We Are US [Klaine One-shot]

They Don't Know About Us|CrissColfer

Summary:
Otro día de San Valentín juntos sin que nadie lo sepa.

...

Todo él día se la paso como se supone que debería pasarla, con su "comprometida". Desayunaron juntos, vieron una película y se acompañaron mutuamente en este hermoso día de San Valentín.

Pero su mente están en otro lado, su mente estaba vagando y estaba ansioso por que fuera de noche. Por el momento, tendría que guardar ansías y ser paciente. Aun que eso último era muy difícil.

—Darren. ¡Darren! ¡¿Me estas escuchando?!— la voz de su novia lo saco de sus pensamientos.

—Ehh, lo siento, pero no. ¿Qué me estabas diciendo?— intento volver a ponerle atención pero se le hacia imposible.

—Te estaba diciendo que tengo unas magnífica ideas para la recepción de la boda. Estaba pensando en hacer algo al estilo...

Y de nuevo volvió a dejar de escuchar. Estaba harto de escuchar arreglos sobre la boda, ¡Ni siquiera se iban a casar! ¡El no quería eso! Quería a alguien mas. Miro él reloj que estaba en la pared de la habitación, él cual marcaban las 8:00 pm.

—Lo siento querida, pero me tengo que ir— dijo mientras se levantaba y cogía su chaqueta y las llaves.

—¿A dónde vas— fingió demencia.

—Es día del amor y de la amistad. Voy ir a ver a Chord.

—¿Me dejaras sola? ¿En San Valentín?

—Ya estuvimos toda la mañana y tarde juntos.

—Si, pero en la noche es cuando mejor se pone— dijo con voz coqueta.

—Lo se y lo siento pero cuando vulva tal vez pase algo.— dijo mientras retrocedía hacia la puerta.

—Bien, te estaré esperando.

—No, no me esperes. Llegaré, lo prometo.

—Bien.— dijo de mala gana mientras se acomodaba en él sillón.

Darren salio de su casa con cuidado a que los paparazzis no lo vean y subió a su carro de repuesto. Salio de la cochera y partió rumbo a su destino.

Estaba algo hostigado y cansado de vivir en la mentira que era su vida. Tener que huir y hacer cosas con miedo a ser descubiertos era tedioso y molesto, pero un contrato lo mantenía amarrado y ese era su destino, pero al final del día el poder ver esos ojos azules y esos libios rosas le hace saber que cruzaría infierno, mar y tierra por verlos aun que sea un segundo mas.

Llego al lugar indicado. La cochera donde metería su carro ya estaba abierta y se cerro automática mente al entrar él carro. Con unas cuantas respiraciones bajo del asiento y camino a la puerta que conectaba con la casa.

Al entrar todo estaba silencioso y hasta el fondo había una tenue luz amarillenta. Paso por la cocina hasta dar con la sala. Había velas, una mesa arreglada para una cena, suave música de fondo y un hermoso chico esperándolo de pie.

Al verlo, este sonrió y corrió abrazarlo. Darren lo recibió con desespero y urgencia. Sus cuerpos reaccionaron al por fin poder tocarse y sus sentimientos estaban a flor de pie al estar libres, aun que sea por una noche.

—Te extrañe muchísimo — susurro él ojiazul en su oído.

—Yo te extrañe mas.— se separaron del abrazo pero sus cuerpos seguían pegados.

—¿Y por qué no habías venido?— preguntó mientras jugaba con él cuello de la camisa del morocho.

—Sabes que no puedo, ha sido una semana pesada.