al bajar del avión, la nostalgia de recordar ciertas cosas que pase en Busan me causo un leve dolor en el pecho, las heridas no estaban del todo cicatrizadas y temí porque se volvieran abrir y a sangrar. No llevaba equipaje conmigo, ya que al abandonar la empresa de SeungHyun, inmediatamente me dirigí al aeropuerto, ya luego me compraría algo de ropa, era lo que menos importaba ahora. No recordaba donde quedaba exactamente la casa de YoungBae, algunas calles y el bus en el que debía de subir para llegar hasta esta, solo esperaba no perderme, y más aun, que SeungHyun estuviera ahí. Después de buscar una hora, logre dar con la casa, pero para mi mala suerte, YoungBae ya no vivía en ella, su madre, quien amablemente me entrego un papel con la nueva dirección de su hijo, platicándome que este se fue a vivir con su pareja hace un tiempo ya, por lo que supuse ese seria Seungri, seguro SeungHyun ya llego hasta la dirección y se encontró con ambos. Una vez que me despedí de la madre de YoungBae, retrocedí un par de pasos, sin quitar mi vista de esta. Cuantos recuerdos, la primera vez que entre a la habitación de SeungHyun cuando solía vivir con su amigo, todo porque YoungBae y Seungri se habían puesto demasiado cariñosos y terminaron haciéndolo en el living, tuve que refugiarme en la habitación de la persona que en ese entonces más nervioso me ponía, más cuando ya le había confesado mis sentimientos.

-No es tiempo para recuerdos -me dije, di media vuelta y me dirigí a la calle principal para detener un taxi y me llevara lo más rápido hasta la dirección que la señora amablemente me facilito- Solo espero no llegar demasiado tarde

Una vez que subí al taxi número cinco, ya que los cuatro anteriores que pasaron no quisieron detenerse, le entregue el papel con la dirección y se dispuso a manejar hacia esa dirección. Busan... tantos sucesos y recuerdos en este lugar, aquí nací, aquí viví con mis padres y aquí mismo me fueron arrebatados, aquí me prostituí y aquí fue donde me enamore por primera vez. SeungHyun fue quien me enamoro con el simple hecho de existir, hubiera dado lo que fuera por haber escuchado su "te amo" hace doce años atrás, las cosas habrían sido tan diferentes ahora, pero el tiempo es algo que no se puede recuperar ni mucho menos retroceder, somos lo que somos hoy en día por algo, pero podemos ser en el futuro lo que queramos, esa es nuestra decisión, aunque aún no la tengo del todo claro, quizás este viaje de vuelta al pasado me aclare las dudas y miedos que aun tengo.

-Joven, este es el edificio de la dirección -interrumpió mis pensamientos el chofer- Es aquí

-Oh... muchas gracias -cancele, baje del taxi y cerré la puerta- Quinto piso, puerta doscientos seis -eran los datos que habían escritos en el papel, me adentre al edificio, me dirigí al ascensor presionando el botón cinco. Estaba a minutos de volver a verles, aquellos amigos del pasado que en ocasiones tuvimos discusiones y en otras sonreímos juntos- Bien, ahora la puerta doscientos seis -comencé buscando por el pasillo que de la izquierda, y solo estaban del numero doscientos al doscientos cinco, por lo que supuse en el pasillo de la derecha estaría la puerta doscientos seis y si, frente a mi estaba, me acerque y presione el timbre.

Para mi mala suerte nadie salió abrir la puerta, luego de haber tocado unas diez veces el maldito timbre nadie salió. ¿Justo en este momento tenían que salir? ¿Dónde diablos podrían estar? Si tan solo hubiera guardado los números de sus celulares podría llamarles. Solo me quedaba un lugar, una última esperanza para encontrarles.

-La casa de Seungri -rápidamente me regrese al ascensor. Al llegar al primer piso abandone rápidamente el edificio y corrí a la calle en busca de un nuevo taxi-. Debí pedirle al taxista me esperara

Luego de diez minutos se digno un taxista en detenerse unos dos metros alejado de donde me encontraba, una señora bajo del taxi y rápidamente corrí hacia el auto, subí en el asiento del copiloto, ya la señora alejada di la dirección de Seungri, la cual recordé de suerte. En veinte minutos llegamos, el taxista fue amable y me dejo frente a la casa de Seungri, le pague un poco más de la tarifa indicada por ese favor. Baje y me dirigí hacia la casa. Inhale y exhale, repetí la acción unas tres veces más y me digne a tocar la puerta.