1er Mes

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Había sido un día largo, pero habían acordado que esa noche Steve se quedaría a comer con ellos. No era raro para nadie, como tampoco era raro para Grace ir a media noche a la habitación de su papi y verlo en la cama durmiendo abrazado a su tío Steve. Ella, como buena alfa, era una persona muy celosa de su papi, pero no con su tío Steve. Él era el único que tenía permiso para abrazar y besar a su Danno, aunque claro, los besos se los daban a escondidas y ella tenía prohibido decirle a nadie lo mucho que ellos se amaban, no porque ellos se lo hubiesen prohibido sino porque por alguna razón sus papis no querían que ella supiera la verdad. “Los adultos son muy raros” pensaba Grace en especial de sus padres. Todo había empezado hacia una semana cuando entro a la cocina y vio a su tío Steve cocinando mientras tarareaba una canción. Bueno en si eso no era raro, él era un buen chef, lo raro era lo que cocinaba, ¿macarrones sazonados con… azúcar? ¿Desde cuándo eso era comida, si es que lo era?
Y no quedo ahí, durante toda la preparación Danny había hecho muecas de asco, pero en cuanto Steve había dicho que todo estaba listo, el rubio le había arrebatado el tazón y se lo había devorado sin siquiera hacer el ademan de querer invitar algo a alguien

-Al menos dame una cucharada – suplico Steve
-Ñu – dijo Danny mientras masticaba – euto eu muo
-Te vas a ahogar – sentencio Steve mientras buscaba como descuidarlo para robarle un poco comida. En ese momento Danny empezó a toser desesperadamente – te lo dije
-Es tu culpa – dijo el rubio apenas pudo hablar 
-Tú comes como un condenado a muerte ¿y es mi culpa? – reprocho Steve aunque al momento se arrepintió al ver los ojos vidrioso del más bajo – ¿no vas a llorar cierto? No por favor – suplico desesperado – no llores
-Me dijiste vaca – dijo Danny
-No… yo no… no dije… eso – dijo Steve nervioso
-Yu nu mu quierus – dijo Danny – dijo comiendo más del plato
-Claro que te amo – se defendió Steve – y no me importa que hayas engor…
-¿O sea que si soy una vaca para ti? – dijo Danny yéndose a su habitación, aunque segundos después regreso para llevarse la olla en la que Steve había cocinado, se la quitó y volvió a la habitación tirando la puerta y echándole llave después

Grace solo se preguntaba que había sido todo eso

La ¿Dulce? EsperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora