Cap XIX: Invierno (Los Juegos de la Amistad) Parte 2

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El gimnasio estaba lleno de entusiasmo y emoción mientras los estudiantes de Canterlot High y Crystal Prep se reunían para dar inicio a otro año de los Juegos de la Amistad. La directora Celestia, la subdirectora Luna y la directora Cadence estaban de pie en el escenario, listas para comenzar las festividades. Mi corazón latía rápido; cada año los Juegos traían consigo no solo competencia, sino también momentos que cambiaban el destino de muchos de nosotros.

—¡Buenos días, alumnos! —saludó Cadence con su inconfundible energía positiva.

—Sean bienvenidos un año más a los... —Celestia se adelantó, sonriendo con orgullo.

—¡Juegos de la Amistad! —terminó Luna con un tono solemne que, sin embargo, despertó gritos de emoción en todos los presentes.

Todos en el gimnasio estallaron en aplausos y vítores, pero algo llamó mi atención. Entre la multitud de estudiantes de Crystal Prep, había una chica que se mantenía apartada. Su abrigo grande y capucha cubrían casi completamente su rostro. No podía ver bien sus rasgos, pero algo en ella me resultaba extrañamente familiar. Apenas distinguí sus lentes, similares a los de Sci-Twi, y su piel, de un tono amarillo... como el de mi tía Sunset.

Me acerqué a Sci-Twi, quien estaba a mi lado, observando la presentación con una sonrisa.

—Twi, ¿quién es ella? —le susurré, señalando a la chica misteriosa.

Sci-Twi siguió mi mirada y, al notar a la estudiante apartada, frunció el ceño ligeramente.

—No lo sé... La he visto algunas veces en la escuela, pero es bastante reservada. Es tan solitaria como yo solía ser —me explicó, con un tono reflexivo—. Aunque dicen que no le gustan las ciencias robóticas como a mí. Prefiere la química.

—¿La directora Cadence sabrá quién es? —pregunté, sintiendo una creciente curiosidad.

—Lo dudo. Ella es bastante inteligente, eso sí. Tiene un nivel similar al mío, pero no le gusta recibir reconocimiento. Es más, en la cabina de trofeos de Crystal Prep no verás ninguno con su nombre. Tal vez se los lleva a casa, o simplemente no le interesa exhibirlos —dijo Sci-Twi con una pequeña sonrisa.

Asentí, agradeciéndole la información. La chica seguía mirándome de reojo, pero en cuanto me acerqué, se dio la vuelta rápidamente y salió corriendo hacia el patio trasero del colegio.

—¡Espera! —grité, corriendo tras ella.

—¡Déjame! —gritó la chica, con la voz quebrada—. ¡Quiero estar sola!

No me detuve. Sabía que algo más profundo estaba pasando aquí, algo que debía entender.

—¡Solo quiero preguntarte algo! —insistí, acelerando el paso mientras ella corría más rápido.

—¡Déjame en paz, maldita entrometida! —gritó con una furia que me sorprendió.

Pero antes de que pudiera alcanzarla, mi tía Sunset se teletransportó frente a ella, bloqueándole el camino. La chica se detuvo bruscamente, asustada.

—¡Nadie le habla así a mi sobrina! —exclamó Sunset, firme pero sin elevar demasiado la voz.

La chica dio un paso atrás, tropezando y cayendo al suelo, su capucha deslizándose hacia atrás en el proceso. Ambas, Sunset y yo, nos quedamos heladas cuando vimos su rostro. Era idéntica a mi tía.

—¿Tú... quién eres? —preguntó Sunset, su voz apenas un susurro lleno de incredulidad.

La chica, temblando, se levantó del suelo y miró a Sunset con los ojos muy abiertos.

—M-mi nombre es Sunset Shimmer... Pero... pero todos me llaman Sci-Sunset —respondió, todavía en shock.

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. ¿Cómo podía ser que existiera otra Sunset en este mundo?

—¿Eres... la Sunset de este mundo? —preguntó mi tía, claramente tratando de procesar lo que estaba viendo.

—¿A qué te refieres? —Sci-Sunset frunció el ceño, desconcertada.

—Es complicado, pero hay varias dimensiones. Yo vengo de un lugar llamado Equestria, y allí soy... bueno, otra versión de ti —explicó mi tía con calma, aunque la situación era todo menos tranquila.

Sci-Sunset parpadeó sorprendida y, luego de un momento de silencio, dejó escapar una risa nerviosa.

—Siempre supe que Equestria era real... pero todos me llamaban loca.

Me acerqué un poco más, intentando procesar lo que acabábamos de descubrir.

—¿Conoces nuestro mundo? —le pregunté, ahora mucho más interesada en su historia.

—No personalmente... pero he sentido una energía extraña proveniente de la estatua Wondercolt en su escuela. Hace unos días, me encontré un libro llamado Mitología Pony justo frente a la estatua —dijo Sci-Sunset, señalando su mochila.

Mi corazón dio un vuelco al escuchar eso.

—¡Ese libro era mío! —exclamé, sorprendida—. Se lo presté a Twilight hace tiempo, pero pensaba que lo había perdido.

Sci-Sunset sonrió tímidamente y sacó el libro de su mochila, extendiéndomelo.

—Lo encontré ahí... Aquí tienes.

Tomé el libro, agradecida, y le sonreí.

—Gracias... No sabes lo importante que es para mí.

Sci-Sunset se encogió de hombros, nerviosa.

—No hay de qué... —dijo, pero su tono mostraba más curiosidad que modestia.

En ese momento, Sci-Twi, que había estado observando desde atrás, se acercó.

—Entonces... ¿ustedes dos vienen de Equestria? —preguntó con una sonrisa cómplice.

Mi tía y yo nos miramos antes de responder al unísono:

—Así es.

Sci-Twi asintió, aceptando la respuesta como si fuera lo más normal del mundo.

—Ya veo... —dijo con una pequeña risa—. Este mundo nunca deja de sorprenderme.

Sci-Sunset, aún asimilando todo lo que estaba ocurriendo, volvió a mirarnos con ojos brillantes.

—¿Van a participar en el triatlón matemático? —preguntó con timidez.

Mi tía, Sci-Twi y yo asentimos al mismo tiempo, sonriendo.

—Sí —respondimos en coro.

Sci-Sunset pareció más relajada al escuchar eso, pero aún había algo de nerviosismo en su postura.

—Este es mi primer año en los Juegos de la Amistad... —confesó con una sonrisa vacilante—. Y... bueno, no suelo hacer muchas amigas. De hecho... no tengo ninguna.

Antes de que pudiera decir algo, Sci-Twi dio un paso adelante, poniéndole una mano en el hombro.

—¡Ahora tienes amigas! —exclamó con entusiasmo.

—¡Yo también! —añadí, sonriendo.

Mi tía Sunset simplemente asintió, con una sonrisa cálida.

—Aquí estamos para apoyarte —dijo con suavidad.

Los ojos de Sci-Sunset se llenaron de lágrimas de alegría mientras nos abrazaba a las tres.

—Gracias... Son las primeras amigas que tengo —dijo, su voz temblorosa pero llena de gratitud.

Nos quedamos allí, abrazadas, disfrutando del momento. Sabía que las cosas en los Juegos de la Amistad tomarían giros inesperados, pero una cosa era segura: habíamos hecho una nueva amiga, y eso, para mí, ya era una victoria.

My Little Pony: Equestria Girls (New Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora