Natsu, El Heredero del Sharingan

Capitulo 3: Misiones completadas y nuevas compañeras.

Natsu y Mira caminaban hacia el lugar donde se llevaría a cabo su primer misión, hace tan solo unos minutos que se habían bajado del tren para disgusto de la albina y felicidad del pelirosa.

Disgusto para la albina pues eso era porque en todo el camino el Uchiha se encontraba con su cabeza recostada en su regazo mientras esta jugaba con su un poco largo cabello.

Aun estaba intrigada por la nueva vestimenta de Natsu.

— Uff por fin... como odio los trenes — Dijo el Uchiha con una leve sonrisa mientras Happy levantaba una de sus patas desde la cabeza de Natsu.

— Bien Natsu, nuestro primer trabajo será encargarnos de ese gremio oscuro — Dijo la albina con algo de nerviosismo, cosa que Natsu notó pero lo tomó a que no hacía una misión desde hace unos años — Como rayos se me pudo olvidar que desde lo que pasó lo de Lissana no puedo usar bien mi magia — Pensó esta con una preocupación de que en lugar de ayudar solo estorbaría, pues como dice el dicho, Mas ayuda el que no estorba.

— Sí, iremos allí primero — Respondió este no pudiendo evitar voltear un poco la cabeza y ver a la albina, lo que no se había percatado el Uchiha era que la chica no había despegado su mirada de el en ningún momento, por lo que el que la mirara le dio un poco de felicidad.

— Natsu se volteó a verme, jeje quizás las cartas si estén a mi favor — Pensó esta como una niña enamorada a la que su amor platónico la ve y se imagina toda una vida juntos.

Así el resto del viaje pasó con normalidad para ambos magos, charlando de cualquier cosa, aunque a veces el gato les decía "se gustan" haciendo sonrojar a ambos magos.

Así ambos llegaron a la aldea de Noruyima y como buenos magos que son, fueron al primer lugar donde debían ir, la alcaldía, donde al parecer un hombre algo gordo llamado Itsuki era el alcalde.

— Así que... hace cuanto tiempo que los atormenta este gremio oscuro Itsuki-san? — Preguntó Mira luego de agradecerle a la secretaria por las tazas de café que les llevó, cuando iba a proceder a tomar un sorbo el pelirosa la detuvo.

— Este café está envenenado y por lo que huelo no es letal pero puede ser usado para paralizar el cuerpo por 24 horas aproximadamente al ingerirlo... algo anda mal — Pensó este al oler el liquido que parecía ser una trampa — Mira no bebas eso — Dijo serio mientras miraba al alcalde el cual sudó frío.

— Eh?... porque Natsu? — Preguntó la albina.

— En el café hay un poderoso fármaco imposible de oler para un humano normal, jejeje pero yo no soy normal... en mas de un sentido — Dijo el Uchiha refiriéndose tanto a ser un Dragon Slayer como a ser poseedor de dos Doujutsus y ser Jinchuriki del primer Bijuu, cosa que solo personas de gran poder en el mundo ninja fueron capaces de serlo como lo fueron Hagoromo Otsutsuki, Uchiha Obito y Uchiha Madara.

— E-este... bueno yo — Balbuceaba el obeso hombre mientras Natsu encendía su puño añadiéndole chakra para que se viera mas amenazante, y para rematar unos rayos azules rodeaban la llama.

— Si no confiesas en 5 segundos ten por seguro que estarás pidiendo a gritos que te ayuden mientras estás envuelto en llamas — Así de simple y amenazante típico en Uchihas.

— Etto... Itsuki-san por favor explíquese que creo que mi compañero habla muy enserio — Dijo la albina un tanto nerviosa de que el pelirosa cometiera una locura.

— Bien yo... el pueblo está aliado con el gremio oscuro y nos dedicamos a... exportar magas bonitas a cambio de... dinero — Dijo este mas que nervioso mientras Natsu al escuchar esa breve explicación solo se enfureció aunque no se notaba por su rostro serio, mas de lo normal.