capítulo 3 - They Are Inmunes

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Ambos subieron al vehículo, seguidos de la chica de cabello corto y el hombre adulto.

—Mike —llamó Harriet a uno de los jóvenes que estaban empacando las armas.

El chico no tardó en mirarla en respuesta.

Mike era un joven de veinte y algo de años, no lo sabían con exactitud, pero no pasaba de los veinticinco. Tenía los ojos color miel, y el cabello negro. No sabían mucho de él, además que al parecer siempre había estado con el Brazo Derecho.

—Ya voy, Harriet.

A los minutos Mike subió a la camioneta, al igual que ella, y encendió el motor.

Después de subir a la camioneta, ninguno de los chicos había vuelto a decir una sola palabra, hasta que el líder habló de nuevo.

—¿Y queda muy lejos de aquí?

—Un par de kilómetros —ella contestó sin mirarlo.

Llevaban unos pocos minutos en silencio. En los alrededores solo había tierra seca, e incluso se podían notar a un par de kilómetros una fila de montañas dibujadas en el horizonte.

—¿Crees que el jefe estará de acuerdo en llevarlos así nada más... sin revisarlos? —Mike le susurró.

Ella se alzó de hombros —Son inmunes, ¿no? Tienen el mismo derecho que nosotros.

—Ya sabes cómo es... —el chico estaba a punto de continuar cuando una voz masculina lo interrumpió.

—¿Y cuánto llevan con el Brazo Derecho?

Harriet observó por el espejo del retrovisor; era ese chico de nuevo, el asiático.

—Dos semanas —ella contestó, encontrándose con la mirada de él en el reflejo del espejo.

—¿Y cómo las encontraron? —él parecía realmente interesado sobre ese tema, o tal vez era la notoria desconfianza que existía de su parte.

Harriet recordó aquel día; había sido horrible, mas, al final todo el miedo, los fuertes estruendos de explosiones, los disparos por todos lados, la muerte... Todo había valido la pena porque, al fin y al cabo, ahora eran libres.

—Salimos del laberinto, pero, nos separaron de Aris y Rachel por alguna razón. Al día siguiente —hizo una pausa—, era la hora de la comida; empezamos a escuchar explosiones afuera, el personal se puso a alerta. Nos agruparon, y fue entonces donde empezaron los disparos. Todo fue muy rápido. Entonces, apareció el Brazo Derecho. Ellos nos sacaron de ahí...

Ellos nos salvaron la vida...

—¿Y los demás? —esta vez fue el líder quien había tomado de nuevo la palabra—. Había más chicos con ustedes en ese lugar, ¿no?

—Algunos escaparon por sus propios medios durante las explosiones, otros se quedaron en CRUEL, y del grupo que venía con nosotras, solo quedamos Sonya y yo. Las demás chicas decidieron irse —un dolor amargo se clavó en su pecho—. No confiaban en el Brazo Derecho. Pero, eso no importa... Siendo sincera a estas alturas no me importa qué sucedió con ellas. Ahora solo se trata de sobrevivir, ¿no?

—¿Lo ves? —escuchó murmurar al chico asiático, pero era obvio que no le estaba hablando a ella—. Tenía razón, no solo yo soy tan despiadado.

—Solo quiero saber una cosa —empezó a hablar Harriet, ignorando el comentario del chico—. ¿Ustedes son los inmunes que anda buscando CRUEL?

—¿Por qué lo dices? —soltó a la defensiva "señor sarcasmo", como su mente acababa de nombrar al chico asiático.

—Porque hay un grupo de inmunes que CRUEL está buscando como si fueran la última gota de agua en todo el desierto.

Shadows of Eternity | Minho & HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora