Séptimo café

2.9K 353 54
                                    

Buenos días- la mujer, que supongo es la dueña de esta cafetería me mira con sorpresa.

-¡Oh!... Ahmmm buenos días- me responde entre su confusión. Tal vez Urias tiene razón, estoy tan ocupado siempre, que ni de dar los buenos días me acuerdo.

La mujer me habla de nuevo -En un momento tengo su pedido, normalmente a usted que viene todos los días, procuramos tenerle listo su café cuando es la hora a la que normalmente llega, solo que hoy estoy sola y me atrasé, pero no se preocupe, en un momento se lo entrego- se da la vuelta un momento hacia la máquina y me quedo pensando... Así que vuelvo a hablar -¿Porqué está usted sola?, ¿Y la chica rubia que trabaja para usted?-

-Aracely, ella renunció ayer, al parecer tiene un nuevo empleo y entre sus estudios ya no podrá seguir apoyándome aquí- tomé el café en estado de shock, nunca me atreví a preguntar su nombre e invitarla a salir y ahora se fué -¿Sabe a dónde se fue a trabajar?-

-No- me responde mientras ya está atendiendo a otro cliente
-No me dijo nada de eso, y honestamente tampoco pregunté-

Un rato después, estoy sentado en mi escritorio, viendo un montón de papeles regados aquí. Sin el sistema funcionando bien, mi organización es un caos. Me duele la cabeza otra vez.

-Cariño no deverías de presionarte tanto- alzo la mirada y Rosita está frente a mí, siempre preocupada por nosotros dos. A veces pienso, que nos quiere incluso, más que nuestra propia madre -¿Te puedo dar mi opinión y consejo?-

Me siento mal y frustrado, si su consejo es, que salga mas temprano de la oficina la ignoraré, tengo mucho que hacer
-Di lo que gustes Rosita-

-Eres muy pendejo cariño-

-¡Rosita!- abro en grande mis ojos, nunca me había dicho algo así.

-Es que ya me tiene harta ver lo idiota que te portas con tu hermano- me señala con su dedo y por su tono de voz, está regañándome -Urias es tu socio, no tu empleado. Estás hasta la madre de trabajo porque todo lo quieres solucionar tú y a él no lo dejas decidir nada. Su palabra vale tanto como la tuya; trátalo como tu igual, trabaja en equipo con él y ambos serán más felices-

Tiene tanta razón que ya no sé ni qué responderle. Abro mi boca para decir algo pero ella me interrumpe -Por cierto, ya llegó la chica que hará sus practicas aquí y se le contrató por adelantado para que cubra la incapacidad de Mercedes la chica de sistemas-

-Dile que pase por favor- estoy un poco desorientado por tantas cosas que debo solucionar en mi vida, pero es un respiro enorme que haya llegado alguien para ayudarme a arreglar este estúpido sistema.

-Buenos días, me dijo la señora Rosita que me presentara con usted porque tiene problemas con su computadora, soy Aracely Sevilla-

No puedo creer lo que ven mis ojos, ¡Es mi rubia!.




Estoy muy nervioso, me sudan las manos, me tiemblan las piernas, pero respiro, lleno mis pulmones de oxígeno y aparento estar en control de mis emociones, Urias está frente a mí con esa sonrisa perfecta y ese porte tan fino, quién diría que alguien que siempre tiene un gesto enojado, puede sonreír
-Gracias por aceptar salir conmigo- me dice sin dejar de verse contento.

-Al contrario, gracias a ti por la invitación- es un poco incómodo, estamos en un restaurant muy caro. Siento algunas miradas sobre mí, a lo mejor y este es uno de los lugares que él suele frecuentar, en fin, voy a ser sincero con él y espero que él lo sea conmigo,
-Urias, ¿Porqué siempre fuiste tan prepotente conmigo y ahora me dices que tienes interés en mi?-

Su rostro cambia a uno sorprendido -Perdóname Liam, jamás he sido prepotente contigo-

Me tenso un poco al escucharlo
-Todos los días cuando vas por tu café, juro que parece que quieres matarme. Siempre me esfuerzo por atenderte rápido pero aún así parece que incluso verme con vida te molesta. Me confundes demasiado-

Urias suelta una carcajada y yo siento mi sangre arder, odio que la gente se burle de mí cuando yo estoy hablando muy en serio
-Es mi hermano al que has visto, esa descripción se ajusta a él-Ahora resulta que tienes un hermano- ruedo los ojos, parece que Urias piensa que soy idiota.

-¡Es en serio, déjame buscar una foto!, a lo mejor por aquí tengo una, Uriel es mi hermano gemelo- saca su teléfono y comienza a deslizar sus dedos por la pantalla pero se detine cuando observa mi desconfianza e incredulidad.

-Te voy a presentar a mi hermano para que me creas- dice y lo veo presionar en su teléfono una videollamada.

-¿Qué quieres?- esa voz ronca que tanto conozco suena del otro lado de la línea.

-Solo saludarte y preguntarte si ya me extrañas- bromea Urias mientras se ríe y yo estoy impactado, hay un hombre exactamente igual a él en la pantalla. Solo que es como la versión amargada del sexy hombre a mi lado. Si no lo viera con mis propios ojos no lo creería, pero de alguna forma lo he visto.

-¡Oye tú, enclenque!- me habla a mí y hasta por teléfono me asusta -Pobre de tí que hagas sufrir a mi hermano porque iré personalmente a arreglar cuentas contigo-

-¡Oye no soy un bebé y no amenaces a mi pronto a ser novio!- contesta Urias por mí -Puedo arreglármelas yo solo. Además...- me abraza y su calor me hace sentir en las nubes
-Liam jamás haría algo malo-

Lo que nunca imaginé es ver a aquel rudo hombre que esboza una chueca sonrisa de aprobación -Pues disfruta tu día hermano, porque mañana voy a salir y te quedarás por mi, a cargo de todo-

-¿En serio?- pregunta Urias.

-Si. Ya es hora de que tomes tu lugar en la empresa a como te corresponde. Hablaremos a detalle despues. ¿Te parece?-

-¡Por supuesto que sí!- Urias se ve tan emocionado que me conmueve, como si hubiese estado esperando palabras así desde hace mucho tiempo.

-¿Se puede saber qué significa esto?- una mujer con ropa muy elegante habla con desprecio al mirarme, viene acompañada de un hombre con un semblante similar.

-¿Urias?... La voz que me es tan conocida estremece mi mundo, mi madre me mira confundida, pero también está mi padre observando lo que a todas leguas se ve como una cita romántica, pues mi mano esta posada en la espalda baja de Liam.

-¿Qué significa esto?, mi padre dice siseando, mi mano va hasta el puente de mi nariz.

-Necesitamos hablar, y por cierto les presento a Liam, mis padres lo observan con desaprobación, no es el hecho de su posición económica solamente, es el obvio hecho de que es un hombre.

-Creo que necesitas explicarnos esto, señala despectivamente hacia nosotros mi padre.

Antes que mi padre termine su frase, tomo a Liam del rostro, rápido le susurro un
-Perdóname- y estampo mis labios en los suyos, ¡Joder jamás me sentí tan vivo!. Fueron solo unos minúsculos segundos, pero fueron los mejores segundos de toda mi jodida vida, pero creo que con todo lo sucedido mis padres ya sabrán que esperar.







-Lamento todo lo sucedido, la voz tímida de Liam me asombra mientras salimos del restaurante, ¡yo soy quien debería disculparse!.
-Lo único que puedes sentir, es amor y mucho deseo por mí, así que vamos, vamos a cenar a otro lugar.

Terminamos en un lugar sencillo, cenando humildes y muy ricas hamburguesas, mañana hablaré con mis padres, es momento de arriesgar para ganar, así me deshereden, el amor vale el riesgo, vale mas que cualquier suma gorda en el banco.
Ricos cambiarían su fortuna por un amor sincero, desinteresado.
Yo lo tengo, y quiero mantenerlo a mí lado.

Todo por un café.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora