Capítulo 6

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Al día siguiente estaba ansioso por que ya fuera hora de salir, en fin dio la hora y salí, el camino se me hizo más largo de lo normal pues había un accidente en el camino, luego de como 20 minutos, por fin salí del tráfico, cuando llegue, él estaba en la recepción registrándose.

Hola Martin

-hola Gabriel

¿Qué tal todo?

-bien, se podría decir que bien.

Bueno, me registrare.

-está bien te espero.

Si, por favor.

Luego que termine de registrarme en la recepción, fuimos a los bastidores a cambiarnos de ropa, al estar ahí digamos que el ambiente se tornó algo caliente…

Oye y ¿qué tal tu mañana?

-pues está bien y ¿la tuya?

Tambieeeeeeeeeeeeee!

Que tonto fui al tratar de ponerme los zapatos deportivos, me resbale y por poco caía al piso, pero él se lanzó a atraparme, supongo que no es tan fuerte como aparenta pues caí encima de…el… Debió haber sido algo muy incómodo pues caí justo sobre su pecho; nuestros ojos se encontraron y la verdad me di cuenta que sus ojos son bastante lindos ese azul de sus
ojos me recordaron a la playa a la que fui de niño con mis padres…

-valla…

¡Perdón!

-no, está bien, ha sido un accidente.

Ja jajá soy muy tonto.

-que va jajaja a cualquiera le pasa.

Luego de que reímos por un rato en el piso, nos pusimos de pie y me acompaño al gimnasio, no sé pero mi cuerpo sintió una sensación muy extraña al estar sobre él, fue como cuando conocí a mi última pareja esa sensación de las mariposas en el estómago fue realmente confuso y hermoso a la vez.

-Muy bien Gabriel, ¿estás listo para tu entrenamiento?

Claro que lo estoy.

-Bueno, solo trata de no resbalar esta vez.

¿okey?

Está claro jajá.

-Bien subiremos 30 minutos a las elípticas.

Me parece bien.

Subimos a las mismas elípticas del día anterior, mientras trotábamos en ellas comenzamos a charlar un poco de mi vida y de su vida, el me conto que vino a México desde España cundo tenía 16 años con sus abuelos, pues sus padres habían tenido que separarse debido a que su padre era un mujeriego y según me conto el su madre lo abandono con sus abuelos y desde entonces vivía con ellos, yo le conté que vivía con mis padres y dos de mis hermanos pero parecía que siempre estaba solo pues ellos nunca estaban en mi casa y cosas por el estilo.

Bip…bip…bip

La alarma de su cronometro estaba alertando que ya habían pasado los 30 minutos.

-Bien Gabriel, ya hemos pasado 30 minutos.

Y ahora ¿qué sigue?

-vamos a las pesas mi amigo.

Bueno, vamos

-Ahora haz 20 repeticiones con las pesas de 10 kg.

Va, ¿solo con 10?

-Tranquilo toro jajá.

-Tampoco queremos que te lastimes jajá.

Bueno tienes razón, pueda que me lastime.

-mientras tú haces eso yo iré a la máquina para ejercitar las piernas.

Vale, yo te veo desde aquí jajá.

A quien quiero engañar este tipo en verdad me gusta… el tan solo verlo ejercitarse me
provoca ciertas cosas…

Luego que termine las repeticiones, la verdad no me sentía cansado así que hice otras 20 con la pesa de 15 kg.

-Venga Gabriel, no me puedo separar ni un instante porque te has convertido en hércules jajá.

Jajá, que gracioso me pareces.

-venga, que es juego.

Está bien y ¿ahora qué sigue?

-bien ahora vamos a la máquina donde estaba yo.

Vale.

Mientras me ejercitaba yo, el me observaba con los mismos ojos que yo hacía al verle
mientras hacía lo mismo y pues… todo se tornaba diferente de pronto dice.

-Bueno creo que ya es suficiente por hoy ¿no crees?

Yo lo volteo a ver y digo.

Si creo que ya hemos durado suficiente.

-¿me acompañas a las duchas?

Si, vamos.

De camino a las duchas no hubo ninguna palabra, mientras nos desvestíamos tampoco, yo me deje la ropa interior puesta, pero él se ha quitado todo…

¡Mierda! ¡Mierda!

Trato de voltear a otra parte, pero es imposible no voltear a verlo…

Mientras volteo a verlo, cierta parte de mi comienza a reaccionar un poco extraña…

En fin, ya ha pasado todo y el entro a la regadera, luego de unos minutos yo entro a la que está al otro lado, mientras me ducho mi cuerpo sigue con esa sensación y con esa imagen en mi cabeza de el sin nada puesto es imposible resistirse…

Espero a que el abra la regadera, entonces yo también abro la mía, y comienzo a tocar mi parte al parecer se siente… diferente… cada vez comienzo a hacerlo más a prisa.

Cuando de pronto… se fue el agua y las regaderas dejaron de expulsarla.

En ese instante mi cuerpo
decidió terminar…

Debí haber hecho mucho escándalo pues el pregunto…

-Gabriel… ¿todo está bien?

¡MIERDAAAAAAA!

¡Mierda!

Y ¿ahora qué?

Sí, todo está bien.

-disculpa la curiosidad es que desde que abrí la regadera tu respiración se escuchó un poco acelerada…

-Pero… ¿estás bien verdad?

Sí, estoy bien

Luego de unos minutos salimos de las regaderas… el me miraba con ojos extraños, y algo no estaba bien entre sus piernas… se miraba por encima de su toalla…

Oye Martin…

-Dime… Gabriel…

¿Qué tanto oíste en la ducha?

-…

El parece no decir nada entonces comienza a caminar hacia mi… yo comienzo a hacerme hacia atrás, pero parece que el espacio se redujo… de pronto estoy contra la pared, él se acerca mucho a mí y me dice al oído…

-Lo suficiente para provocarme….

Entonces me mira a los ojos… mi corazón late tan rápido, pareciera que se me saldrá del pecho, el busca mis labios y con gran éxito los encuentra, mientras nuestros labios permanecen juntos, el suelta su toalla, luego toma mi mano y la coloca en su parte, después se apresura a soltar también mi toalla, la suelta y pone su mano sobre mi…

Es aquí donde comenzamos a mover ambos la mano, hacia adelante y hacia atrás…

Yo no podía hacer eso así que mejor lo solté abrí mis ojos, voltee mi cara hacia un lado,
tome mi ropa interior, me puse la ropa y salí de ahí…

History of my life Donde viven las historias. Descúbrelo ahora