Simón
"¡Estamos en Madrid!" exclama Isaza mientras graba sí mismo con su celular, haciendo una Instastory. Porque lanzábamos nuestro segundo álbum sin haber rodado todos los videoclips, regresamos a la capital española para finalizar esta tarea. Como siempre cenamos en un restaurante fenomenal, disfrutando de la comida riquísima. Con mi novio sentado a mi lado y un brazo rodeando su cintura, me siento completamente a gusto. Mi mano reposa en su hueso de la cadera y el tacto suave de la tela de su camiseta henley que se eleva y baja en el ritmo de su respiración aumenta ese sentimiento de comodidad. El sitio donde le toco arde en un calor agradable. "Monchi, quítale tu brazo, estaba rodando una story y ustedes lo ruinaron," señala Isaza y percibo como borra el vídeo que hizo hace unos segundos.
Retiro mi brazo para que Isa pueda terminar esa puta Instastory. Me molesta que haya tenido que dejar el lugar agradable en la cadera confortable de Villa sólo a causa de ese secreto grande que tenemos. "Pensaba que sólo grababas tú mismo, Isa," digo apartándome de Villa. En lugar de una respuesta mi amigo vuelve a pulsar el círculo en la pantalla del móvil y lo panea para grabar sus compañeros de banda. En el transcurso de la noche no he podido encontrar a la posición cómoda en la cintura de mi novio otra vez.
Cuando llegamos a nuestro piso estamos vivaces a causa del alcohol en nuestros cuerpos. Isaza se deja caer al sofá, riendo sobre algo ridículo mientras cierro la puerta detrás de mí.
"¿A quién le apetece jugar un partido de FIFA?" pregunta Villa en un tono animado, quitándose su chaqueta antes de tomar asiento en el sofá.
"¡Yo!" grita nuestro amigo con sombrero. Coge tres mandos de la mesa y los distribuye entre Villa y Marto, sabiendo muy bien que a mí no me gusta jugar ese videojuego. Isa modifica algo en la play que provoca que Villa proteste.
"¡Esto es injusto!" grita divertido. "¡Dos contra uno no es justo!"
"Entonces pregúntale a Simón si quiere ser parte de tu equipo," responde Marto. Yo suelto un suspiro bromista.
"Si yo juego en tu equipo, amor, seguro perderemos," digo mirándole a Villa sonriendo.
"Pues apóyame en otra manera y yo voy a ganar para nosotros," contesta sonriéndome coquetamente. Animado por su ruego me siento en el respaldo del sofá, posicionando su cabeza entre mis rodillas. Empiezo a hacerle cosquillas en la cabeza. Su reacción es una risita dulce y un movimiento de su cabeza en mi dirección.
"Él que pierde recibe un castigo," declara Isaza mientras escoge el FC Bayern como su equipo.
"¡Qué asco! No quiero Bayern," contradice mi hermano. "Real Madrid, por favor. ¡Los Blancos!" Isaza sigue su exigencia y Villa elige Manchester United.
"Vale, pero ¿cuál castigo?" pregunta Villa, echando un vistazo divertido a Isaza.
"Correr en la calle desnudo," contesta antes de estallarse de risa.
"¿Por qué no, Villamil?" logro preguntar entre risas. "Podrías hacerlo, tu cuerpo es muy bonito." El final de mi frase queda un grito riendo en el que mis amigos me acompañan.
"¡Tengo una idea!" exclama Martín. "Él que pierde tiene que cocinar una cena elaborada." Una sonrisa traviesa aparece en su boca cuando nos mira.
"Es un trato," dice Isaza.
"Okay," repite Villa. "¿Monchi?"
"Yo sólo soy observador," río y sigo amasando su cabello oscuro.
"Ay, okay," recula mi novio sonriendo y el partido comienza.
La primera acción notable de Isaza fue un pase fallado.
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Me Quema
ФанфикParte 3 Ahora somos amantes. Es la única manera en la que se podría describir el estado de nuestra relación. Nuestras familias y nuestros mejores amigos ya saben que nos amamos, pero nadie más. Y a mucha gente le interesa nuestra vida privada porque...