Capitulo 3

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Monserrat

Los dias pasaban y con ellos la angustia reinaba en mí, debido a si ir en contra de la decisión de Edmund o hacer lo que realmente quería hacer respecto a inscribirme en ese taller de arte.

A veces me encontraba tan sumergida en mis pensamientos que ellos se daban cuenta que algo más ocupa mi mente.

Solo que no conté con que Edmund fuera el que más atención prestará a mi situación.

Y es que el me conocía tan bien que me sucedida algo, que solo le faltaba que yo misma se lo confirmara, así que no me sorprendió su mirada.

- Porque me miras así?

- Es que trato de descifrar que demonios te sucede; últimamente estás muy cambiada Monserrat y sabes que no tolero este tipo de comportamientos y menos en ti.

Seguí cepillando mi cabello, esquivando su pregunta porque ya conocía su respuesta.

Para Edmund un NO de su parte era una sentencia que debía acatar así no quisiera.

- No se a que te refieres Edmund a mi no me pasa nada, no digas tonterías.

Y ese fue mi primer error, llevarle la contraria porque él sabía que me pasaba algo por mi comportamiento.

Se situó detrás de mi y en segundos sujeto mi mandíbula fuertemente mientras llevaba mi rostro a sus ojos.

- Escuchame muy bien Monserrat, tú respiras si yo lo digo, tú piensas si te digo que lo hagas.

>> Aunque bueno, eres tan inútil que ni diciéndote como hacerlo, no lo haces bien; así que eso que tiene tu cabeza en otra parte desde ya te digo que NO y lo olvides de una buena vez, porque TÚ lugar es aquí junto a mí y haces lo que YO diga.
Te quedó claro?

No me queje, solo asistí con mi cabeza obedeciendo su orden para que me soltará.

- Bien ahora cumple con tu parte mi amor y espérame en la cama.

Quería llorar, mis lágrimas gritaban por ser liberadas pero si lo hacía era admitir que el tenía razón.

Así que esa noche deje que Edmund hiciera con mi cuerpo lo que siempre hacia.

A primeras horas de la mañana recibí un mensaje de Monique avisándome su regreso de Francia y quería verme y por más que trate darle mil excusas para no ir a su departamento Monique sabía que mentía; de todos mis hermanos Monique me conocía mejor que los demás aunque es la menor.

Así que ahí estaba escuchando su maravilloso relato de todos los lugares que había visitado y por primera vez tuve envidia de su libertad de hacer lo que ella quisiera y yo no.

- Vas a decirme que te pasa? Llevo horas hablandote y solo me contestas monosílabas tontas y sabes que me desespera así que tranquila ya verifique que Edmund no haya puesto micrófonos ocultos para espiarnos; estás a salvó aquí conmigo.

Me reí con ganas una sonrisa sincera que solo Monique y mis hijos podía sacarme.

Pero lo que más retumbaba en mi cabeza eran sus últimas palabras...

Estaba a salvó con ella.

Y sin poder evitarlo mis lágrimas se liberaron mientras estaba en sus brazos.

- Ahí Monserrat no sabés cómo aborrezco a ese hombre.!

>> En todo lo que te ha convertido en todos estos años, mientras le vende esa imagen de hombre perfecto a nuestros padres cuando se que no es así y no puedo hacer nada salvó tu misma, te ha reducido a esto a nada cuando sabes que no es así, eres un ser pensante, libre, con derechos, un ser humano hermana.

>>Tú eres más de lo que él te hace créer Monserrat, tu tienes el derecho de expresar tu opinión la libertad de hacer lo que quieras, el hecho de que sea tu esposo no le da el derecho de haberte convertido en su maldita sumisa Monserrat entiéndelo, entiende de una vez lo que te estoy diciendo.

Y si la entendía, comprendía cada una de sus palabras pero años de escuchar que no era nada más que una inútil y que debía hacer todo lo que Edmund dictaminaba no era fácil.

Edmund me redujo a creer que soy según él NADA.

- No le des más poder del que tiene Monserrat; tú eres valiosa, no eres todo lo que él te dice, eres más mucho más.

- Gracias Monique...

- Sabes que cuentas conmigo hermana y con Missy aunque es una amargada insufrible pero nos queremos y todos nos apoyamos, así que cuéntame qué sucede.

Y esa tarde me liberé con mi hermana le dije mis deseos estudiar arte y hacer algo por primera vez luego de casarme con Edmund.

No solo conté con su apoyo también dijo que lo haría conmigo aunque Monique era un desastre para dibujar así sea un círculo...

Así que esa tarde ambas nos inscribimos en ese taller de arte.

Donde no solo descubriría mi verdadera vocación sino también el amor...

No Huyas de MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora