Desperté como una mañana cualquiera, excepto que sentí algo que estaba presionando mi costilla derecha.
-Candy... Muévete, me estas perforando mi pulmón.
-¡Espera! - grite exaltada
-¿¡Que sucede!? - y ahí esta mi mejor amiga. Levantándose asustada.
-Mujer ¿que tienes en esa cabeza? ¿Acaso crías gallinas ahí?
-Si, si y tu crías conejos. Gran diferencia. Dime ¿porqué me despiertas de esa manera tan bestia?
-¿Como carajos terminamos aquí?
-Agradece que no permití que te dejaran durmiendo en el sofá con Gustavo o Ronald.
No pueden ésta es mi casa! Como se atreven a siquiera pensarlo.
-¡Vamos chicas, salgan tenemos hambre! - Dijeron Gustavo y Ronald al unísono.
A lo cual respondí tirándoles una almohada, cuando uno de ellos intentó abrir la puerta.
-Candy, floja, vamos debemos levantarnos o llegaremos tarde a estudiar.
Después de una larga pelea con mis amigos durante el desayuno, nos arreglamos y salimos en el auto de Candy hacia la universidad.
Cada quien fue a su salón respectivo mientras Candy y yo íbamos a nuestro primer curso que por suerte era juntas o no se como hubiera sobrevivido a empezar la mañana sin algunos de ellos.
-Me caaaag....
-Tranquilizate Candy no quiero que nos expulsen por mal comportamiento. ¿PERO QUE DEMONIOS?
-Aja y tu eras la que quería que no nos expulsaran.
En mi campo de visión lo único que encuentro es nuestra ropa interior en cada uno de los escritorios.
-Esos hijos de...
-Isaabeeel.
-Vale me calmo.
El Licenciado entró al curso y se topó con nosotras.
-¿Qué significa esto? ¿Quiénes son los responsables de esto?
-Lic. Nosotras podemos explicarlo-Dice Candy para que no nos expulsen por nuestra ropa regada en todo el salón.
-Pues espero una buena excusa para no suspenderlas por esto, supongo que las prendas son suyas. Creen que es gracioso que sus compañeros tengan eso en sus escritorios.
-Nosotras no fuimos quienes pusieron eso ahí. - El hizo una mueca y al parecer no creía lo que decíamos.
-Licenciado no mienten, ellas no tuvieron la culpa. Temprano entraron tres alumnos a hacerlo, no les vi la cara, pero se que fueron dos jóvenes y una señorita.
No puede ser, Crush dime que tu no estuviste metido en eso.
-Recojan sus cosas junto con las prendas y salgan de mi salón.
Avergonzadas Candy y yo empezamos a recoger prenda por prenda.
-Lindos Unicornios- dice Yane, a lo cual casi estampo mi puño en su cara. Pero Candy estaba a mi lado y me detuvo, los demás solo murmuraban y se reían para sus adentros.
Sentí como el calor subía a mi rostro y solo intentaba recoger todo rápido para salir de ahí. Terminando pasamos frente al licenciado y solo le susurré un Disculpe.
Salimos de la clase hacia la cafetería a esperar a que el curso pasara e ir al siguiente.
"Que linda ropa interior tienen Isabel y Candy" Decían letras rosas en un Cartel de color blanco.
-Eso ya es pasarse de lanza quien lo haya hecho conocerá las uñas de esta pelirroja.- dice Candy frustrada.
-Pues quien haya hecho eso se tomó su tiempo.
-Quieres callarte - Grité a la persona que estaba detrás.
Ay espera, Error! Como le fui a gritar eso a mi crush.
¡Alto! Deténgase todo mundo, mi Crush es uno de los principales sospechosos de nuestro caso de robo de ropa interior y que nos pusieran en vergüenza frente a toda la clase.
-Como te atreves tu cara de...
Eso Candy gritale tu, lo que yo nunca podría gritarle. Pero como lo pensé no tenía insultos en su mente a ese hombre tan perfecto.
-Calmate dulce rojizo, yo no tuve que ver nada en esto. Jajaja Gato se salió con la suya.
-Primero explicame quien es gato y porqué hicieron eso, nos metieron en muchos problemas y cuando llegue a saber quién lo hizo le voy a undir mi puño en sus perfectas narices.
-Lo-lo que dijo mi amiga.
-Tranquila monita, fue una pequeña broma de los tarados de mis amigos, aunque no creo que todo haya sido idea de ellos, porque ese cartel tiene algo de uñas de gata, por si me entienden.
-Dinos quienes fueron- exige Candy ya muy molesta.
-Claro, pero.
Si, eso pensé aquí vamos con los peros.
-Sólo si tu amiga acepta salir conmigo.
Candy estas detrás mía cierto? De nuevo me voy a desmayar, ¿como es que este pedazo de cielo quiere salir conmigo?
Pero no me desmaye, Candy me dió un pellizco y vi en su cara hambre de venganza, y a la vez ella vió en la mía las ganas que tenía de salir con ese precioso hombre. Así que no dijo más y solo asintió a su petición.
Porfavor que alguien me de un descanso, son demasiadas emociones para una sola mañana..
ESTÁS LEYENDO
El pequeño desastre que amas
Teen FictionMónica una chica con la suerte más perdida que la Paz mundial. Y él. Su crush del cual no sabe siquiera su nombre. Ella terminará pasando ridículo tras ridículo para al fin caer en los brazos del chico con el cual se meterá en incontables problema...