~ Soft ~ [ 2Jae - Omegaverse ]

Capítulo ocho (2/2)

TODO LO QUE PASA EN ESTE CAPÍTULO OCURRE COMO ACTO PARALELO AL CAPÍTULO ANTERIOR, O SEA, LO DE AQUÍ OCURRE A LA VEZ QUE LO DEL (1/2).

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~JAEBEOM~

¿En qué estaba pensando?
¿Cómo pudo haber aceptado el hecho de que aquel omega se quedara con él en su apartamento?
Se suponía que hablarían, se conocerían mejor, algo de eso.
Pero sin embargo estaban ambos en el sofá, uno en cada punta de éste, muy separados, con sus celulares y un ambiente de incomodidad bastante feo.

Ya hace unas horas que Mark y JinYoung se habían ido y ya habían hablado bastante en ese tiempo.

Habían conversado de sus vidas en general, JaeBeom le había contado de sus trabajos y YoungJae del suyo. Le contó que trabajaba en un restaurante pequeño algunas veces a la semana como pianista y cantante.

También le habló de sus padres, un beta y una omega que a pesar de estar juntos desde hace años y tener hijos, no eran destinados y eso se notaba en sus incontables discusiones.
JaeBeom por su parte habló de los suyos, dos alfas predestinados de los que había nacido él: un alfa pura sangre bastante complicado de carácter.
Hablaron de dónde estudian o estudiaban, de algunos gustos y otras cosas sin mucha importancia.

Y cuando el tiempo pasó y se quedaron sin cosas superficiales que contarse se mantuvieron en silencio.

Y así estaban, ninguno había hablado desde hace unos minutos y JaeBeom sentía que si se concentraba lo suficiente podía captar el olor a lavanda del omega a través del tapaboca que llevaba puesto.

Pero lo aguantaba, si no le prestaba atención podía aguantarlo.

YoungJae la estaba pasando peor.
Todos temían que el alfa se descontrolara, pero él ya tenía experiencia controlando a su lobo.
El omega no, nunca había estado en aquella situación, con su lobo histérico por ser marcado, y aunque por fuera no lo demostrara, por dentro se estaba desesperando.

Pero ¿qué podía hacer?
Se sentía mal solo al pensar en decirle a JaeBeom que se quería ir. Porque por un lado quería irse, sí, pero por otro quería seguir "junto" a él, porque se sentía extraño. Feliz y protegido, pero también extraño.

Y le gustaba esa sensacion extraña que le hacía sentir.

Luego pensó que quizás si lograba entablar una conversación podría concentrarse más en lo que el alfa decía y no tanto en su olor.

Aparte tenía algunas dudas aún.

Lo malo es que no había pensado en que al mirarlo a los ojos su estómago también se sentiría raro, como antes.

—Hyung —llamó con voz curiosa.

—¿Hm? —el alfa volteó a verlo tranquilo, como si en su cabeza no tuviera ganas de huir.

—Tengo una duda...

—¿Cuál?

—¿Usted de verdad siente mi olor? —se acomodó de costado, para poder conversar mejor con su compañero—. Porque aquí ya hay mucho olor a lavanda y quizás solo se confundió —empezó a hablar un poco más rápido, nervioso por el silencio del alfa—, pero es que yo también huelo a lavanda, solo que nadie jamás se había dado cuenta aparte de mí mismo y... ay...

YoungJae bajó la mirada a los almohadones del sofá, los ojos oscuros de JaeBeom lo hacían sentir incómodo.

El alfa soltó una risa y el castaño hizo lo mismo algo avergonzado.