Les contare una historia, es la historia de mi vida, donde les hablare de mi primer y único verdadero amor, que llego a mí, para dejar un vacío que solo pudo llenarse con otro pequeño pero muy grande amor.
-PAPI, PAPI, PAPII!! Despierta... Ya tengo que irme a la escuela- Abro mis ojos y veo el reloj despertador.
- Cielos otra vez me quede dormido- digo para mí mismo
- Levántate ya, tengo que irme ahora-
- Esta bien Maddi ya estoy levantado- respondo algo irritado.
- Puedes alcanzarme el cereal- Me dice la pequeña rubia con un puchero y haciéndome ojitos; Rayos no puedo resistirme a esa carita.
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-Vamos Maddi, ya es muy tarde para ambos- le grito desde la puerta de la entrada.
- Ya voy- Me dice ella mientras corre por el pasillo muy aprisa.
Desabrocho su cinturón y la bajo del coche, la tomo en brazos para llevarla hasta la entrada; era su primer día de escuela, la bajo y me agacho hasta estar a su altura, le doy un beso en su frente y la abrazo.
-Tranquilo Sr Fisher, su hija estará bien cuidada en nuestras instalaciones, no tiene de que preocuparse- Me dijo una de las que sería maestra de Maddi.
-Lo sé- Le digo mientras aun abrazo a mi hija.
- Pórtate bien, ok Maddi?- Le digo a la pequeña rubia.
- Si papito- Y esta me da un pequeño beso en la mejilla para irse con su nueva maestra. Me levanto y la observo que camina hacia la puerta, y justo cuando está a punto de entrar voltea y me saluda con la mano y me lanza un beso.
Regreso a mi auto y mientras se calienta el motor no puedo evitar recordar.
