Capitulo 25

1.7K 118 0
                                    

El brillo del sol invade mi habitación dándome la bienvenida a un nuevo día. Restriego mis ojos para tratar de acostumbrarme a la luz, bostezo y me estiró en mi gran cama; me encanta abarcar toda la cama con mi cuerpo y como casi toda mi vida he dormido sola, más disfruto estos momentos.

-Simplemente... ¡Hermosa!

Escucho que dicen haciendo que me siente de un tirón y sienta como mi corazón salta en el pecho amenazando con salirse.

-Pero ¿Qué mierda?¿Que haces?

-¡Verte!.. sabes que para mí siempre ha sido un placer contemplarte

Veo la puerta y luego a él, repito la acción sin créermelo.

-¿Creiste que una simple silla iba a detenerme?

-¡Noo! ¿Cómo crees?, si es que estoy hablando con súper Domenico el inmortal, el que puede atravesar muros y puertas con su fuerza- Contestó irónica.

Suelta una de sus características carcajadas. -No podía desaprovechar la oportunidad de verte dormír y más así como estás durmiendo últimamente-. Dice señalando mi desnudes, rápidamente me cubro con la sábana.
Ayer me acosté tan agotada que olvidé ponerme algo.

-Es una tentación que no puedo aguantar-. Mientras dice esto se acerca peligrosamente a mí gateando sobre la cama parece un maldito león hambriento.

-Veo que aún conservas los viejos habitos...-Me detengo para verlo esbozar una medio sonrisa pícara.
-Espías entre las sombras y eres un maldito acosador.

Sonríe de nuevo y responde arrogante mente -Pero así me amas.

-Ja,ja,ja...que gracioso y petulante de tu parte.

Se mueve rápido robándome un beso.
- ¡Oye! ¿Que te pasa? No te di permiso para hacer eso.

-No necesito permiso pequeña.

Antes de poderle responder se abalanza sobre mí tumbando me sobre la cama y aprisionando me bajo su enorme cuerpo, ataca mi boca con hambre, dejándome llevar por las sensaciones que causa en mí cada vez que me besa.

Su olor es embriagador, su calor es reconfortante, siento su respiración acelerada y como nuestras palpitaciones se hacen más rápidas demostrando lo ansiosos que estamos por este encuentro.

Se aleja de mi para tomar aire y con su ronca voz habla cerca a mi oido -No te imaginas cuánto he querido hacerte esto-. Provocando que mi traicionero cuerpo reaccione y sin poderlo evitar jadeos salgan de mi boca.

Desesperada por sentir su piel sobre la mía, tomo su camisa y la arranco, botones salen disparados por todos lados. Escucho una vez más la sonrisa de Doménico, parece que le hace gracia.

-Pequeña no te aceleres, mira que deseo disfrutar cada centímetro de tu cuerpo. No tengo prisas ya no.

Lo miró con ganas de golpearlo, pero este ¿Que se ha creido? Llevo años sin verlo, me provoca y sale con eso.

De repente siento como empieza a besar mi frente, párpados, mejillas y nariz con adoración, en especial se toma su tiempo para besar mi quijada la cuál ya debe lucir con algún morado a estás alturas.

-Perdón, pequeña no debí haberlo hecho.

No respondo solo lo beso, la verdad deseo dejar de lado todo lo que ha ocurrido para tomarme un tiempo y disfrutar con él, hace tanto que lo deseo que no me importa dejar de lado todo.

-Te deseo Gabriela.

-Yo también te deseo, Doménico.

Veo como se levanta para quitar sus pantalones los cuales se quita junto a los boxer. Sigue siendo un hombre sexy y a pesar de las cicatrices que alcanzo a ver en su pecho no le quitan  lo atractivo, al contrario lo hacen ver más sexy y peligroso. Se pocisiona de nuevo sobre mí y puedo
sentir la dureza de su pene sobre la parte baja de mi estómago y no puedo evitar llevar mis manos a él, lo tomo entre mis manos moviendolas de arriba a abajo haciendo que el jadee.

Esclava (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora