La historia de Klaus

2.4K 194 53
                                    


▷♡>>---▷♡>>---▷♡>>---▷♡>>---▷♡

Historia 1: The One That Got Away

▷♡>>---▷♡>>---▷♡>>---▷♡>>---▷♡

Te veo tomar la jarra de café y servir el contenido de esta en una taza para después llevarlo a tus labios. Este es un curioso cambio de rutina porque siempre tomas licor en la mañana, me gusta, es agradable verte hacer cosas diferentes a las que haces normalmente; es refrescante.

Te veo todo el tiempo, cada momento, no tengo mucho más que hacer aquí además de eso... Y recordar cuando nos conocimos.

Ocurrió en el verano de 1993, después de graduarme en la escuela, en Seattle. Yo solo tenía diecisiete años entonces, pero me sentía como una niña perdida, sin saber a dónde ir o cual era mi lugar en el mundo.

Recuerdo que tropecé contigo y me gritaste, luego yo hice lo mismo contigo. Vaya inicio para una historia de amor, ¿No es verdad? Normalmente son palabras tiernas el inicio, no los improperios y groserías que casi desembocan en arrancarnos los ojos el uno al otro.

Te pasaste, Niklaus, aunque no te culpo porque tenías tu mal carácter y aún lo tienes. Yo también tenía ese carácter de mil demonios con poca paciencia, pero estando aquí te das cuenta de que el mal carácter no tiene razón de ser cuando estás viendo y no interactuando, porque puedes estar furiosa y nadie lo sabrá.

Te volví a ver poco después de ese desastroso primer encuentro. Yo estaba saliendo de la tienda de tatuajes con un horrible dolor en la espalda: me acababa de poner mi primer tatuaje ahí y dolía como si me hubieran puesto un hierro ardiente.

Tropezamos de nuevo y al verme hacer muecas te preocupaste por mí. Fuiste tan tierno que olvidé como nos conocimos, ahora me pregunto ¿Por qué nos tropezábamos uno con el otro tanto? Obviamente podías verme venir a kilómetros de distancia, ¿Acaso querías que eso pasara?

Me preguntaste que me ocurría, yo te conté que me di mi propio regalo de graduación: mi primer tatuaje y que dolía como el infierno. No sé muy bien por qué decidí ser tan abierta contigo en ese momento, solo lo hice y no me arrepiento.

Reíste y negaste con la cabeza, recuerdo que me dijiste "es una aguja perforando tu piel miles de veces, claro que te debe doler, amor", casi te golpeo por llamarme así, pero pronto me di cuenta de que así le decías a todas las mujeres y dejé de sentirme especial ese momento.

Estaba por seguir mi camino, me detuviste y en un tono que incluso ahora considero tierno me pediste ver el tatuaje que me había hecho. Asentí y te di la espalda, levantando mi cabello para dejarte verlo; ahí, en mi omoplato izquierdo estaba una pluma que a la mitad daba la ilusión de desintegrarse y convertirse en aves que emprendían el vuelo. Estaba cubierto con plástico para evitar infección, lo cual lo hacía ver brillante.

Te gustó y me preguntaste por qué decidí hacerlo, yo te contesté que solamente me gustó y lo hice. Sonreíste, tu sonrisa es y sigue siendo hermosa ¿Por qué no te gusta sonreír si lo haces tan bien? Eso solía preguntarte y te reías, ahora nadie te pregunta y vives tu vida amargado.

Dijiste que me quedaba bien, pero que los tatuajes no eran lo tuyo. Yo me encogí de hombros y dije que uno solo te quedaría muy bien.

Ahora eras tú quien estaba por seguir su camino, pero yo te detuve. Disté la vuelta y finalmente noté que eras bastante más alto que yo, cosa que siempre encontré demasiado atractiva. Todo en ti siempre se me ha hecho atractivo, incluso desde el primer día en que te vi con el ceño fruncido.

Valentine's Day {The Originals}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora