Mismo chat, entramos casi que el mismo día, misma comunidad, misma banda que nos sacó de la tristeza, mismo amor por la música, misma manera de pensar ante situaciones importantes, misma madurez e inmadurez cuando creemos que es debido.
Mismo todo.
No quise ver el hilo que llevavas atado en tu dedo índice.
No lo quise ver porque ese hilo, su otro extremo, estaba atado al mío.
Sabía que era el mismo hilo rojo, pero daba miedo.
Miedo a fracasar, miedo a que solo sea una ilusión, miedo a que el otro extremo de tu hilo rojo esté atado a otra chica.
Miedo a que cuando te dijese la verdad desaparezcas, porque las cosas lindas duran poco.
Pero ahí permaneces, contra viento y marea.
Abrazandome cuando el viento sopla fuerte y tengo frío.
Besándome aunque tenga los labios cuarteados.
Mimandome aunque el romanticismo en mí sea casi nulo.
Amándome como nunca sentí que lo hicieron.
Espero realmente que tu hilo rojo sí esté atado a mi dedo índice.
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× Un hilo rojo ×
Poésie× Dicen por ahí que si sigues el hilo rojo, encontraras a esa persona que está destinada a estar contigo. Creo que era cierto. ×
