Orbis. Orban. Orbitum.

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Las galaxias se mueven al ritmo de un latido,
las especies se reproducen, se modifican,
se extinguen, se reinventan,
la vida brota en una eterna espiral:
y las bestias braman a través de los eones.

¿Quién soy? ¿Qué somos?

Padre,
Madre,
en sus brazos lloraré.

¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?

Las galaxias se desplazan, se acercan, se fusionan,
estallan: y se mueven al ritmo de un latido.

Padre,
Madre,
en sus brazos lloraré cuando se consuma el exterminio.

Las nuevas galaxias se dispersan, se forman, evolucionan:
y las bestias braman a través de los eones.

Las civilizaciones se yerguen: palpitación colectiva,
hórrido tiempo en un túnel,
horrísona trompeta celestial,
desfile de razas, de especies, de eras.

Bestias. Galaxias. Eones.

Brota la chispa,
se desliza la vida,
vía, viaje, viajeros del espacio,
conquistan cada punto, cada átomo:

y las bestias braman a través de los eones,
y las galaxias se mueven al ritmo de un latido.

Bestias. Galaxias. Eones.
Padres. Hijos. Nada.

Padre,
Madre,
en sus brazos lloraré cuando se consuma el exterminio,
cuando se apague nuestra era,
cuando todo se vuelva nada,
cuando todos seamos uno:

uno entre millones,
aunque la bestias aún bramen,
y lo único que flote en el caos espacial
sean las voces de los siglos.

Claroscuro (Poesía) de J. MozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora