Enamorándome de ti

________Capítulo 4________

    Rachel salió de la torre, estaba tan cabreada, dolida, triste en fin tenía un remolino de emociones; no sabía ni dónde quería ir ella sólo quería olvidarse de todo lo que tuviera que ver con  Richard y la alienígena, que importaba si era la media noche que importaba maldita sea ella sabía defenderse sóla y pobre de aquel que se atreviera a fastidiarla no viviría lo suficiente para contarlo.

    Era tanto su enojo que ni cuenta se dio que había terminado metida en la ciudad, habían ciertas personas pero nadie decente por la hora que marcaba el reloj; por dónde pasara las miradas no la dejaban en paz por lo cual decidió subir a la azotea de un edificio para despejar su mente y de paso no desquitarse con nadie.

    Ni siquiera quería meditar sabía que al cerrar sus ojos sólo vería la imagen de Nightwing y  Koriand'r así que decidió sólo mirar al vacío en completa calma no podía negar el edificio dejaba ver una vista espectacular del anochecer y la luna que había aquella noche era realmente hermosa y sin pensar en nada más parecía haber encontrado la paz que necesita en aquel momento hasta que una voz la saca de sus vacíos pensamientos.

—Estas estorbando mi vista quién quiera que seas, este es mi lugar así que largo.

    Rachel se da vuelta para ver quien es el afortunado que se ha ganado un pase directo al infierno, ella no estaba de humor para soportar a nadie y menos a un idiota que se creía dueño del lugar en el que ella había encontrado algo de calma.

    Cuando lo ve se sorprende un poco se había encontrado con el sujeto que Nightwing había estado investigando ya hace un tiempo pero que no había dado con la identidad del que se hacía llamar Red Hood.

Perfecto justo esta noche tenía que toparme con un delincuente. Estas de suerte Red Hood no me darán remordimientos para mandarte al infierno.

—Así que me conoces preciosa, quiero ver que intentes acabar conmigo.

    Raven más que decidida planeaba acabar con ese criminal, quien lo mandaba a interponerse en su camino, que mala suerte la de él decía en su mente.

Comenzaron los dos a pelear en un combate cuerpo a cuerpo, ella no usaría su magia era más divertido ver que era lo que podía hacer Red Hood además de a así distraía la mente pero cada vez que esquivaba los golpes de él notaba algo raro en ellos, se parecían mucho a los movimientos de pelea de Richard.

¡DEMONIOS!
Otra vez me acordé de él, maldita sea.
En ese justo momento Rachel movida por la rabia lanzó un golpe con su energía contra Red Hood rompiendo la mitad de su máscara dejando ver la mirada perversa pero a la vez marcada por un dolor intenso y allí estaban esos  ojos que ni los de Richard la habían cautivado tanto, se perdió completamente, sus ojos reflejaban mucho más que su mirada; esos cautivantes ojos verdes azulados que eran tan perfectos pero aún así  ensombrecidos por el sufrimiento.

—Cálmate preciosa yo no tengo la culpa de tus decepciones.

No te metas en lo que no te importa.

—Me meteré todo lo que quiera, mientras intentes desquitarte conmigo y eso no será muy sencillo.

Eso ya lo veremos.

    Raven se disponía a enfrentarse nuevamente con Red Hood, pero él no pasaría una mala noche por culpa de algún idiota.

    Antes de que Raven lo atacara, él la sujeto por la cintura y la acercó más a él y le susurro al oído que esa no era la manera de desquitarse, que habían otras opciones más divertidas.

    No me voy a acostar contigo, grita Raven con ganas de golpear a Red.

—No me refería a eso, pero también es buena opción.

    Raven lo mira con cara de que ahora sí lo iba a golpear.

—Confía en mí preciosa.

    Raven está algo indecisa, como iba a confiar en alguien que acaba de conocer y más si este era un delincuente.

—Vienes, le dice Red guiñando un ojo.

   Raven lo ve y no puede evitar sonrojarse, que mirada tan seductora tenía el condenado ladrón.

Está bien voy a confiar en tí, pero recuerda que aún puedo mandarte al infierno si intentas algo raro.

—Descuida preciosa, no será necesario.
Por cierto me llamo Jason.

    Rachel, dice ella para corresponder a Red.

¿A dónde me llevas Jason?

—A que te olvides de todo Rachel.