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La sangre se deslizaba por su garganta como una necesidad, cada día se ponía peor que el anterior, ahora debía de beber sangre cada dos días si quería seguir con vida, la necesidad por sobrevivir, para seguir adelante, para volver a crear una manada de esas de la que su abuelo algún día le contó que existían, por supuesto, eso había sido hace muchos siglos atrás, donde los lobos eran tantos como los humanos, pero en este tiempo, las cosas habían cambiado, en cada rincón del mundo había un humano, las probabilidades que su verdadera pareja estuviese al otro lado del mundo eran muy grandes, y solo saberlo, se le retorcía las tripas, ella, era su única salvación, la sangre de los animales del bosque ya no le bastaban, e incluso la sangre de los humanos, sus fuerzas eran cada vez menos.

Los últimos lobos que había visto con vida habían sido sus padres, a su madre la quemaron viva, al pensar en que era una bruja, su padre había muerto de  tristeza, y eso había ocurrido dos siglos atrás, cuando él a penas había cumplido los 12 años de edad

—Vaya vaya, si aquí tenemos al último de su especie — "un vampiro"  levanto la mirada, un hombre que ya conocía muy bien se acerco hasta él, y tirando una bolsa llena de sangre humana, sin pensarlo se tiro a devorarla como si fuese el mejor manjar que había comido en toda su vida

—Blake, Blake, Blake, Eres un asco mi querido amigo, te estas hundiendo más, por eso digo, los lobos son débiles, pues mirarte a ti mismo, y te darás cuenta de mis palabras, eres el ultimo de tu especie, hoy en día a nosotros no nos importas, aunque eso es muy bueno para ti —Oliver Mortis, un vampiro que conocía yace 50 años atrás, era un mal nacido, un gilipollas pero el único que en verdad le ayudaba en su búsqueda y era lo mas cercano a un amigo.

—Eres un cabrón de mierda, lo dices solo porque ustedes solo deben de morder a un pinche humano para que su raza no se extinga, pero sabes muy bien que en nuestro caso no es igual — Blake volvía a estar en su forma humana, a Oliver no le importo mucho que el lobo estuviese completamente desnudo, se río por lo bajo, si, los vampiros no tenían pareja eterna, tampoco podían reproducirse como un lobo, pero vaya que amaban mucho el sexo y sobre todo transformar de unos simples humanos a unos vampiros con una sola mordida a las personas, pobre Blake, desde que lo conocía, él andaba buscando una amante, a su verdadera pareja, a la eterna, pero no había conseguido nada y dudaba que ella existiera, quizá la Diosa quería que ellos se diesen por extintos lo mas pronto posible, pero Blake, este era un puto caprichoso y no iba a dejarse derrotar tan fácilmente.

—Lo sé, los lobos solo pueden reproducirse si es con su pareja eterna, y si nace una mujer, sera humana, pero si nace macho, sera un lobo, me se la historia de su reproducción, tu mismo me lo has contado un millón de veces, pero Blake, para sobrevivir tu sabes muy bien lo que debes de hacer —lo sabía, pero esa no era una opción para él, él quería que los lobos volvieran a existir como lo hicieron años atrás, no quería sobrevivir él, si así lo hubiese querido, él seria un maldito vampiro desde hace 50 años, pero él quería que su raza volviera a la vida y no lo lograría convirtiéndose en un vampiro

—Vete a la mierda —dijo mientras se limpiaba la boca de la sangre, el bosque estaba espeso de la oscuridad, pero aun así, ellos podían verse como si fuese de día, Blake al ver que el vampiro no iba a ceder en irse a la mierda, él iba a tomar camino, iría de nuevo a un club, tal vez podía sentir algo, una pista para saber el paradero de su salvación.





Las luces chocaban en sus ojos, la musica retumbaba bajo sus pies, mientras sus caderas se movían de un lado a otro al son de la musica, el chico frente a ella le miraba sus pechos con descaro, e intentaba viajar su mano hacia sur, se reía de él, de su desesperación por estar con una chica bajo sus sabanas, pero ella no seria la que iba a ocupar ese puesto, no esta noche, le sonrió coqueta y se acerco solo un poco mas al cuerpo del chico cuyo nombre había olvidado, pero que mas daba? Se estaba  divirtiendo, y eso era lo que quería

—¿Que tal si vamos a un lugar mas intimo? —Beso su oreja, ella sonrió y se dejó llevar por la musica, siguió con su baile e hizo como si no hubiese escuchado nada, vino a divertirse, no a acostarse con nadie, aunque si el chico estaba bueno ¿por que no hacerlo? y así perder la puta virginidad que tanto le estaba estorbando, si ese era un buen plan, lo malo era que el chico era demasiado inexperto, quería a un hombre que le hiciera llegar a las estrellas en su primera vez, pero las probabilidades que ella tuviese un orgasmo, eran casi nulas, a las mujeres les dolía como el infierno y era probable que el siguiente día amaneciera con dolor en su bajo vientre y con la puta regla, o bueno sangre que la iba a tener por lo menos un día, sabia todo esto por su amiga Scarlet, y por ella sabia que no debía de creer en los libros, es mentira que una chica siente placer su primera vez.

El chico intentaba que ella fuese con él, pero al ver que él no hacia caso, decidió irse y bailar con otro  chico, ese hombre, Dios ¡Qué hombre! ¡Y no dejaba de verla! Se acerco sonriente, sí, quizá este si sea el indicado

—¿Eres un acosador o algo por el estilo?

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