Simón.
Estaba parado a lado de Raphael y no podía quedarse quieto, estaban hombros con hombros, no mentía Lidya cuando había dicho que estarían a lado del otro por el simple hecho de tener seguridad, la barra solo estaba a unos centímetros de los baños y el estaba comenzando a creer que todo lo que estaba haciendo, la mentira que había creado, estaba devolviéndole con esa situación tan incómoda, no podía dejar de ver a su compañero maldiciendo al saber que Alexander se había ido lejos, necesitaba de él en esos momentos porque ver a Raphael parado con las manos detrás de su espalda mirando hacia adelante sin prestarle atención hacia que todo fuera más incómodo de lo que pensaba, no podía quedarse quieto, miraba a todos lados, sus manos como su cuerpo temblaba, su corazón latía fuerte, muy fuerte para ser exacto, nunca en su vida se había sentido tan así como lo estaba ahora, tan jodido nervioso por estar al lado de la persona que le colocaba así.
—Nunca me llamaste— reprochó después de un rato— apagaste tu celular.
Pero no había reacción por parte del otro chico, solo seguía con su mirada delante mirando a las personas como comenzaban a llegar y se iba acercando a pedir un trago para empezar la noche, Raphael se estaba tomando el trabajo con seriedad, algo que él no estaba haciendo del todo, suspiró para pararse derecho y llevar sus manos detrás de su espalda para mirar hacia delante ¿Desde cuándo todo se había convertido así? ¿Por que aún le trataba de tan mala manera?
—Mi celular está roto— respondió Raphael— se rompió después de que te fuiste.
Quiso mirarle pero solo permaneció con la mirada adelante, sus manos apretándose detrás de su espalda, quería que la noche pasara rápido y poder irse a casa para llorar, quería sacar la frustración en su pecho, era un asco enamorarse, todo dentro de su cuerpo se revolvía y no sabía que pensar o hacer, no podía controlarlo, se estaba llevando la parte más fea del enamoramiento.
—Deja de hacer eso Simón, cálmate, debes dar la imagen de alguien fuerte, como un soldado, no de alguien no puede dejar de moverse porque su cabeza está pensando tanto— dijo Raphael— no me hagas golpearte.
Se acomodó para enderezarse y cruzar sus brazos dejando que sus manos se apretarán o se moviera inquietas una con otra, la radio que se le había dado la noche anterior estaba prendida en la cintura de su pantalón, molestando en su postura, no quería dejar ver la vulnerabilidad de sus actos y si Raphael Santiago lo había visto, todos podían hacerlo, pero lo que estaban haciendo con él era un reto, un castigo, podría haberse ido a las puertas otra vez más o a algún sitio diferente, en ese lugar podría hacer su trabajo bien, lejos de ese chico.
—No puedo trabajar cuando te tengo a lado, no sé si me odias o te agrado, me pones nervioso— susurró— solo quiero estar bien contigo, que seamos amigos, no todos los que se conocen a través de una red social pueden verse en persona como tú y yo lo estamos haciendo, hasta trabajamos juntos.
—No somos amigos, Simón.
El menor dejó escapar un suspiro, ahí estaba otra vez comportándose como un maldito despreciable sin corazón, miró hacia otro lado viendo como algunos que otros hombres iban entrando al baño sin antes dirigirle una mirada, unos divertido, otros coquetos, otros como burlándose que alguien débil estuviera en ese lugar, pero todos le miraban como si fuese una presa para más a la noche, pero ya no le importaba, con el golpe que se llevó en el trabajo pasado ya no esperaba más que eso.
—Eres una persona sin corazón ¿Te lo han dicho?— preguntó Simón— ¿O solo conmigo eres así? ¿Acaso he hecho algo mal?
—Sí, haber dicho que estabas enamorado de mi, Lewis.
Se quedó congelado al escuchar eso ¿Le había causado tanto daño con decirle esas palabras? Comenzó a temblar, sus labios se abrían como para querer hablar pero no salía nada, ninguna palabra, volvió a acomodarse viendo como unos de los hombres le guiñaba el ojo, había todo tipo de gente en ese lugar, pero sobre todo extrovertidos curiosos por una noche de experiencias. La radio comunicadora comenzó a hacer ruido haciendo que lo sacará de donde estaba enganchada para llevarlo a su oído, escuchando la voz de Lidya repetir una y otra vez.
"Santiago y Lewis deben cubrir el puesto de Hilling y Frankins, sus remplazo está en camino."
Raphael estaba escuchando, así que cuando vieron a los dos hombres llegar y pedir sus puestos, ellos se pusieron en marcha caminando hacia el pasillo que le llevaba a los vestidores, tuvieron que cruzar gran parte del salón esquivando a las personas a su alrededor, Simón había podido ver como también sentido las manos de los atrevidos manoseando sus cuerpos, sabía que Alexander se debía estar divirtiendo de lo lindo allá afuera, pero para él era todo de lo contrario, se sentía un poco manoseado y enojado porque a Raphael no parecía importarle que le estuvieran tocando frente a su vista.
— ¡Agh! Aún siento sus manos en mi trasero y mi miembro— dijo asqueado— santo cielos que gente tan sinvergüenzas.
— ¿Por qué? ¿Acaso tú novio se enojara si alguien más manosea lo que es suyo?
— ¿Q-Qué?
El pasillo estaba casi en silencio, los artistas ya estaban afuera dejando mostrar sus shows, así que nadie estaba por donde ellos iban, estaban un poco alejados caminando al lado del otro, podía sentir sus mejillas arder por lo que había dicho el otro chico, ser manoseado creándose en su cabeza una escena de Raphael tocándole, sintiendo una vibración por todo su cuerpo, pero algo más estaba sintiendo, los celos del otro chico creyendo que Alexander ya lo había tocado, le agradaba pero a la vez no.
— ¿E-Estas celoso?— preguntó.
Escuchando la risa del otro chico entrar por sus oídos, se quejó en voz baja caminando un poco más rápido para dejarlo atrás por ser tan así, pero al sentir la mano del mayor en su brazo deteniéndolo dándole vuelta, sintió como su estómago se revolvía, no podía ver a Raphael de frente cuando cada vez sentía algo más por el chico, si escuchar su voz por el celular lo había hipnotizado verle en persona lo tenía hechizado completamente, no podía mirarle sabiendo que caía cada vez más, que estaba tan enamorado que estaba haciendo toda esa falsa por esa razones. Vio como Raphael se acercaba hasta el quedando a centímetro, Simón comenzó a temblar pensando que iba a besarle, pero a ver qué sus labios iban a su oído se sintió decepcionado por aquello.
— ¿Cómo estaré celoso de alguien, cuando se que no es de quien estás enamorado?
Después de eso el chico le soltó y comenzó a irse, Simón se llevó las manos a su pecho tratando de calmarse y suspirar tratando de controlar todo lo que estaba sintiendo, después de eso comenzó a caminar a pasos largos hasta donde iba el otro chico, doblando por un pasillo y llegando a la puerta de los vestuarios, donde se encontraba sus otros compañeros nuevo, Lidya y Magnus que al parecer la mujer estaba molesta, mientras que el último sonreía con diversión.
—Aquí estamos— informó Raphael— demoramos por toda esa gente.
—Al fin, tomen lo puesto y controlen a este chico y su trasero que siempre anda necesitando algo dentro de él— dijo Lidya molesta— Hilling y Frankins, ustedes están fuera, desaparezcan de aquí.
—P-Pero señorita Lidya...— dijo uno de los chicos.
—Nada, este era algo fácil, y ni pudieron ver cuando esté inútil metió a una persona dentro ¿Acaso no le vieron?
— ¡Oye!— se quejó Magnus.
—No me hables Bane, trata de comportarte con estos dos nuevos— dijo molesta— ahora vamos inútiles, fuera de este lugar.
La mujer se llevó a las otras dos personas por los pasillos, aún hablándole con molestia, los chicos no decían nada, solo tenían la mirada baja caminando a lado de la chica rubia, y los otros tres se quedaron en la puerta, ambos se acomodaron en sus lugares, Magnus se quedaron delante de ellos con una sonrisa divertida, como si el ya tenía planeado todo eso, tenerlos juntos para él y sus travesuras.
—Mi dos personas favoritas, al parecer tenemos para una noche larga nosotros tres— dijo con una sonrisa el moreno— fue muy mal de mi parte haber acabado con el comienzo de trabajo de esos chicos, pero el amor es más importante.
—Oh cielos, no ahora Magnus— se quejó Raphael.
ESTÁS LEYENDO
El chico del otro lado de la pantalla. •Saphael• [Reeditando]
Fanfiction||Saphael|| ¿Quién dijo que dos personas no pueden darlo todo en una relación de redes? Saphael pueden superar esas fronteras de preocupaciones y lograr amarse sin miedo. [Personajes de Cassandra Clare] Publicado en el: 2017