7 - Yoongi

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A YoonGi le gusta comer solo.











Así puede centrar su atención en la única labor de alimentarse, no le gusta tener que contestar preguntas a mitad de un bocado, o tardar más de lo debido por escuchar una conversación que probablemente ni le interesa.

La única excepción son sus dos mejores amigos, pero en ese mismo instante siente que los desprecia por ser unos imbéciles enamorados.

En la cafetería de la escuela, Yoongi está sentado en el lugar más alejado, completamente solo mientras bebe lo último de su leche en cajita y mira de reojo a NamJoon; quiere pedirle que lo salve de la situación incómoda que se le viene, pues ve acercándose a su lugar a ese pequeño rubio que lleva semanas pretendiéndolo. Quizá si JiMin hubiera intentado ser su amigo primeramente, no estaría huyendo de él como lo ha hecho últimamente. Pero no, sin rodeos le había robado un beso la primera vez que cruzaron palabra, y después, no ha dejado de buscarle todos los días para pedirle que acepte salir con él.

Al principio Yoongi pensó que se cansaría pronto, que Jimin se aburriría de ser rechazado y olvidaría el tema, pero es como si con el pasar de los días su fascinación hacia el mayor fuera incrementando. Y Yoongi no va a admitirlo, pero una minúscula parte de él se siente un poco halagada, pero no, a él no le gusta ese chiquillo, hasta asegura que lo aborrece, incluso le teme, así que no piensa aceptar nada, solo quiere que lo deje en paz.

Quiere que deje de seguirlo a todos lados, que deje de llamarlo por los pasillos con esa suave y tierna voz, que deje de decirle todos los días lo guapo que lo encuentra y lo bien que toca el piano o que, como en ese momento, no se acerque para intentar invitarle de su comida.

Pero NamJoon no va a ayudarlo, se la pasa todo su tiempo libre con ese castaño de cara de príncipe bonito y que tan embobado lo tiene y ni siquiera ha notado su presencia. Por otro lado, Seung Hyun ha durado más de lo acostumbrado con su reciente novia, una mexicana que llegó de intercambio unos meses atrás y parece tenerlo comiendo de la palma de su mano; ahora él prácticamente tampoco pasa tiempo con ellos; un milagro considerando lo mujeriego que es.

Yoongi piensa en ir a interrumpir a NamJoon, sí, le parece lo más sensato, y está a nada de levantarse para dirigirse a la mesa con su amigo y SeokJin, pero como si Jimin leyera sus pensamientos acelera sus pasos y llega a sentarse súbitamente, justo al lado de Yoongi.

—Hola, Yoongi —con cada palabra, la sonrisa de Jimin se ensancha más — ¿Has terminado de comer?

—Así es —contesta con fingida indiferencia, pues eso mismo no es lo que siente, ese Jimin es un fastidio pero no por eso Yoongi no nota lo guapo que es.

—Oh... ¿Te molesta que coma aquí?

—Haz lo que quieras, de hecho ya me iba.

—Yoongi... —el rubio lo detiene, tomando con firmeza de su muñeca —me gustas...

Jimin también ha agarrado la costumbre de, al menos una vez al día, decirle a su mayor esas dos palabras, y de no ser por la mirada profunda, entre segura y suplicante con la que el rubio lo mira, Yoongi no sentiría que los latidos de su corazón y su respiración se vuelven irregulares. Pero no va a mostrarlo, así que su mirada indiferente basta para que el rubio se deshaga de su agarre.

El peliazul llega hasta la mesa donde conversan animados NamJoon y SeokJin, ya ni siquiera sabe por qué hace eso, simplemente pudo haberse ido a otro lugar en vez de estar interrumpiendo a ese par, quizá solo necesita hablar con su amigo.

Deja caer su pesada mochila sobre la mesa, intentando captar la atención de ambos, y la consigue; NamJoon y SeokJin se alejan inmediatamente. Yoongi alza una ceja ante lo que cree ha alcanzado a distinguir en esos instantes; ellos parecían tomarse de la mano y nada discretamente han intentado disimularlo ¿desde cuándo esos dos están saliendo? Ni siquiera NamJoon ha tenido la consideración de contárselo.

A SeokJin le gusta... ☆ [JinNam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora