142

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Son las 2:52am en Manhattan, una tormenta azota toda Nueva York, de igual manera Mónica camina hacia su casa, por Rausan Street luego de una dura noche de trabajo. Sus piernas flaquean del cansancio y decide doblar en la calle 142 para poder llegar antes a su hogar. La 142 es una calle oscura, a esas horas no es transitada por nadie, pero el frío, la lluvia y el cansancio hacen que Mónica no resista la tentación de llegar unos minutos antes a su casa, el solo pensar en poder acostarse en su cama hace que paresca una gran idea. Pero no lo es.
Mónica ya había caminado una manzana cuando oye unos pequeños pasos detrás de ella, con el corazón acelerado Mónica sujeta fuertemente su pequeño bolso y acelera su paso, lo que sea que la siga también acelera. Mónica espantada se da vuelta, y descubre que solo era un perro callejero, marrón y negro con un pequeño collar verde.
Ya más calmada Mónica sigue caminado, ya ha hecho tres manzanas, una más y podra llegar a su apacible departamento, pero sus pensamientos se interrumpen con un agudo silvido.
Mónica, con su pelo marrón y gris totalmente mojado por la insesante lluvia, con sus delgadas y cansadas piernas, con sus brazos aferrados a su viejo y gastado bolso de cuero negro, con su delantal de trabajo tan mojado como el resto de su cuerpo. Su cuerpo, a pesar de sus 52 años, Mónica tenía un cuerpo digno de una mujer de 70, delgada, pero encorbada y maltratada por todos sus años de esfuerzo y trabajo. Mónica con todo eso voltea esperando encontrar a un hombre decidido a robar sus escasas pertenencias.
Pero en cambio, lo que antes era un pequeño perro marrón y negro ahora se veía convertido en una bestia de más de dos metros con enormes garras y unas fauces que derramaban saliva sin cesar.
Mónica gritó, pero ningún sonido salió de su boca, sólo se ollo un aullido antes de que la enorme fiera corriera, espantada hacia el lado opuesto.
Mónica corrió a su departamento, una vez allí se recosto en su cama.
Al amanecer Mónica se levantó, preparó su café, y decidió que todo había sido un sueño, una desagradable pesadilla.
Pero, ¿Lo había sido?

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