Capítulo 2.- Martes

1.8K 207 61
                                    

Cáncer: Hoy deberás de tener cuidado en escuchar conversaciones ajenas, ya que puedes enterarte de cosas que no quisieras saber. Tus emociones se revolverán tanto que no sabrás hacia dónde voltear. No olvides pensar con la cabeza fría pero sin dejar de escuchar a tu propio corazón. ¡Sé sincero contigo mismo!, tu Lucky Ítem de hoy, es un bolígrafo de color anaranjado.

Había escuchado atentamente esa mañana su predicción para ese día, cosa que le dejó un tanto pensativo mientras que buscaba ese bolígrafo de color anaranjado que ya tenía entre sus pertenencias dentro del cajón de su escritorio. Cuando sacó el bolígrafo, lo miró con atención, era de un anaranjado brillante con un balón de basket colgando de la parte de arriba como decoración.

Era un regalo de Takao el año pasado.

Listo con todo lo que debía llevar al Instituto, se dispuso a salir de casa para esperar al desdichado muchacho que siempre llegaba con un par de minutos de tardanza. Pero sus pensamientos estaban vagando ahora en la predicción de ese día, hasta que vio pasar a unas chicas en la acera de enfrente con un par de cuadernos de cocina en sus brazos que lo recordó.

San Valentín sería este Domingo.

Él no era alguien afecto a ese tipo de celebraciones. Le era completamente indiferente el esperar ese tipo de eventos aunque ya conocía los resultados de este. Estaba preparado ya mentalmente para lo que sabía que sucedería. Su casillero sería atestado de un sinnúmero de cartas para pedirle que saliera con alguna bonita chica del Instituto, también, sabía que recibiría un montón de chocolate casero que tendría que rechazar -aunque algunos eran dejados de forma anónima pero terminaban siempre en la habitación de Shiori, su hermana menor-.

En todo el trayecto al Instituto, se mantuvo atento a su alrededor. Vio a varias chicas que estaban charlando emocionadas con las mismas revistas de cocina entre sus brazos, recordó la sutil sugerencia de Takao el día anterior para cocinar él mismo un chocolate y solo dejó salir un suave bufido.

─ ¿Que sucede Shin-chan?, ¿Te cansaste de ir sentado? ─ dijo antes de dar una vuelta más para ir recto hasta la entrada de Shutoku.

─ Hmpf. ─ fue todo lo que respondería al acomodarse las gafas y cerrar los ojos.

Cuando llegaron, él fue el que se bajaría para dejar que el pelinegro fuera a llevar su transporte a resguardo cerca del gimnasio ya que hoy tendrían práctica. Fue cuando quedarse solo completamente, se encontró con un par de señoritas que se le acercaron amablemente.

Aquí vamos. ─ pensó cuando imaginó que las chicas harían el primer movimiento de la semana, pero en realidad terminaron sorprendiéndolo.

─ Buenos días, Midorima-san. ─ se presentó la que parecía ser la más valiente. ─ Espero no incomodar pero me gustaría preguntarle algo importante. ─ el peliverde, se le quedó mirando atentamente. Era bonita, de hecho podría decir que era de esas típicas chicas que bien podrías tener de novia decente.

─ Buenos días. ¿En que puedo ayudarte? ─ seco, serio, distante pero educado, así es como siempre recibía ese tipo de encuentros.

─ Verá... ─ comenzó a ver como su compañera, sonrojada, intentaba alejarse, pero la chica la mantuvo cerca de él. ─ ... a mi amiga, le gusta Takao-san y le gustaría saber si pudiera decirnos que tipo de chocolate le gusta, por que quiere regalárselo el viernes. ¿Podría ayudarnos? ─ le dijo con una sonrisa tranquila, casi confidente y esa mirada algo esperanzada mientras la compañera, roja completamente, muda y nerviosa le observaba suplicante.

Oh, es la chica que se presentó como posible manager para el equipo. Ya me acuerdo. ─ pensó mientras que analizaba la situación aunque ciertamente le sorprendía que le preguntaran algo así. Sabía que el pequeño bribón que tenía como amigo-esclavo era popular con las chicas, nunca imaginó que fuera él una especie de informante.

Olor a ChocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora