Capítulo trece.

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Te odio.

No, claro que no me odias.

Sí.

No —sonrió dejando un pequeño beso en los labios del chico que mantenía su ceño fruncido.

Sí, sí lo hago... —continuó de todos modos.

Sé que no, Gyeomie~ —volvió a besarlo, manteniendo una mano en la nuca del beta para hacer el beso más profundo.

Siempre me haces lo mismo... —susurró el menor, apenas separandose de aquellos labios regordetes que le hacían temblar todo.

Lo sé y lo siento —se disculpó entre besos y tironeos de ropa.

Aaah... ¿por qué eres así conmigo...? —YuGyeom podía llegar a tener tan poca fuerza de voluntad cuando se trataba de él.

Porque eres mi mejor amigo~ —susurró, para luego sentir cómo el menor apretaba su cintura con fuerza y le mordía el labio inferior, haciéndolo soltar un quejido contra su boca.

El beta gruñó molesto, pero sin despegarse de su amigo. Su lobo sentía la necesidad de castigar al omega hasta que entendiera que hacía las cosas mal, pero YuGyeom era consciente de que eso nunca pasaba, él nunca entendía, nunca entendía que lo que su madre le había metido en la cabeza hace años no era lo correcto.

¡BamBam! —el alfa dueño del apartamento volvió de la cocina, les arrojó un trapo con el que se secaba las manos y provocó que ambos se separaran. El beta parecía un perrito triste y mojado al que habían regañado, el tailandés siempre lo dejaba así, pero todos saben que ninguno de los dos son angelitos— Basta, en serio —JaeBeom volvió a hablarles molesto.

El omega le había comentado sobre la discusión, no era la primera vez que hacía aquello. Cada vez que peleaban BamBam iba con JaeBeom y se quejaba, luego él los invitaba a ambos y hacía que se reconciliaran. Pero ésta era la primera vez que no cubrían su discusión como algo meramente de amigos y era la primera vez que se besaban descaradamente en la casa del alfa, pero él ahora ya sabía el tipo de amistad que tenían, ¿para qué ocultarlo aún?

Perdón... —comentaron ambos menores al unísono, mirando al suelo. Sus lobos bajaron las orejas y la cabeza ante el alfa.

Soltó un suspiro de resignación.

Tienen que entender que no pueden hacer eso en cualquier lugar, menos aquí, saben que los olores me hacen mal... —sonó algo severo y los chicos no respondieron—. Pero me alegra ver que ya se arreglaron. No sé porqué necesitan mi ayuda, discuten al menos una vez por mes y aunque es la primera vez que me dicen la razón estoy seguro de que siempre es la misma —se cruzó de brazos y miró con desaprobación a BamBam.

De hecho sí —habló YuGyeom, mirando mal a su amigo.

Ya te dije que lo siento, ¿seguirás enojado? —el tailandés hizo un mohín.

No, pero... —el beta no supo qué decir ante aquella expresión y solo lo miró con el ceño fruncido.

Mira, Gyeom-ah, entiendo que estés enojado y lo siento, pero para la semana que viene te necesito —le tocó la mejilla para llamar más su atención— Eso o tendrás que dormir en otro lugar —dejó un pequeño beso en sus labios y así como si nada caminó hasta la puerta de salida y la abrió— ¡Gracias por todo, hyung! —se despidió con la mano y salió.

El menor quedó confundido pero enseguida algo hizo click en su cabeza y abrió bien los ojos.

Seguramente el celo del omega llegaría la siguiente semana.

~ Soft ~ [ 2Jae - Omegaverse ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora