El fuego de tu amor me quema

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Simón

Ningunas palabras podrían describir lo que siento ahora. Alivio. Felicidad. Alegría.

Amor.

Amor por lo que hago. Amor por mis amigos. Amor por los fans maravillosos de nuestra banda. Amor eterno por mi novio. Estoy acurrucado a su pecho, sus brazos alrededor de mis hombros, su boca en mi nuca, mi mano en su muslo. Estamos sentados en un prado un poco aparte del festival al lado de un río y Villa besa mi cuello de vez en cuando; siento su aliento caliente en mi piel cuando susurra alguna declaración de amor.

Lo que pasó hace unas horas fue ciertamente lo más inesperado de mi vida. Nunca hubiera pensado que Villa cantara Ladrón para mí. La canción que yo escribí por él, la cantó él para mí. Cuando se acercó a mi micrófono, no tenía ninguna idea qué estaba haciendo; simplemente lo ignoré.

Lo que pasó después sólo se puede comparar con magia: oír la canción de su boca, con su voz hermosa. Tuve piel de gallina en mis brazos al escucharle pronunciar cada palabra como sólo él lo puede.

Lo único que podría haber hecho fue contestarle a esto con su propia canción que había escrito por mí. Cuando me cantó 'Te quiero,' tengo que confesar que exploté de amor. Mis ojos casi estallaron de lágrimas, pero diferente a las de ayer; esta vez lágrimas de pura alegría.

Igual a mis compañeros de banda. Marto corrió al borde del escenario para poder gritarle al público a todo pulmón. Pude distinguir el agua brillando en sus ojos oscuros al animar el público, levantando sus manos una y otra vez. Isaza se quedó callado en la mitad del escenario, solamente mirándonos con sus manos cruzados sobre su guitarra. También pude ver sus ojos mojados, chispando aún más a causa de una sonrisa constante en su cara al ver qué loco se volvió el público. Gritaron, aplaudieron y absolutamente todos acompañaron a Martín en corear, "¡BESO! ¡BESO!" Todos lo aceptaron.

"¿Ves a las estrellas, Simón?" susurra Villa en mi nuca, dejando una sensación de su aliento caliente en mi piel. No tengo que alzar mi vista para mirar al cielo nocturno, su belleza atrae la mirada de cada humano en la tierra automáticamente. Las estrellas brillantes fulguran en el negro del cielo eterno, pareciendo como la existencia más hermosa en este universo.

"Sí, son asombrosas," contesto, cerrando mis ojos en un gesto de placer al sentir el tacto de sus labios suaves y húmedos sobre mi piel.

"Tú eres la estrella más bella de todas," cuchichea, abrazándome por la cintura.

Echo un suspiro de placer y me reclino en sus brazos para girar mi cabeza y besarle apasionadamente. Su lengua me tiene adicto.

"Hey, Monchi ¿puedes leer est-? Oh, okay." Oigo la voz grave de Isaza que quiere hablarme, pero lo dejó cuando mi mejor amigo vio lo que Villa y yo estamos haciendo.

"¡Monchi! ¡Necesitamos tu ayuda!" grita mi hermano y reluctantemente suelto los labios adictivos de mi novio.

"¿Sí?" le pregunto.

"Monchi, ¿puedes leer esto porfa?" me interroga Isaza, tendiéndome su celular. "Dime si está bien que lo publique."

Miro la pantalla de su móvil y noto que acaba de escribir una publicación de Instagram de la cuenta oficial de Morat con un texto corto debajo la foto. Es una foto que probablemente Pedro tomó en el concierto anterior que muestra Villa y yo besándonos en el escenario en frente de miles y miles de personas aclamando y dando gritos de alegría. Las luces se caen de una manera bonita en nuestros cuerpos. Esta foto está de verdad muy bien hecha. Pero lo que atrae mi atención aún más es la descripción de aquella fotografía:

Me QuemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora