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Capitulo 3: Día a día

El sol empezaba a colarse por una de las rendijas de la ventana que tenía frente a su cama, en ese momento sonó la alarma que le avisaba a Naemin que ya era hora de levantarse. Estiró pesadamente su mano para ir directo a apagar aquel aparato que emitía un sonido que muy pronto iba a comenzar a irritarle. Se terminó de levantar de su cama y estiró cada parte de su pequeño cuerpo mientras caminaba hacia el baño. Justo en ese momento vio el reloj que estaba colgado en la pared y marcaba justo las seis y cuarenta y cinco de la mañana, se acordó de su mejor amiga y al darse cuenta que no había llegado todavía suspiro pesadamente y cerró la puerta para darse un baño para terminar de despertarse por completo.

Salió envuelta en su bata de baño rosada y un paño de igual color en su cabeza mientras hacia camino al armario y buscar algo decente que ponerse, decidió finalmente por una falda estilo tubo color negra, una blusa clásica color rosa pálido con un pequeño estampado en el pecho junto a un suéter del mismo color que la falda mientras el calzado eran unas zapatillas estilo bailarina puntiagudas negras.

– ¿Cuándo será el día que Lissy me haga caso y llegue temprano? – Preguntó para sí misma mientras se paraba frente al espejo y calmadamente desenredaba su melena para luego dejarlo al natural.

En ese momento sonó la puerta del dormitorio y sin tener que voltearse para saber quién era rodo los ojos para empezar a maquillarse.

–Se nota que ibas a llegar temprano.-Soltó Naemin con ironía mientras comenzaba a aplicarse el corrector de ojeras (que no usaba mucho, pero hoy se le notaban demasiado)

– De lo que te perdiste por no querer acompañarme. – Presumió la catira mientras sonreía y caminaba hacia el baño para darse una ducha rápida.

– Te espero abajo. –Avisó la pelinegra mientras terminaba de echarse máscara para pestañas, acomodó su mochila negra que llevaba dos pompones de colores y salió del dormitorio.

–Tranquila pequeña saltamontes ya estoy lista. –Respondió la mayor mientras colgaba también su mochila de colores y volteó rápidamente para ver su atuendo que estaba compuesto por un jean alto oscuro con un pequeño top negro y unas sandalias con pequeñas flores que adornaban la parte del medio.

Salieronrápidamente del dormitorio y tomaron el ascensor para bajar. Mientras hacíancamino hacia el campus observaron los altos edificios en donde veían sus clasesde lunes a viernes. 

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   Abrió los ojos poco a poco y parpadeó un par de veces tratando de enfocar bien la vista, miró a su alrededor y se dio cuenta de que se encontraba en una habitación desconocida. Frunció el ceño al escuchar un murmullo y sentir un peso en su pecho, llevó su mirada a ese lugar y notó a una linda rubia dormida sobre él. Se removió cuidadosamente debajo de ella, tratando de no despertarla puesto que no le apetecía tener una charla post-sexo ahora. Al lograr librarse de la chica, suspiró, levantándose de la cama y buscando su ropa que estaba regada por la habitación. Recogió sus pantalones y un fuerte mareo lo invadió, su cabeza dolía como mil demonios, tuvo que recostarse de una pared para recuperarse. Pasaron al menos dos minutos, en los que ya se había vestido y estaba listo para desaparecer de la casa y de la vida de aquella desconocida.

Salió de aquella casa, pasando una mano por su cabello en un intento fallido de aplacarlo un poco. La luz del día cegó un poco su vista y se lamentó mentalmente por no traer consigo sus preciados lentes de sol, no sabía cómo había podido olvidarlos. Caminó hasta la parada de autobuses más cercanas y luego de seis minutos llegó uno. Se subió, colocó el dinero en donde correspondía y se sentó en el primer asiento que vio disponible, al instante se percató de que a su lado había una linda adolescente que no dejaba de observarlo.