• S E S E N T A Y C U A T R O •

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N/a: No me pidan sexo explícito, porque de eso yo no tengo conocimiento. 😂

Raphael x2

— ¿Podríamos hacer esta noche la mejor de toda, por favor?

Raphael lo alejó un poco para comprobar si lo había dicho o solo lo alucino, lo miró a sus ojos, Simón parecía asustado al esperar la respuesta pero sus ojos brillaban a esperar ser tocado en aquel auto varado en aquel lugar, el menor había pensado por dos semanas que Raphael estaba acostándose con otra persona que ahora no podía dejar de emanar aquel deseo de ser el primero en ser tocado por sus manos, su boca, y llenarlo para unirse en forma carnal de una vez.

— Eres hermoso— susurró Raphael— más hermoso que cualquier persona que he conocido.

Buscando de nuevo sus labios para profundizarlo esta vez demostrando la necesidad entre ellos, ya no era amor lo que transmitían si no pasión, ambos acariciándose y refregándose entre sí en aquel asiento del acompañante en medio de la oscuridad. La ropa comenzó a salir, uno por uno, con incomodidad y riéndose por la torpeza del otro a tal poco lugar, el asiento se había hecho hacia atrás para simular un lugar cómodo para poder tener relaciones. Ninguno de los dos había esperado llegar a casa para poder hacerlo más cómodo.

Simón estaba ya empalmado, ambos estaban refregándose en ropa interior, ambos dejando escapar jadeos, los vidrios estaban empapándose y Raphael no podía estar tan feliz con solo ver aquella figura arriba de él y aquel rostro lleno de emociones. No podía definir aquella excitación que estaba sintiendo.

— Esta es mi primera vez Raphael— dijo Simón— ámame.

— Siempre pequeño, siempre.

Raphael comenzó a besar cada pedazo de piel del menor, por lo menos lo que podía, siempre tomando su mano para dejar castos besos en sus nudillos o besando su palma, algo que parecía tener un efecto en Simón. Al ver que ya se le estaba haciendo incómodo ambos pasaron a los asientos de atrás donde se desnudaron y unieron su alma de forma física. Simón había dejado penetrarse sin dudarlo y Raphael lo había preparado para tratarlo con amor cuando comenzó con los movimientos escuchando sollozar y jadear al menor, pero ni Simón no quiso parar ni Raphael lo hizo.

— Mmm— dijo el menor sollozando y jadeando— Rapha.

Las luces de los autos pasando por a lado a toda velocidad con sus ruidos de los motores, la noche acompañándolos era lo que causaba más excitación a aquel momento, los movimientos del auto, los jadeos de cada uno y sus piel tocándose hacía que aquellos noche, en aquel lugar particular, en un país diferente, fuera el mejor de todo para ambos.

— Rapha estoy... Maldita virginidad—gruño Simón mordiendo el labio del mayor.

Qué después de minutos Raphael como el interior de Simón se contraía, y sintió su abdomen ser mojado con el esperma del muchacho, siguió embistiendo un poco más hasta que al fin llegó al clímax para después dejarse venir dentro del menor. Ambos habían cometido el error de hacerlo sin protección pero estaban seguros que ambos estaban sanos así que no era de preocuparse.

— Por favor que esto no sea un sueño— susurró Simón dejando escapar un bostezo.

— ¿Quieres que pellizque tu brazo para comprobar que no lo fue? — preguntó Raphael.

Aún seguía dentro del menor pero viendo que su miembro estaba ya empalmándose otra vez y Simón se veía un poco agotado, se salió para buscar su ropa viendo como Simón hacia lo mismo, sonriendo pellizco al menor en el trasero escuchándolo chillar.

— ¡Oye! No hagas eso, duele.

— Debemos irnos de aquí, si estamos por mucho tiempo vendrá la policía y este auto apesta a sexo.

— ¡Jace me va a matar! Me dijo que no hiciera esto, fue lo primero que me dijo.

— Hecha la culpa a tus hormonas alborotada.

Simón dejó escapar una risa sarcástica para moverse hasta el asiento de adelante para vestirse, Raphael hizo lo mismo acomodando todo y abriendo las ventanas un poco para que se renovara el aire. El menor manejó media hora más hasta llegar a un casa donde entraron hacia un patio y una grande casa, ambos bajaron cerrando con llaves el auto para entrar por la parte trasera de la casa, Raphael no pudo dejar de mirar todo, estaba decorado como para una boda. La boda de Jonathan y su esposa. Ambos se tomaron de la mano para subir por las escaleras caminando hasta donde debía ser la habitación de huésped del chico. Esa noche volvieron a hacerlo, dos veces más.

Al día siguiente ambos estaban acurrucados sin ropa, Raphael sintió un flash en su cara abriendo los ojos de inmediato viendo a Jace y a otro chico sacando fotos, se molestó al ver aquel dúo no respetaban su privacidad.

— ¿Qué quieren? — dijo tosiendo para acomodar su voz.

La noche anterior ambos habían terminado haciéndose sexo oral y parecía, ahora, que su garganta estaba gangosa. Miró a Simón, parecía estar muy cansado ya que no se inmutó por lo que estaba pasando en la habitación, el mayor quería despertarlo a besos.

— Isabelle y Alec pidieron foto— dijo Jace.

— Y yo quería comprobar que en verdad Simón había perdido su inocencia y con quién.

— ¿Quién eres? — preguntó molesto.

— Soy el que se casa, Jonathan Morgenstern, solo debes saber que he omitido unos minutos de cambiarme para ver esto— dijo el chico riendo— la fiesta está por comenzar, deberían ir levantándose también.

Los chicos salieron riéndose cerrando la puerta detrás de ellos, el mayor paso sus manos por su cara dejando escapar un susurró, esta noche debía volver a casa y no quería dejar a Simón, se lo quería llevar con él. ¿Pero y si Simón no quería? Aún le quedaba unas semanas para volverse a irse a casa. Había preparado dos boletos para llevárselo, solo tenía el que responder si o no, pero dejo de lado aquello para poder despertar a Simón con besos en la espalda viendo como éste se removía en la cama para abrir los ojos mientras le miraba, sonrojándose a los segundos.

— Hola Simón— sonrió Raphael.

— H-Hola Rapha...

— ¿Acaso tienes vergüenza? Anoche no lo tenias— dijo en una risa.

— ¡Cállate!

— Se mi novio, por favor— dijo Raphael.

Vio la reacción del menor quien le miraba sorprendido por un momento para después asentir tirándose arriba del muchacho para besarle, ambos riendo para hablar un poco antes de ir ambos hacia los baños, donde se divirtieron por un rato hasta que Jace les aviso que debían ya bajar.

El chico del otro lado de la pantalla. •Saphael• [Reeditando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora