capítulo 1 - Bad Dream

269 29 10
                                    

Corre. Corre. Solo corre y asegúrate de sobrevivir...

El sudor le recorría la frente, parecía haber estado corriendo durante horas, pero no, no podía ser tanto. Se sentía tan tremendamente agotada como aterrada por la bestia viscosa que la perseguía, pero aún así debía continuar.

Giró a la derecha y sintió sus piernas debilitarse, pero lo soportó y siguió corriendo. Izquierda. Izquierda. Y derecha. El sonido del metal contra el suelo no cesaba, la bestia estaba cerca, demasiado cerca.

Miró el reloj en su muñeca, no recordaba cuando lo había puesto ahí pero eso no importaba, no en ese momento.

Los números, la hora que debía haber no estaba, tan solo números rodando sin detenerse, como en uno de esos juegos de ruletas que recordaba de la televisión; alguna chispa del cajón de las lejanas e inútiles sombras del pasado, un pasado que ya no recordaba.

Su vista siguió al frente.

No sabía cómo pero había llegado a un callejón sin salida; la luz tenue casi fantasmal, el húmedo ambiente, el olor intenso a podredumbre le daba un toque terrorífico a aquella escena. Fue entonces cuando una niebla grisácea comenzó a adornar aquel horrible callejón.

Ella se detuvo admirando con terror su alrededor, el corazón le latía rápido, fuerte, casi sentía que iba a salir de su pecho. Todo eso sin mencionar su respiración asfixiante, tanto que incluso podía sentir el gran vacío en su interior, la falta de oxígeno en sus pulmones... Su vida desvaneciéndose de sus manos. Le dolía la cabeza, y ya no tenía fuerzas, y eso en absoluto era una ventaja. Si la bestia la encontraba, entonces ese sería su fin.

Dio unos pasos hacia atrás, chocando con la pared al final del lugar. Agotada y rendida apoyó su cabeza en la superficie firme detrás suyo; unos segundos sin escuchar rastro de penitentes... Unos segundos de descanso para su cuerpo sin fuerzas, mas, no para su mente. Lo sentía, podía sentir a la bestia cerca, a pesar de no haber rastro de ella.

Y como si lo hubiera llamado con el pensamiento, como si hubiera pensado en voz demasiado alta, poco a poco fue apareciendo una mancha oscura en la niebla, justo en la entrada del callejón. De repente, los espantosos sonidos del metal contra el firmamento habían vuelto, y aquella mancha comenzó a tomar forma y color en cuestión de segundos. Era una de esas cosas, un penitente... Se fue acercando y acercando. Cada vez quedando menos distancia entre ambos.

Ella cerró los ojos, dándose por vencida. Era imposible que saliera de ahí con vida, no tenía escapatoria. Decidió no aferrarse a ningún recuerdo reciente, ningún ser amado, nada... Tan solo esperó lo peor, el dolor insoportable, los gritos agonizantes, las púas impregnándose en su piel provocando un sonido húmedo y desgarrador...

"Harriet", un murmuro lejano, tan lejano como las estrellas parpadeantes a kilómetros de la Tierra. "Harriet, despierta", ese susurro parecía querer apartarla de su sufrimiento, de su pesadilla.

Entonces se volvió claro, de repente, con un toque de desesperación, como si algo se hubiera activado.

La pesadilla de alguna manera se esfumó como humo en el aire, dejándola ahora a ella luchando contra sí misma y el sopor que la envolvía, queriendo despertar.

—Vamos, despierta —lo que antes era un susurro, ahora se había convertido en una voz clara y amable, mucho más clara que la última vez.

Ella pudo sentir la cercanía, la presencia de alguien a su lado que ya no parecía venir desde adentro de su mente, provenía de afuera.

—Ya es tarde —y como si al fin hubiera recobrado el control de su cuerpo, abrió los ojos de golpe.

Una imagen borrosa al principio poco a poco fue tomando forma; los ojos color avellana la miraban con ternura, y un mechón de cabello rubio dorado le caía en el rostro iluminado por los débiles rayos de sol mientras le daban un aspecto natural a la trenza que caía en su hombro.

Shadows of Eternity | Minho & HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora