Piel suave y morena como arena del desierto.
Labios dulces como ella, tímidos como yo.
Ojos grandes y oscuros como los de un animal salvaje.
Expresión adorable y acogedora, admirada desde lejos.
Mirada tranquila e indefensa, refleja su alma que transmite alegría.
Sonrisa enorme, despierta fuego en el interior de quien la halle.
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¿Su piel? Deseada e inalcanzable. Firme como ella misma.
¿Sus labios? Apagados, rojos como el fuego pero fríos como la nieve.
¿Sus ojos? Sin vida, rotos en mil pedazos. Con una lágrima recorriendo su rostro.
¿Su expresión? Vacía pero profunda. Probablemente profundamente vacía.
¿Su mirada? Seductora aunque engañosa. Como la de un tigre antes de cazar a su presa.
¿Su sonrisa? Simplemente perversa. Presente en cada una de mis pesadillas.
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Reina de la seducción, de la dulzura... y al mismo tiempo de la desolación y de los llantos.
Mujer honesta de buen corazón y de perversas acciones dime: ¿Qué es lo que temes?
Tu ser no sería capaz de hallar esos sentimientos honestos y buenos sin la existencia de tu miedo. Aquel originado del dolor y reflejado en crueldad.
Porque de esa profunda oscuridad nace la persona que eres. Esa alma libre, buena y generosa capaz de despertar amor ante todo.
Pues no existe la llave para llegar hasta él, nada más la persona capaz de apreciar y entender lo que eres puede lograr despertar tu luz.
Alma que avanza lentamente en cortos pasos,
con diferentes personalidades,
admirada en cualquiera de los casos.
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METÁFORAS ARTÍSTICAS
SpiritualExiste un mundo de oscuridad y nostalgia dentro de cada uno de todos nosotros. Solo necesitas hurgar en lo más profundo de tu alma para encontrar el tuyo. Un conjunto de pequeños relatos que juntos dan forma al final de una etapa que termina en est...
