Capítulo 1: Break in the mirror

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-Mamá, me cuentas esa historia desde que era pequeña, pero enserio esperas que me crea que descendemos de un ángel?- dije algo irritada, mi madre siempre insistía con ello.
-Arcángel, Ari, es un arcángel...- corrigió mi madre- Y si, es cierto y aun nos cuida, todos nuestros ancestros han muerto de viejos y nunca se han enfermado, jamás- defendió mi madre orgullosa.
-Y que dices de todas las veces que tuve gripe?- dije sonriendo, con la intención de enfadarla, en mi vida había tenido gripe solo una vez, pero aún así lo expuse.
-Un arcángel no va a evitar que tengas algo tan común como una gripe! Me refiero a enfermedades graves!- casi gritó algo enfadada, lo había logrado, por supuesto.
-Entonces... sabes que Arcángel es?- dije levantando una ceja intrigada, esa era una pregunta que curiosamente nunca había hecho.
-Uriel, el Arcángel Uriel- respondió mi madre calmándose y mostrando una sonrisa- Es el ángel de la literatura y la música... Es por eso que todos en nuestra familia son músicos y escritores, aunque algunos intenten negarlo...- prosiguió, este último comentario se refería a mi, ya que tenía pensado hacer la carrera de medicina.- También le llaman el 'Fuego de Dios'- añadió antes de que pudiera decir algo sobre el anterior comentario.
-Y el ángel de la historia?- pregunté rindiéndome a quejarme.
-Hay muchas teorías sobre ello, tu bisabuelo pensaba que era Venibbeth, ya que se menciona la invisibilidad, pero yo, al igual que tu abuelo, creo que es Zakkiel, el ángel que gobierna las tormentas- explicó mientras se servía un vaso de agua.
-Y el espejo? Si él pidió que sus descendientes lo cuidasen, significa que aún lo tienen verdad?- pregunté intrigada, de alguna manera esa conversación se me hacia interesante, al contrario de otras veces, al fin y al cabo era de las más escépticas de mi familia.
-No lo sabemos, ni siquiera tenemos idea del apellido que tomó esa familia, antes se busco entre gente con poderes especiales o peculiaridades, pero aunque te parezca imposible, hay muchos descendientes de ángeles.- explicó mi madre antes de beber un trago.
-Son algo así como los x-man?- dije casi riendo
-Jajá, pero si, algo así-contestó algo ofendida.

En ese momento oí una bocina que provenía de la calle, algo tarde, por supuesto, por esa razón había quedado enredada en aquella conversación.

- Esa es Mina, adiós!- dije mientras corría a la puerta y tomaba mis cosas.

Salí de casa y subí al Porche 912 de mi mejor amiga, la cual me miró emocionada.

-Emocionada por un día de compras?!- dijo Mina con efusividad.

Suspiré, no me gustaba ir de compras realmente, pero era mi mejor amiga, lo hacía por ella; si otra persona me invitaba a un día de compras no iría bajo ninguna circunstancia.
-Si...- dije en voz baja, mi amiga soltó un grito de alegría y arranco el coche.

Prendí la radio en un intento de distraerme de pensar lo aterrador que iban a ser cinco o más horas dentro de un centro comercial, al menos me había prometido ir al cine luego. La música invadió mi mente como una medicina o una droga, realmente no podía negarlo, la música era muy importante para mí, aunque nunca le daría la razón a mi madre, menos cuando había pasado los últimos dos años peleando con ella luego de que se enterase de que quería ser doctora.

La música hizo que el tiempo pasase más rápido, y antes de que me hubiese dado cuenta, mi amiga ya estaba apagando el auto en el estacionamiento. Ambas bajamos y nos dirigimos al ascensor, en el cual había una molesta melodía alegre. Al llegar al primer piso, mi amiga salió casi corriendo a la tienda más cercana... allí empezó mi tormento.

A duras penas, le seguí durante toda la tarde sin descanso, nuestras manos empezaban a llenarse de bolsas, la cantidad empezaba a marearme y a hacer que mis manos dolieran. Mina incluso había comprado cosas para mí a pesar de haberme negado varias veces.

Cuando se hicieron las siete, Mina por fin dejó que tomáramos un descanso. Fuimos a la cafetería y luego de pedir tomamos asiento; suspire aliviada de estar sentada por fin.

-Qué película quieres que veamos?- preguntó mi amiga algo desanimada, ya que sólo había aceptado ir conmigo al cine para que la acompañase.

-Estaba pensando en la nueva de superhéroes...- comenté en voz baja sabiendo que no le gustaría esa idea para nada.
-Enserio no prefieres una romántica?- preguntó como última esperanza.

-Mmm nop- dije rompiendo totalmente su ánimo, ella suspiro y tomo un sorbo de su mocaccino.

Luego de tomar nuestro café mientras hablábamos sobre las pocas ganas que teníamos de volver al colegio, nos dirigimos a comprar las entradas para el cine. Mientras caminábamos hacia allí fue cuando sucedió. La tierra tembló casi con violencia, Mina y yo solo logramos abrazarnos entre nosotras mientras aquello ocurría. Sin embargo, tan pronto como llegó se fue, como si nada hubiese sucedido.

Tome la mano de Mina y la arrastre hacia afuera, tenía pánico de que el centro comercial se derrumbase o algo parecido.
-Ari... que haremos...? y si hay replicas*?!- dijo mi amiga alterada.
-No lo creo... no ha sido un terremoto normal...- dije algo confusa mientras observaba a las personas caminar rápidamente de un lado a otro sin saber que hacer, después de todo era prácticamente imposible que hubiese un terremoto en aquella ciudad, jamás había sucedido.

-Vayamos por el coche...- susurró mientras se giraba para entrar nuevamente en el centro comercial, tome su brazo deteniéndola.

-No, vayamos a pie, lo vendremos a buscar mañana- dije decidida.

Empezamos a caminar en dirección a una plaza cercana, no emitimos palabra, estábamos demasiado ocupadas esquivando a la multitud. Al llegar a nuestro destino, nos encontramos con otro tumulto de personas. Había algunos policías intentando calmar a la gente alterada, nosotras nos sentamos en el césped, lejos de los árboles.

Apenas me senté, mi móvil empezó a sonar, era mi madre y atendí rápidamente.

-Mamá! Estas bien?!- dije preocupada.
-Pues, se rompieron las tazas de porcelana, pero si, lo estoy. Y tú? sigues en el centro comercial?- preguntó calmadamente, yo volvía a estar confusa.

-Estoy en la plaza, se puede saber por qué estas tan tranquila?- dije atónita

-Ari, eres tan escéptica que no ves más allá de tus narices...- comentó antes de cortar la llamada.

Gruñí con algo de frustración. Entonces nubes negras cubrieron el cielo con gran rapidez y truenos llenaron el cielo, antes de que pudiera quejarme de aquel horroroso día, la lluvia comenzó a caer torrencialmente:

Terremotos repentinos, tormentas veloces, nada parecía tener sentido.

Claro que yo aún no sabía que, no tan lejos de allí, un espejo con marco de oro se había agrietado.

Fin del Capítulo 1

*Replica: Las réplicas de un terremoto son movimientos sísmicos que ocurren en la misma región en donde hubo un temblor o terremoto central (generalmente dentro de una longitud cercana de ruptura). Estos temblores son una consecuencia de readecuaciones de la corteza terrestre  alrededor de la falla en que se dio el sismo principal.Una réplica siempre es de menor magnitud que el sismo principal. En el caso de que una réplica tuviera una magnitud mayor que el sismo principal, es catalogada como el nuevo sismo principal, y el sismo principal original es considerado un sismo premonitor.

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