Frozen and Brave: Razones para amar a su hija Anna.

En lo que estábamos...

-Basta -dijo molesto.

-Pero... Padre Mérida no merece...

-¡Elsa por favor! -su tono áspero logró hacer que la rubia cerrara la boca -, los únicos que podemos decidir eso somos tu madre y yo, así que de momento esto no te concierne. Retirate.

Seguro que el orgullo de Elsa fue aplastado en ese instante, lo siguiente que hizo fue dejar unas carpetas que traía consigo y entonces se retiró.

Fue lo más incómodo que haya precensiado en la vida.

Nunca había visto a Elsa tan molesta y tampoco recuerdo que le afectara tanto mi amistades con Anna.

Aunque...

Siempre fue distante conmigo, incluso con Anna. Siempre mirándonos cómo si fuéramos poca cosa. Qué arrogante ¿Por qué me gustaba? Creo que estaba ciega y muy tonta.

¿Pero por qué de repente llegaba y decía todas esas cosas de mi?

Realmente no me conoce y no tiene derecho de juzgarme.
Tampoco tiene derecho de decir que no merezco a Anna.

¿Porque soy una chica? Me hubiera gustado oír sus argumentos y enterarme de por qué soy la persona menos indicada para recibir el cariño de su hermana.

-Con respecto a lo que ella dijo... Tal vez sea cierto que no merezco a alguien cómo Anna pero igual... No conozco a nadie que de verdad merezca estar al lado de alguien tan maravilloso como lo es ella -sonreí al saber que de verdad soy tan afortunada -, ella tiene tantas cualidades que la hacen una persona especial e increíble y ciertamente no sé por dónde empezar -en ese momento la emoción me sobrepadaba.

-Desde el principio -dijo con una sonrisa amplia y un brillo en los ojos.